VIERNES 11 DE TIEMPO ORDINARIO
Año Impar
2Corintios 11,18.21b-30
REFLEXIÓN
presumiré de lo que muestra mi debilidad.
Gloriarse,
exultar, enorgullecerse de la falta de fuerza, debilidad, enfermedad. Esto más
que la fortaleza, determinación y constancia que se exhibe en las pruebas.
Si
hay una debilidad que marca todo, y desde la fe, con incertidumbre, se entiende
como cruz.
Como
tal, una prueba querida o permitida por Dios, y para su mayor gloria. Porque de
lo débil y de la cruz hace el Señor brotar vida eterna.
Sólo
eso es potente para sostener en medio
del conflicto y la duda sobre nuestro valor.
Salmo responsorial: 33
REFLEXIÓN
Bendigo al Señor en todo momento,
Poderlo
bendecir en todo momento, señal es de fortaleza del Espíritu, en y por nuestro
espíritu.
que los humildes lo escuchen y se
alegren.
Que
son los permanentes humillados por su aparente debilidad y fracaso a los ojos
del mundo del estatus.
Al
superar la pobreza económica los pobres no deben olvidar la fuerza que los
habita desde su debilidad, para proseguir en la alegría del Señor.
Mateo 6, 19-23
REFLEXIÓN
"No atesoréis tesoros en la
tierra, donde la polilla y la carcoma los roen, donde los ladrones abren
boquetes y los roban. Atesorad tesoros en le cielo, donde no hay polilla ni
carcoma que se los coman, ni ladrones que abran boquetes y roben. Porque dónde
está tu tesoro, allí está tu corazón.
Si
entendemos el cielo como la dimensión del reino en proceso activo desde ya, en
medio de nosotros, atesorar en el cielo significaría vivir, existir trabajando
y apegándonos a esa dimensión, a ese reino.
Implicaría
un compromiso de educarnos, formarnos, afectarnos por el valor del reino, todos
los días, en cada momento.
Porque
allí no hay corrupción ni polilla.
Por
eso luchar contra la corrupción puede ser menos favorable para el reino, que
actuar la incorrupción apegándonos a la justicia, la misericordia y la
fraternidad.
Dónde
va toda mi fuerza vital, hacia dónde se concentra? Debemos alegrarnos si va
hacia la región del Espíritu aun con un lastre carnal, que nos recuerda nuestra
debilidad en transformación.
La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu
cuerpo entero tendrá luz; si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a
oscuras. Y si la única luz que tienes está oscura, ¡cuánta será la oscuridad!
Así
como el ojo es fuente de luz para el cuerpo, la Palabra y su escucha es la
fuente de luz para nuestra existencia. Si no estamos a oscuras.
Luz
ha sido y es la Palabra de Dios que cotidianamente me enseña, me labra, me
esculpe, me anima, me recuerda todo para la salvación de nosotros.
Cómo
mira un ojo sano para dar luz. Cómo uno enfermo para oscurecer? Qué es ojo? la
intención, el móvil, la motivación, la búsqueda?
Hacia
dónde se dirige todo lo que pretendo, por lo que me esfuerzo, lo que construyo,
por lo que me afano?
A
un bien común, a un ágape fraterno o más bien, hacia un egoísmo que daña los
demás?
El
malestar de nuestra cultura se aloja en ese norte inconfesado, que procura
reunir en sinergia todas nuestras fuerzas para empoderarnos.
Pero en
donde no cabe la debilidad que se ofrece a la transformación en fuerza de Dios.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1672207252051173376?s=20
COMPARTIR LA PALABRA
2Corintios 11,18.21b-30
La debilidad de la que Pablo se gloria es aquella de
la que brota una fortaleza para asumir trabajos, preocupaciones, calamidades y
luchas por la fe en Jesucristo propia y de las comunidades que se sirven.
Debilidad para la fortaleza del servicio al evangelio de Jesús. Capacidad de
sufrir por la causa de Jesús.
Salmo responsorial: 33
Invocar al Señor desde la aflicción es recurrir a su
disponibilidad a intervenir por causa de nuestra debilidad, intervención que
simpre tiene en el horizonte a la red en la que convivo, al pueblo de Dios
Mateo 6, 19-23
La preocupación por lo valioso o tesoro es que se pierda,
se dañe, se robe, es decir, las contingencias que impiden experimentar seguridad
absoluta, contra todo riesgo. Aquello que quisiéramos asegurar para siempre y así
tener paz y descanso total, de manera que me desconecto de cualquier
preocupación. Por supuesto, sólo Dios es la seguridad absoluta, y un tesoro
tendrá que ver con el dominio de Dios para durar para siempre.