Lunes 4 de tiempo
ordinario
Año Impar
Hebreos 11,32-40
REFLEXIÓN
por medio de la fe, subyugaron reinos
otros fueron tundidos a golpes y rehusaron el rescate, para
obtener una resurrección mejor
La
misma fe no da los mismos resultados: misterio de libertad de los hombres y
mujeres. Porque la fe no anula la libertad, antes la promueve.
Así
por la fe en sí mismos, en sus planes, en sus sueños hay hombres y mujeres que
ganan. Son ganadores a los ojos del mundo.
Por
la fe otros, con sus planes y sueños,
eligen perder. Son vistos como perdedores.
Pero
nada de esto pasa sin nuestra decisión y convicción. Somos pues responsables de
nuestro propio destino, aunque no sea absoluta sino limitadamente.
Salmo responsorial: 30
REFLEXIÓN
En el asilo de tu presencia los escondes / de las conjuras
humanas
Los
perdedores para el mundo requieren de una energía que los afirme y estabilice
para soportar la conjura de los ganadores.
Y
así el acompañamiento fraterno consistirá en promover esa energía que no se
compra ni se vende, sino que el Señor dona.
Entonces
los vulnerables podrán hacer frente a la conjura y caminar con la cabeza alta y
la mirada enfocada en la consumación.
Amad al Señor, fieles suyos; / el Señor guarda a sus leales,
/ y a los soberbios les paga con creces
Lo
que importa es que nos guarda, y lo secundario cómo pagan los soberbios que
conspiran. Eso queda en las manos del Señor.
Así
nos alejamos de la sed de venganza y la ansiedad del resentimiento se evapora.
Marcos 5,1-20
REFLEXIÓN
le salió al encuentro, desde el cementerio, donde vivía en
los sepulcros, un hombre poseído de espíritu inmundo
Parece
la descripción de un equizofrénico, sin que por etiquetarlo hoy así, sepamos
realmente qué sucede y por qué se produce, aparte de algunas hipótesis
socioeconómicas.
Un
perdedor aislado y repudiado por un mundo que presume de pureza y teme la
contaminación.
Porque
la intervención de Jesús, que recoge la comunidad creyente detrás del
evangelista, no la mira como un hecho aislado que se pierde en el tiempo, sino
como algo más que nos afecta para siempre.
Se pasaba el día y la noche en los sepulcros y en los
montes, gritando e hiriéndose con piedras.
Era
el drama humano inédito, que la salvación de Jesús saca del anonimato y alivia
con misericordia.
Porque
el mundo de los ganadores cubre el sufrimiento de muchos, con velos de
indiferencia e indolencia, para no verse conmocionado en su seguridad sobre de
lo que son ganadores.
La
enfermedad, las dolencias, la muerte se convierten en enigma inquietante para
ese mundo que no haya otro modo de librarse sino huyendo y quitando la vista.
Por Dios te lo pido, no me atormentes." Porque Jesús le
estaba diciendo: "Espíritu inmundo, sal de este hombre."
Y le rogaba con insistencia que no los expulsara de aquella
comarca
Los
vulnerables en su proceso de liberación pueden extraviarse, porque confunden la
seguridad de lo conocido, a lo que se aferran, con la vida nueva que se les
ofrece.
Por
eso sin nuestra colaboración en dejarnos llevar más allá de nuestras
resistencias, el Señor no fuerza lo que llamamos milagro.
Un
caso de resistencia frente al sanador. Se le teme al que puede liberar. Ya que
liberarnos requiere concitar lo mejor de nuestras fuerzas.
Y
esto no es posible sin batallar contra las fuerzas contrarias a la salud.
Somos
así-desde la célula más recóndita- un campo de batalla.
Un
problema más profundo en la enfermedad y opresión, es no ver la salvación sino
en permanecer en tal esclavitud.
Habría
que liberar como Jesús, en tal caso, por encima del aparente deseo real del
oprimido, para que acceda a la verdadera salvación.
Tal
iniciativa puede ser tomada por invasiva e irrespetuosa de los derechos de la
persona, argumento que a su vez es perverso, porque mantiene las cadenas y la
esclavitud.
Se acercaron a Jesús y vieron al endemoniado que había
tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio. Se quedaron espantados. Los
que lo habían visto les contaron lo que había pasado al endemoniado y a los
cerdos. Ellos le rogaban que se marchase de su país
Ese
es el mercado: una construcción humana a costa del bienestar integral de la
persona, si se lo permitimos.
Si
no lo regulamos y le permitimos ser exclusivamente extensión del mundo de
ganadores se convierte en un monstruo que devora sus creadores.
Este
ser humano recuperó su dignidad perdida.
Lo
cuál no sucedió sin un costo económico alto para esos criadores de cerdos.
Parece
un asunto de prioridades: dignidad o cerdos.
El
costo de la liberación puede ser muy alto, proporcionalmente a los medios de
alguien.
el endemoniado le pidió que lo admitiese en su compañía.
La
curación no significó en este caso que se diera paso a una relación de discipulado.
anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo por su
misericordia
A
los ojos de Jesús es una misión tan válida e importante como seguirlo en su
estilo de vida: proclamar la misericordia del Señor en la propia vida.
Surge
así un ministerio que no entraña el seguimiento físico del Señor Jesús, pero sí
su Espíritu de misión.
Tan
importante como esto es recuperar la dignidad de la persona para glorificar al
Señor.
El hombre se marchó y empezó a proclamar por la Decápolis lo
que Jesús había hecho con él; todos se admiraban.
En
el proceso de liberación de los propios males es importante dar testimonio en
el propio lugar que se resiste a creer que pueda haber otra salvación que ser
ganadores.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1620021491692871680?s=20&t=rLI04KBK-G0pSPJHMEedsQ