miércoles, 30 de octubre de 2024

SAN CARLO DE JESUS ACUTIS DE ASIS

BEATO CARLO



 De los opúsculos de San Pedro Damiani
(Opúsculo 11, 56.10: PL 145, 235-236. 239)
La comunión de los santos en la unidad de la fe

La Iglesia de Cristo posee una estructura tan compacta gracias a la mutua
caridad, que es místicamente una en la pluralidad y plural en su singularidad;
hasta el punto de que no sin razón toda la Iglesia universal es singularmente
presentada como la única esposa de Cristo, y cada alma en particular es
considerada, en virtud del misterio sacramental, como la Iglesia en su plenitud.

De todo lo cual podemos claramente deducir que si toda la Iglesia es

designada en la persona de un solo hombre y esa misma Iglesia es lógicamente

llamada virgen única, la santa Iglesia es simultáneamente una en todos y todaen cada uno:simple en la pluralidad gracias a la unidad de fe, y múltiple en lasingularidad gracias a la fuerza cohesiva de la caridad y la diversidad decarismas, ya que todos proceden del Uno.


Así pues, aunque diversificada por la multiplicidad de personas, la santa

Iglesia está fundida en la unidad por el fuego del Espíritu Santo: por eso, aun

cuando en su existencia corporal parezca geográficamente dividida, esta

comprobación en nada consigue mermar la integridad del misterio de su íntima

unidad. 

Pues el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el

Espíritu Santo que se nos ha dado. Pues bien, este Espíritu, que

indudablemente es uno y múltiple: —uno en la majestad de la esencia, múltiple

en la diversidad de sus carismas—, es el que permite a la Iglesia santa —que él

plenifica— ser una en su universalidad y universal en su parcialidad.


Por consiguiente, si los que creen en Cristo son una misma cosa, donde

quiera que está visiblemente un miembro, allí está también místicamente

presente todo el cuerpo. Donde se da una verdadera unidad de fe, esta unidad

no admite la soledad en uno, ni en la pluralidad tolera el cisma de la diversidad.

En realidad, ¿qué dificultad hay en que de una sola boca salga una diversidad de

voces, voces que si son plurales por la lengua, es una misma fe la que las

alterna? En efecto, toda la Iglesia es indudablemente un solo cuerpo.


Si, pues, toda la Iglesia es el único cuerpo de Cristo y nosotros somos

miembros de la Iglesia, ¿qué inconveniente hay en que cada uno de nosotros

nos sirvamos de las palabras de nuestro cuerpo, esto es, de la Iglesia, con la cual

formamos realmente una unidad? Un ejemplo: si siendo muchos formamos una

sola cosa en Cristo, en él cada uno de nosotros se posee íntegramente, hasta tal

punto que, aunque parezcamos estar por la soledad de los cuerpos, muy alejadosde la Iglesia, le estamos no obstante siempre íntimamente presentes en virtud del inviolable sacramento de la unidad. 

De esta suerte, lo que es de todos, lo es también de cada uno; y lo que para algunos es singularmente especial, esasimismo común a todos en la integridad de la fe y de la caridad. Rectamente,pues, puede el pueblo clamar: Misericordia, Dios mío, misericordia.


Nuestros santos Padres decretaron que la existencia de esta indisoluble

unión y comunión de los fieles en Cristo debía adquirir un grado de certeza tal

que la introdujeron en el símbolo de la profesión de fe católica, y nos ordenaron

repetirla habitualmente entre los mismos rudimentos de la fe cristiana. Porque

inmediatamente después de haber dicho: Creo en el Espíritu Santo, en la santa

Iglesia, añadimos a renglón seguido: en la comunión de los santos, para que al

mismo tiempo que testimoniamos nuestra fe, en Dios, afirmemos también

lógicamente la comunión de la Iglesia, que es una sola cosa con él. Esta es

efectivamente la comunión de los santos en la unidad de la fe: que los que creen

en el único Dios han renacido en un solo bautismo, han sido confirmados por un

mismo Espíritu Santo, han sido invitados a la misma vida eterna en virtud de la

gracia de adopción.


martes, 29 de octubre de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Martes 30 de tiempo ordinario

Año Par

Efesios 5, 21-33



REFLEXIÓN

Es éste un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia

Un enigma o cuestión desafiante de toda lógica se considera un misterio.

En el texto Paulino quizá tiene relación con un término en boga en algunas religiones paganas, llamadas misterios, las cuales cifraban su atractivo en lo oculto abierto sólo a los iniciados.

En la Palabra si existe uno es de orden salvífico y se destina a todos. No hay en la Palabra un misterio en el sentido de algo que no deba saberse, sino al contrario. Todo misterio está para revelarse por designio del Señor.

Así en está sociedad de la información que somos ahora, la información salvífica es para democratizarse, y debe estar disponible a todos y todas.

El misterio en concreto que nos revela la Palabra es la unión entre Jesús glorificado y su comunidad de fe. 

Esa unión es más fuerte que la más fuerte del género humano, como es la del hombre y la mujer en una sola carne.

Esa unión de carne que es capaz de romper todo lazo de dependencia previo, es un signo de la unión indisoluble entre Jesús y su comunidad creyente.

Una realidad que debe afectar no sólo la conciencia individual sino también la colectiva.

No podemos sin embargo negar que vivimos en una época de crisis en la que la diversidad de género obliga a una revisión del signo de unión que nos muestra la Palabra.

Salmo responsorial: 127



REFLEXIÓN

Dichoso el que teme al Señor / y sigue sus caminos

Se trata de una dicha que hemos de ventilar en nuestras realidades históricas, para que sea creíble.

Una persona de fe buscará discernir los caminos del Señor en medio de las realidades no tradicionales también, como serían las que brotan por ejemplo de la diversidad de género.

Porque quizá nos encontramos según esto ante una sensibilidad de conciencia que debemos entender antes de condenar y con la que debemos dialogar para dar testimonio del reino.

Y si nuestra fe nos ubica en una apertura salvífica al mundo y sus cambios también estamos siguiendo los caminos del Señor que un Espíritu libre y creativo.

Lucas 13,18-21



REFLEXIÓN

Jesús decía: "A qué se parece el reino de Dios? ¿A qué lo compararé?

Una realidad enigmática como el reino de Dios, era frecuentemente abierto, revelado y compartido por Jesús a través de sus comparaciones.

No era un líder que mantenía su poder fundamentado en secretos, sino más bien en la apertura de todo misterio.

Su función reveladora es un esfuerzo al máximo de transparentar el Padre, el Absoluto Radical, para beneficio de todos y todas.

Se trata de la oferta de comunicación de un bien, más seria, profunda y amorosa que haya emprendido ser creado alguno, en el espacio y en el tiempo, aun cuando en su proceso de despliegue no parezca siempre a todas luces haber logrado su empeño.

Tal oferta de comunicación de código abierto se planta ante los demás como un modelo que contrasta con la deficiente comunicación entre nosotros, cargada por demás de intereses mezquinos, egoísmo, venganza y malquerencia.

un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; crece, se hace un arbusto y los pájaros anidan en sus ramas."

Un grano como la primicias donadas del Espíritu que va creciendo con nuestra cooperación y que incluye la creación: un conjunto cuyo contenido lo constituye un Jesús místico pero real, luminoso pero profundo.

parece a la levadura que una mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que todo fermenta

Nadie pensaría que desde esa pequeñez se derivaría tamaña construcción.

El reino es la maravilla de Dios que se expresa lo pequeño que crece y transforma.

Ese es el misterio o enigma: el accionar del Señor que salva, libera, transforma desde lo pequeño.

La revelación de la Palabra es sobre el valor inconmensurable de lo pequeño en el designio del Señor. 

Una muestra del peso del prestigio y gloria del Señor ostensible para quien crea desde la pequeñez.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1584878310466936833?s=20&t=8MRBd1xew_8mJ4oDuE36aA


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Martes 30 de tiempo ordinario

Año Par

Efesios 5, 21-33

Salmo responsorial: 127

Lucas 13,18-21