martes, 1 de noviembre de 2022

BEATO CARLO



 De los Sermones de san Bernardo, abad
(Sermón 2: Opera omnia, edición cisterciense, 5 [1968], 364-368 )
 
APRESURÉMONOS HACIA LOS HERMANOS QUE NOS ESPERAN

 

¿De qué sirven a los santos nuestras alabanzas, nuestra glorificación, esta misma solemnidad que celebramos? ¿De qué les sirven los honores terrenos, si reciben del Padre celestial los honores que les había prometido verazmente el Hijo? ¿De qué les sirven nuestros elogios? Los santos no necesitan de nuestros honores, ni les añade nada nuestra devoción. Es que la veneración de su memoria redunda en provecho nuestro, no suyo. Por lo que a mí respecta, confieso que, al pensar en ellos, se enciende en mí un fuerte deseo.

 El primer deseo que promueve o aumenta en nosotros el recuerdo de los santos es el de gozar de su compañía, tan deseable, y de llegar a ser conciudadanos y compañeros de los espíritus bienaventurados, de convivir con la asamblea de los patriarcas, con el grupo de los profetas, con el senado de los apóstoles, con el ejército incontable de los mártires, con la asociación de los confesores, con el coro de las vírgenes, para resumir, el de asociarnos y alegrarnos juntos en la comunión de todos los santos. Nos espera la Iglesia de los primogénitos, y nosotros permanecemos indiferentes; desean los santos nuestra compañía, y nosotros no hacemos caso; nos esperan los justos, y nosotros no prestamos atención.

Despertémonos, por fin, hermanos; resucitemos con Cristo, busquemos las cosas de arriba, pongamos nuestro corazón en las cosas del cielo. Deseemos a los que nos desean, apresurémonos hacia los que nos esperan, entremos a su presencia con el deseo de nuestra alma. Hemos de desear no sólo la compañía, sino también la felicidad de que gozan los santos, ambicionando ansiosamente la gloria que poseen aquellos cuya presencia deseamos. Y esta ambición no es mala, ni incluye peligro alguno el anhelo de compartir su gloria.

 El segundo deseo que enciende en nosotros la conmemoración de los santos es que, como a ellos, también a nosotros se nos manifieste Cristo, que es nuestra vida, y que nos manifestemos también nosotros con él, revestidos de gloria. Entretanto, aquel que es nuestra cabeza se nos representa no tal como es, sino tal como se hizo por nosotros, no coronado de gloria, sino rodeado de las espinas de nuestros pecados. Teniendo a aquel que es nuestra cabeza coronado de espinas, nosotros, miembros suyos, debemos avergonzarnos de nuestros refinamientos y de buscar cualquier púrpura que sea de honor y no de irrisión. Llegará un día en que vendrá Cristo, y entonces ya no se anunciará su muerte, para recordarnos que también nosotros estamos muertos y nuestra vida está oculta con el. Se manifestará la cabeza gloriosa y, junto con él, brillarán glorificados sus miembros, cuando transfigurará nuestro pobre cuerpo en un cuerpo glorioso semejante a la cabeza, que es él.

 Deseemos, pues, esta gloria con un afán seguro y total. Mas, para que nos sea permitido esperar esta gloria y aspirar a tan gran felicidad, debemos desear también en gran manera la intercesión de los santos, para que ella nos obtenga lo que supera nuestras fuerzas.


lunes, 31 de octubre de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Lunes 31 de tiempo ordinario

Año Par

Filipenses 2, 1-4



REFLEXIÓN

No obréis por rivalidad ni por ostentación,

dejaos guiar por la humildad y

considerad siempre superiores a los demás

No parece entonces que con nuestro tiempo se inventó la rueda, porque tenemos iguales o parecidos defectos en nuestra vida de relación y de sociedad: competitividad, arrogancia y soberbia, todo ello en nombre de la autoestima.

Si es bueno para mi autoestima, es bueno para mí, se dice.

No se enfatiza por igual la altero estima, que significa considerar superiores a los demás.

Porque la auto y la altero son valoraciones que hacemos de nosotros en el contexto de la valoración de los demás.

El objetivo debía consistir en promover la estima propia con tal de no perjudicar la de otros. Y promover la ajena con tal de perjudicar la mía.

A lo que nos debe llevar, por lo tanto, es a una comunidad: un modo de convivir en el que todos nos veamos incluídos en el respeto y aprecio.

Salmo responsorial: 130



REFLEXIÓN

Sino que acallo y modero mis deseos, / como un niño en brazos de su madre

Si nuestra educación por el ejemplo y testimonio se volcara pronunciadamente a incoar el autocontrol quizás lograríamos mejores personas, parejas, familias y ciudadanos.

Fluirían entonces los valores democráticos que permiten la participación, el consenso y la convivencia armoniosa.

Parte de nuestros males, entonces, somos los educadores, líderes, dirigentes y pastores de todo tipo, porque nuestro ejemplo no es íntegro, sino que en alguna forma nos infecta la corrupción de la autoestima a costa de la altero estima.

Lucas 14,12-14



REFLEXIÓN

no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado.

Ser correspondidos en las relaciones amistosas es la expectativa común y la motivación que nos mantiene en ellas. Es un canon del mundo y se mira mal a quien no corresponde. Pronto es aislado y orillado.

Muchos llamados a la evangelización caen en el pantano del amiguismo y la correspondencia. Se olvidan de migrar frecuente y constantemente a los pobres que no pueden o no quieren corresponder.

invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos

Si vamos a trabajar como servidores del evangelio debemos convencernos que la correspondencia es de otro nivel, de otro tipo.

Esperarla no nos corrompe como otra clase de correspondencia.

Para organizar una sociedad solidaria, como alternativa de la sociedad codiciosa, se requiere fe, esperanza y ágape orientados a la fraternidad

Y orientados también, pero no menos, al fin, cual es la comunidad eterna del Padre.

Se trata de una inversión a largo plazo, que convoca pocos inversionistas.

Éstos más bien están interesados en ganancias materiales rápidas y exorbitantes y sin tasas impositivas. Además de codicia padecen de avaricia.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1587042610329358339?s=20&t=HkdZJZY65xGmB-i-7KxL2g