martes, 22 de noviembre de 2022

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


Martes, XXXIV semana

San Agustín Tratados sobre el evangelio de san Juan 35,8-9

Nosotros, los cristianos, en comparación con los infieles, somos ya luz, como dice el Apóstol: En otro tiempo erais tinieblas, ahora sois luz en el Señor. Caminad como hijos de la luz. Y en otro lugar dice: La noche está avanzando, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz. Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad. No obstante, porque el día en que vivimos es todavía noche en comparación con aquella luz a la que esperamos llegar, oigamos lo que dice el apóstol Pedro. Nos dice que vino sobre Cristo, el Señor, desde la sublime gloria, aquella voz que decía: «Éste es mi Hijo amado, mi predilecto». Esta voz –dice– traída del cielo, la oímos nosotros, estando con él en la montaña sagrada. Pero, como nosotros no estábamos allí y no oímos esta voz del cielo, nos dice el mismo Pedro: Esto nos confirma la palabra de los profetas, y hacéis muy bien en prestarle atención, como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro, hasta que despunte el día y el lucero nazca en vuestros corazones. Por lo tanto, cuando vendrá nuestro Señor Jesucristo y –como dice también el apóstol Pablo– iluminará lo que esconden las tinieblas y pondrá al descubierto los designios del corazón, y cada uno recibirá la alabanza de Dios, entonces, con la presencia de este día, ya no tendremos necesidad de lámparas: no será necesario que se nos lean los libros proféticos ni los escritos del Apóstol, ya no tendremos que indagar el testimonio de Juan, y el mismo Evangelio dejará de sernos necesario. Ya no tendrán razón de ser todas las Escrituras que en la noche de este mundo se nos encendían a modo de lámparas, para que no quedásemos en tinieblas. Suprimido, pues, todo esto, que ya no nos será necesario, cuando los mismos hombres de Dios por quienes fueron escritas estas cosas verán, junto con nosotros, aquella verdadera y clara luz, sin la ayuda de sus escritos, ¿qué es lo que veremos? ¿Con qué se alimentará nuestro espíritu? ¿De qué se alegrará nuestra mirada? ¿De dónde procederá aquel gozo que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar? ¿Qué es lo que veremos? Os lo ruego, amemos juntos, corramos juntos el camino de nuestra fe; deseemos la patria celestial, suspiremos por ella, sintámonos peregrinos en este mundo. ¿Qué es lo que veremos entonces? Que nos lo diga ahora el Evangelio: En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios

REFLEXIÓN

Los sacramentos como símbolos dan un resquicio para asomarnos a una fuente , que plena, los irradia, como el sol. Agua, aceite, pan y vino, palabras y gestos, nos anuncian vida sin término, gozo perpetuo, salud infinita, paz a toda prueba, en fin vida que colma toda aspiración y anhelo. Nuestra mortificación por aquellos que no reciben ni creen en estos símbolos de Cristo y su comunidad siempre será viva para desafiar nuestra complacencia y autojustificación. Y así siempre oraremos, anunciaremos y fraternizaremos con todo los no creyentes y practicantes, para mantener abierta la puerta la bien común de la salvación.

lunes, 21 de noviembre de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Lunes 34 de tiempo ordinario

Año Par

Apocalipsis 14, 1-3. 4b-5



REFLEXIÓN

cantando un cántico nuevo

Hay una descripción hermosa, que trata de transmitir belleza y armonía, es como una estética de lo invisible, de la dimensión desconocida y definitiva: seres inimaginables, irreales e inexistentes; música, sonidos, descripciones extraordinarias; deseo de transmitir novedad constante.

La intención es comunicar un dominio que rebasa nuestra experiencia común, y promueve nuestro anhelo más profundo de felicidad y de paz compartida. El Shalom

los adquirieron como primicias de la humanidad para Dios y el Cordero

Puede vislumbrarse el final: hay ya gente, humanos, hombres y mujeres que forman parte de la comunidad del Padre y su Hijo Jesucristo.

Podemos ver en la declaratoria oficial de gente santa, una forma de expresar este conocimiento revelado por la Palabra.

Esa importancia de ser primicias les cabe para fundamentar en nosotros, que somos viatores o peregrinos, el ansia de la coronación de la cumbre.

Todo esto expresado en lenguaje simbólico porque se trata de realidades que se expresan en nuestra inmanencia, pero provienen de la Trascendencia.

En sus labios no hubo mentira, no tienen falta

Ellos muestran una realidad anónima, que no merece titulares ni alto índices de sintonía, ni filmes que recojan sus historias.

Es la realidad cotidiana de quienes viven decididos a guardar la verdad y evitar la mentira.

Una forma de consistencia que requiere un pulimiento constante, en el que no se puede dar uno tregua y lleva toda la vida persistir.

Salmo responsorial: 23



REFLEXIÓN

¿Quién puede subir al monte del Señor? / ¿Quién puede estar en el recinto sacro?

El hombre de manos inocentes / y puro corazón, / que no confía en los ídolos

Desde toda región, desde todo estrato, desde toda edad van surgiendo los que se decantan por tal programa.

Los ídolos están a nuestro alcance, podemos interactuar con ellos, pero no debemos confiar. Cualquier realidad que se erige en nuestro absoluto y nos subyuga es el ídolo propio. El proceso de conversión implica despegarse continua y ascencionalmente.

Lucas 21,1-4



REFLEXIÓN

vio unos ricos que echaban donativos en el arca de las ofrendas; vio también una viuda pobre que echaba dos reales

La mirada de Jesús se recrea en el compartir generoso. Si lo supieran los que más pueden serían más generosos.

Una viuda es el símbolo de la carencia de casi todo: seguridad, ingresos, estatus. Su aporte es el símbolo de la generosidad que se nos echa en cara para nuestra vergüenza, confusión y conversión.

Es el estilo de comunicación evangélico: aupar la generosidad en la entrega, aun en  la denuncia de la mezquindad e inequidad.

Jesús nos ha enseñado a ver y comparar las acciones que llamamos buenas de unos y otros, y captar la congruencia o no, entre el discurso y lo que se hace.

La ideología de la conspiración y sospecha, lo ha llevado a extremos que desgastan su efectividad y también se convierten en pertrechos de la guerra de las pasiones por el poder: la envidia, el resentimiento, la injusticia, también pueden armar estrategias de denuncias para evadir la autocrítica.

esa pobre viuda ha echado más que nadie

ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir

Es una imagen del pobre de espíritu, del pobre histórico, bienaventurado por compartir.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1594659822959476736?s=20&t=YcoFt8GssIoPX-Nl7IXBMA