domingo, 29 de enero de 2023

PALABRA COMENTADA

 

4º domingo de tiempo ordinario

Sofonías 2,3;3,12-13



REFLEXIÓN

buscad la justicia, buscad la moderación

Dejaré en medio de ti un pueblo pobre y humilde, que confiará en el nombre del Señor.

Hay acompañamientos del pueblo que plantean  dudas o suspicacias sobre su efecto real. Alientan una rebeldía que pasa por justa, para reclamar derechos, pero se contaminan de la violencia propia del resentimiento y la venganza. Fomentan la organización como apetito y medio de poder y no cristaliza la humildad propia de quien se sabe llamado a servir y establecer diferencias radicales con unos nuevos opresores.

El resto de Israel

El trabajo para servir al cambio de pueblo en resto es apostólico: sirve a le fe y a un estilo de vida de ética cristiana. No se puede reducir a un ejercicio meramente socioeconómico.

Salmo responsorial: 145



REFLEXIÓN

él hace justicia a los oprimidos, / él da pan a los hambrientos. / El Señor liberta a los cautivos

Jesús liberador de la opresión, asume en su vida un patrón de servicio y entrega como un cordero que va al matadero sin balar.

Trastorna el camino de los malvados

Con poco poder, por un nimio detalle, ese trastorno se produce.

 

1Corintios 1,26-31



REFLEXIÓN

no hay en ella muchos sabios en lo humano, ni muchos poderosos, ni muchos aristócratas;

Comenzó un resto que parecía un naufragio. Gente de medio pelo, insignificantes para un Estado. Cómo gente así metía miedo a los demás para justificar el hostigamiento y la persecución? Se diría que por su convicción mostrada en la manera como vivían. El modo nuestro de proceder dirán en la Compañía de Jesús.

lo necio del mundo lo ha escogido Dios para humillar a los sabios, y lo débil del mundo lo ha escogido Dios para humillar el poder

Esto también se puede aplicar intra eclessia: porque las comunidades de base no necesariamente las populares, cobran tal autoridad que pueden confrontar a sus líderes eclesiásticos en base al mismo evangelio que ellos.

de modo que nadie pueda gloriarse en presencia del Señor

En la Iglesia de Jesús no hay precedencia.

este Cristo que Dios ha hecho para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención

La sabiduría de Yeshua es Yeshua mismo: diciendo y haciendo. Sus gestos y palabras, recordadas por comunidades que le creyeron, y liderada por apóstoles que enseñaron a creerle, son nuestras evidencia.

Mateo 5,1-12ª



REFLEXIÓN

al ver Jesús el gentío,

se acercaron sus discípulos;

enseñándoles:

Se mueve Jesús a enseñar viendo la muchedumbre y sus seguidores. Ejerce un liderazgo cognitivo, porque forma y aclara conceptos a gente ignorante. Ejerce un liderazgo afectivo porque se compadece y por eso enseña. No tolera que no sepan, porque saber es vida.

Dichosos

Vivir la dicha de la pobreza, por llorar, por sufrir, por tener hambre y sed de justicia…los perseguidos por la justicia

por mi causa

Hay que preguntar a los tantos que así lo hacen a ver si se sienten dichosos. Y cómo se vive: con gozo, con alegría. Por vivir la causa del Señor.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1619679519862042632?s=20&t=eHYCbxBnxeQe17XaUzvmZA

DOCTORES DE LA IGLESIA



 De las Conferencias de santo Tomás de Aquino, presbítero
(Conferencia 6 sobre el Credo)
 
EN LA CRUZ HALLAMOS EL EJEMPLO DE TODAS LAS VIRTUDES

 

¿Era necesario que el Hijo de Dios padeciera por nosotros? Lo era, ciertamente, y por dos razones fáciles de deducir: la una, para remediar nuestros pecados; la otra, para darnos ejemplo de cómo hemos de obrar.

 Para remediar nuestros pecados, en efecto, porque en la pasión de Cristo encontramos el remedio contra todos los males que nos sobrevienen a causa del pecado.

 La segunda razón tiene también su importancia, ya que la pasión de Cristo basta para servir de guía y modelo a toda nuestra vida. Pues todo aquel que quiera llevar una vida perfecta no necesita hacer otra cosa que despreciar lo que Cristo despreció en la cruz y apetecer lo que Cristo apeteció. En la cruz hallamos el ejemplo de todas las virtudes.

 Si buscas un ejemplo de amor: Nadie tiene más amor que el que da la vida por sus amigos. Esto es lo que hizo Cristo en la cruz. Y por esto, si él entregó su vida por nosotros, no debemos considerar gravoso cualquier mal que tengamos que sufrir por él.

 Si buscas un ejemplo de paciencia, encontrarás el mejor de ellos en la cruz. Dos cosas son las que nos dan la medida de la paciencia: sufrir pacientemente grandes males, o sufrir, sin rehuirlos, unos males que podrían evitarse. Ahora bien, Cristo, en la cruz, sufrió grandes males y los soportó pacientemente, ya que en su pasión no profería amenazas; como cordero llevado al matadero, enmudecía y no abría la boca. Grande fue la paciencia de Cristo en la cruz: corramos también nosotros con firmeza y constancia la carrera para nosotros preparada. Llevemos los ojos fijos en Jesús, caudillo y consumador de la fe, quien, para ganar el gozo que se le ofrecía, sufrió con toda constancia la cruz, pasando por encima de su ignominia.

 Si buscas un ejemplo de humildad, mira al crucificado: él, que era Dios, quiso ser juzgado bajo el poder de Poncio Pilato y morir.

 Si buscas un ejemplo de obediencia, imita a aquel que se hizo obediente al Padre hasta la muerte: Como por la desobediencia de un solo hombre -es decir, de Adán- todos los demás quedaron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo todos quedarán constituidos justos.

 Si buscas un ejemplo de desprecio de las cosas terrenales, imita a aquel que es Rey de reyes y Señor de señores, en el cual están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia, desnudo en la cruz, burlado, escupido, flagelado, coronado de espinas, a quien, finalmente, dieron a beber hiel y vinagre.

 No te aficiones a los vestidos y riquezas, ya que se reparten mi ropa; ni a los honores, ya que él experimentó las burlas y azotes; ni a las dignidades, ya que, entretejiendo una corona de espinas, la pusieron sobre mi cabeza; ni a los placeres, ya que para mi sed me dieron vinagre.