martes, 1 de agosto de 2023

DOCTORES DE LA IGLESIA


 
De las obras de San Alfonso María de Ligorio, obispo.
(Tratado sobre la práctica del amor a Jesucristo, edición latina, Roma 1909, pp. 9-14)


EL AMOR A CRISTO

Toda la santidad y la perfección del alma consiste en el amor a Jesucristo, nuestro Dios, nuestro sumo bien y nuestro redentor. La caridad es la que da unidad y consistencia a todas las virtudes que hacen al hombre perfecto.

¿Por ventura Dios no merece todo nuestro amor? Él nos ha amado desde toda la eternidad. «Considera, oh hombre —así nos habla—, que yo he sido el primero en amarte. Aún no habías nacido, ni siquiera existía el mundo, y yo ya te amaba. Desde que existo, yo te amo.»

Dios, sabiendo que al hombre se lo gana con beneficios, quiso llenarlo de dones para que se sintiera obligado a amarlo:
«Quiero atraer a los hombres a mi amor con los mismos lazos con que habitualmente se dejan seducir: con los vínculos del amor.» Y éste es el motivo de todos los dones que concedió al hombre. Además de haber dado un alma dotada, a imagen suya, de memoria, entendimiento y voluntad, y un cuerpo con sus sentidos, no contento con esto, creó, en beneficio suyo, el cielo y la tierra y tanta abundancia de cosas, y todo ello por amor al hombre, para que todas aquellas creaturas estuvieran al servicio del hombre, y así el hombre lo amara a él en atención a tantos beneficios.

Y no sólo quiso darnos aquellas creaturas, con toda su hermosura, sino que además, con el objeto de conquistarse nuestro amor, llegó al extremo de darse a sí mismo por entero a nosotros. El Padre eterno llegó a darnos a su Hijo único. Viendo que todos nosotros estábamos muertos por el pecado y privados de su gracia, ¿que es lo que hizo?
Llevado por su amor inmenso, mejor aún, excesivo, como dice el Apóstol, nos envió a su Hijo amado para satisfacer por nuestros pecados y para restituirnos a la vida, que habíamos perdido por el pecado.

Dándonos al Hijo, al que no perdonó, para perdonarnos a nosotros, nos dio con él todo bien: la gracia, la caridad y el paraíso, ya que todas estas cosas son ciertamente menos que el Hijo: El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por todos nosotros,
¿cómo no nos dará con él todo lo demás?
REFLEXIÓN
Jesús, donación del Padre y en él todo lo demás. 

Martes, XVII
San Basilio Magno Homilía 3 sobre la caridad 6

Oh hombre, imita a la tierra; produce fruto igual que ella, no sea que parezcas peor que ella, que es un ser inanimado. La tierra produce unos frutos de los que ella no ha de gozar, sino que están destinados a tu provecho. En cambio, los frutos de beneficencia que tú produces los recolectas en provecho propio, ya que la recompensa de las buenas obras revierte en beneficio de los que las hacen. Cuando das al necesitado, lo que le das se convierte en algo tuyo y se te devuelve acrecentado. Del mismo modo que el grano de trigo, al caer en tierra, cede en provecho del que lo ha sembrado, así también el pan que tú das al pobre te proporcionará en el futuro una ganancia no pequeña. Procura, pues, que el fin de tus trabajos sea el comienzo de la siembra celestial: Sembrad justicia, y cosecharéis misericordia, dice la Escritura.

REFLEXIÓN

Muchas cosas están en contra de una mirada confiada en la eternidad. Entre ellas la tradición. Porque así como la tradición del mensaje evangélico, se sigue llevando a través de los siglos, como un prestigio del tiempo que pasa y no vuelve, así la dureza de corazón persiste en su tradición de resistir la buena obra y las entrañas aguadas en favor del miserable. Dos tradiciones, una frente a otra, ancianas las dos, robustas y enérgicas las dos, determinadas hasta llegar al final de una de ellas y sobrevivirla para siempre.

lunes, 31 de julio de 2023

PALABRA COMENTADA

LUNES 17 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Éxodo 32,15-24.30-34



REFLEXIÓN

Las tablas estaban escritas por ambos lados; eran hechura de Dios, y la escritura era escritura de Dios, grabada en las tablas

Si se toma al pie de la letra, la imagen que nos viene es la de un rayo esculpiendo la piedra de las tablas, sin intervención humana, portentosamente.

Así nos lo han ejemplificado algunos filmes sobre esta gesta.

Pero en el fondo lo que valdría para toda mentalidad, tanto la que se mueve por los portentos como la que desconfía de ellos, es la intención de esta redacción en hacer derivar del mismísimo Dios la ley, el decálogo.

Hasta nuestros días, al menos para amplios sectores de población, tanto de oriente como de occidente, el decálogo sigue inspirando como referente de los derechos de Dios y de los seres humanos.

Sin este aporte de la literatura bíblica nos hubiera costado más dar con una plataforma de derechos tan humanizante, de una gran calidad de vida y tan respetable en su origen divino.

Este aporte a la civilización humana caracteriza la religión bíblica como una ética, que procura la acción transformante de la sociedad y los individuos, para garantizar el discurso de fe.

"Haznos un Dios que vaya delante de nosotros, pues a ese Moisés que nos sacó de Egipto no sabemos qué le ha pasado

En ausencia prolongada del líder quién puede criticar que habría que buscar un reemplazo para el ordenamiento de la gente, y que no incurrieran en un caos? Aaron hizo lo que pudo, y echó mano de esquemas anteriores, visibilizando la divinidad en alguna forma.

Pero Moisés que ya había subido al monte y experimentado la invisibilidad activa de Dios, no podía permitir semejante retroceso.

Dos visiones confrontadas, pero con resultados diferentes para el derrotero humano y su ascensión. La divinidad irrepresentable pero ética y la divinidad visible y manipulable para los intereses del más fuerte y astuto.

Toda rebeldía humana que enarbole la libertad y la dignidad de la persona asumirá al Dios libre y ético.

Volvió, pues, Moisés al Señor y le dijo: "Este pueblo ha cometido un pecado gravísimo, haciéndose dioses de oro. Pero ahora, o perdonas su pecado o me borras del libro de tu registro."

Sin embargo la visión ética no es fundamentalista sino misericordiosa. Se trata de un Dios al que se puede regresar para que volvamos a comenzar y salvarnos. Hasta cuándo? Setenta veces siete.

Salmo responsorial: 105



REFLEXIÓN

cambiaron su gloria por la imagen

Hemos de aprender la verdadera Gloria de Dios que radica en su libertad única, para entender la dignidad a la que nos convoca, como pueblo, como hijos. Tal gloria y dignidad resplandece en Jesús de Nazareth.

Se olvidaron de Dios, su salvador

No importa tanto un olvido de memoria, como el seguir viviendo y actuando como seres manipulables y manipuladores de la libertad humana, para satisfacer intereses menos nobles.

Moisés, su elegido, / se puso en la brecha frente a él

En Jesús se nos ofrece el líder que muere en la brecha, para impedir que se consolide la divinidad vengativa, inspiradora de los regímenes totalitarios.

Mateo 13,31-35



REFLEXIÓN

"El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un arbusto más alto que las hortalizas, y vienen los pájaros a anidar en sus ramas."

Un modo de vivir, al alcance de la mano, pero con una enorme pujanza de crecimiento. Una realidad animada por un imparable desarrollo, aunque no lo pretendamos.

"El reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina, y basta para que todo fermente."

En nuestro tiempo se ha hecho sentir una realidad naciente, que colma nuestros sueños de equidad, y no hay forma de detener su avance, para preocupación de los que controlan el orden, más allá de lo justo.

La desproporción entre el inicio y el desarrollo, que produce asombro, admiración y satisfacción.

"Abriré mi boca diciendo parábolas, anunciaré lo secreto desde la fundación del mundo."

Porque estas realidades, por enigmáticas, no suelen ser material para la comunicación manipulada por el mercado. Más bien son temibles para quienes se aferran al orden inicuo y elitista.

Las parábolas, los enigmas, los desafíos a la comprensión de la existencia surgen como puertas que se pueden abrir a la sabiduría, que significa escuchar y cumplir la Palabra.

Hemos de preguntar cada día: cuál es la parábola de hoy? Aquella que nos revela lo pequeño, por donde llega la sabiduría y la salvación del reino.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1685991952813035520?s=20

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Lunes 17ª semana de tiempo ordinario

Éxodo 32,15-24.30-34

Salmo responsorial: 105

Mateo 13,31-35