lunes, 6 de febrero de 2023

DOCTORES DE LA IGLESIA

 



San Buenaventura  Breviloquio, prólogo

El origen de la sagrada Escritura no hay que buscarlo en la investigación humana, sino en la revelación divina, que procede del Padre de los astros, de quien toma nombre toda familia en el cielo y en la tierra, de quien, por su Hijo Jesucristo, se derrama sobre nosotros el Espíritu Santo, y, por el Espíritu Santo, que reparte y distribuye a cada uno sus dones como quiere, se nos da la fe, y por la fe habita Cristo en nuestros corazones.

REFLEXIÓN

Se corta así por lo sano la discusión eterna sobre el origen de la Sagrada Escritura. Es un tema de fe, no de investigación humana. Si algo habría que discutir, es sobre la fe y su pretensión de alcanzar el origen, privando al esfuerzo humano de comprensión, dada por el mismo Creador, propia y según la coherencia y consistencia de sus métodos.

En esto consiste el conocimiento de Jesucristo, conocimiento que es la fuente de la que dimana la firmeza y la comprensión de toda la sagrada Escritura. Por esto, es imposible penetrar en el conocimiento de las Escrituras, si no se tiene previamente infundida en sí la fe en Cristo, la cual es como la luz, la puerta y el fundamento de toda la Escritura.

REFLEXIÓN

Se trata de una contradicción radical: conocimiento por la fe de Jesucristo mediante la fe previamente infundida, donada, dispensada y que actúa como según las imágenes como luz porque alumbra la oscuridad del misterio, como puerta porque permite entrar desde dentro y no por violencia, y fundamento porque sin ese paso lo que venga no podrá darse.

En efecto, mientras vivimos en el destierro lejos del Señor, la fe es el fundamento estable, la luz directora y la puerta de entrada de toda iluminación sobrenatural; ella ha de ser la medida de la sabiduría que se nos da de lo alto, para que nadie quiera saber más de lo que conviene, sino que nos estimemos moderadamente, según la medida de la fe que Dios otorgó a cada uno.

REFLEXIÓN

Se trata con la fe de una sabiduría donada, de lo alto o de lo profundo, según las tendencias espaciales de tal o cual generación a lo largo de los siglos.  Una sabiduría que opera como un sometimiento, o cesión de derechos, una sumisión, docilidad u obediencia, que obviamente resulta discordante en un ambiente rígido en cuanto a la afirmación del intelecto humano como medida de todas las cosas.

La finalidad o fruto de la sagrada Escritura no es cosa de poca importancia, pues tiene como objeto la plenitud de la felicidad eterna. Porque la Escritura contiene palabras de vida eterna, puesto que se ha escrito no sólo para que creamos, sino también para que alcancemos la vida eterna, aquella vida en la cual veremos, amaremos y serán saciados todos nuestros deseos; y, una vez éstos saciados, entonces conoceremos verdaderamente lo que trasciende toda filosofía: el amor cristiano, y así llegaremos a la plenitud total de Cristo.

REFLEXIÓN

El fin de tal estilo de vida, que tanto descompone la autonomía del conocimiento humano, es alcanzar la vida que, como alternativa a esta, no tiene fin, y por lo tanto implica la felicidad plena, que consiste en ver, amar y saciar todo anhelo.

De esto y su valor en los tiempos presentes, nos son testigos las investigaciones humanas que plantean la dinámica de la búsqueda de la plenitud de los hombres y mujeres. Porque ellas arrojan, que llevamos muy profundamente el anhelo, el deseo, la ansiedad por ser más.

En esta plenitud, de que nos habla el Apóstol, la sagrada Escritura se esfuerza por introducirnos. Ésta es la finalidad, ésta es la intención que ha de guiarnos al estudiar, enseñar y escuchar la sagrada Escritura.

REFLEXIÓN

Dedicarse a la Escritura, es consagrarse a vivir con ilusión de eternidad y plenitud.

Y, para llegar directamente a este resultado, a través del recto camino de las Escrituras, hay que empezar por el principio, es decir, debemos acercarnos, sin otro bagaje que la fe, al Padre de los astros, doblando las rodillas de nuestro corazón, para que él, por su Hijo, en el Espíritu Santo, nos dé el verdadero conocimiento de Jesucristo y, con el conocimiento, el amor, para que así, conociéndolo y amándolo, fundamentados en la fe y arraigados en la caridad, podamos conocer lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo de la sagrada Escritura y, por este conocimiento, llegar al conocimiento pleno y al amor extático de la santísima Trinidad; a ello tienden los anhelos de los santos, en ello consiste la plenitud y la perfección de todo lo bueno y verdadero.

REFLEXIÓN

Tal es el compromiso con la plenitud que anima este estudio de La Escritura por fe, que no se puede dar sin un trabajo por la perfección de lo bueno y verdadero,  de lo ético, lo conveniente, lo razonable y lo responsable desde ahora en esta convivencia humana.

domingo, 5 de febrero de 2023

PALABRA COMENTADA

 

domingo 5 de tiempo ordinario

Isaías 58,7-10

7. ¿No es compartir tu pan con el hambriento,

traer a los humillados, los vagabundos a tu casa?

¿Y cuando ves un desnudo, lo tapas, sin esconderte frente a tu carne?

8. Entonces tu luz brotará como el alba, tu cicatriz germinará rápidamente,

tu justicia irá delante de ti, la gloria de IHVH-Adonai te reunirá.

9. Entonces clamaréis, IHVH-Adonai os responderá; llamarás, él dirá: “¡Aquí estoy! »

Si quitas las cadenas de tu seno,

no tires el dedo levantado, la palabra de fraude,

10. si tomas de tu ser para el hambriento,

para saciar al ser violado,

tu luz brillará en la oscuridad,

tu oscuridad, como el mediodía

 



REFLEXIÓN

Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo, viste al que ves desnudo, y no te cierres a tu propia carne

No importa la desconfianza que inspiren, porque sólo el Señor mira lo profundo de las motivaciones, y la motivación dominante.

romperá tu luz como la aurora, en seguida te brotará la carne sana;

La vivencia de la renovación del sentido de vida viene con la existencia en solidaridad.

te abrirá camino la justicia, detrás irá la gloria del Señor

Cuando el clamor de lo justo te haga bendito y te levantes por la causa de los excluidos, contigo cerrará filas el Señor, quien te hará sombra.

clamarás al Señor, y te responderá

gritarás, y te dirá: "Aquí estoy."

El presupuesto de una oración eficaz, es la existencia de la solidaridad de entrañas abiertas.

su oscuridad se volverá mediodía

el cuarto oscuro que tenemos todos, invisible para nosotros y los demás.

Salmo responsorial: 111



REFLEXIÓN

En las tinieblas brilla como una luz / el que es justo, clemente y compasivo.

En la desesperación para otros, quien se compadece brilla como una luz, no por sí, sino como única solución del apuro.

su corazón está firme en el Señor

A pesar de las sospechas que pueda albergar en su interior sobre las motivaciones espurias del necesitado, al hacer el bien el justo no desiste, fiado en servir el envío del Señor.

su caridad es constante, sin falta

No obstante el descrédito que pueda provocarle su conciencia de incoherencia.

1Corintios 2,1-5

1. Pero yo, viniendo a vosotros, hermanos, no vine

con excelencia de palabra o sabiduría

anunciaros el misterio de los Elohim.

2. Porque he decidido no saber nada entre vosotros,

de lo contrario Yeshua el Mesías, y éste crucificado.

3. Y yo, en debilidad, en estremecimiento,

en un temblor extremo, estaba frente a ti.

4. Y mi palabra, mi kerygma,

no eran palabras convincentes de sabiduría,

sino una demostración de aliento y poder,

5. para que tu agarre no esté en la sabiduría de los hombres,

pero bajo el poder de los Elohims.

 



REFLEXIÓN

nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado.

Es posble que Pablo tuviera en sí gérmenes de infatuación, ya que es el más culto de los apóstoles, pero su vivencia del encuentro con Jesús le posibilita optar por cimentarse más que nada en la sabiduría dela cruz.

Como Ignacio de Loyola y otros, al pedir humillaciones y persecuciones, están más dispuestos a fundamentarse en esa sabiduría del crucificado que en la suya propia.

Quizás es la lección que debo priorizar: nuestro escándalo de cruz es la sabiduría de Dios en nosotros, y es la fuente del Espíritu para servicio de otros. Tener frente a nosotros lo que realmente somos y nuestra estatura verdadera, es el mejor antídoto contra la vanidad y el dominio del Ego.

para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Si nos amó, perdonó y regeneró, vivenciarlo en servicio será lo mejor para la regeneración de otros.

Mateo 5,13-16

13. “Vosotros sois la sal de la tierra.

Pero si la sal se vuelve loca, ¿con qué salarla?

Ya no es lo suficientemente fuerte para nada,

si no para ser arrojado y pisoteado por los hombres.

14 Vosotros sois la luz del universo;

una ciudad en una montaña no se puede ocultar.

15. Nadie quema una lámpara poniéndola debajo de un celemín,

sino en el poste de luz, donde alumbra para todos en la casa.

16. Así que vuestra luz brille delante de los hombres;

ellos verán tus buenas obras, y glorificarán a tu padre celestial.

 



REFLEXIÓN

sois la sal de la tierra.

Si la sal no sala, para qué sirve? Si el servidor no sirve, para qué sirve?

sois la luz del mundo

No se trata de una alfombra roja, ni de una pasarela, ni de glamour, candilejas y espectáculo.

Sino más bien un servidor que no es creíble sino hace gestos de servicio, y para destruirlo el mundo se las pinta solo.

Porque mundo es escéptico de lo justo y del amor auténtico. Mundo es prolongación del acusador, que busca por cualquier resquicio sacar los trapos sucios y desalentar la obra buena.

Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo

Los llamados a dar Gloria, porque muchos solamente sospecharán maliciosamente del que hace el bien.

Este mundo acusador está en el mismo equipo de apóstoles, y se cuela entre las envidias y divisiones.

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