viernes, 15 de agosto de 2025

SAN CARLO ACUTIS DE ASIS



 

De la Constitución apostólica Munificentissimus Deus del papa Pío doce
(AAS 42 [1950], 760-762. 767-769)


TU CUERPO ES SANTO Y SOBREMANERA GLORIOSO

Los santos Padres y grandes doctores, en las homilías y disertaciones dirigidas al pueblo en la fiesta de la Asunción de la Madre de Dios, hablan de este hecho como de algo ya conocido y aceptado por los fieles y lo explican con toda precisión, procurando sobre todo hacerles comprender que lo que se conmemora en esta festividad es no sólo el hecho de que el cuerpo sin vida de la Virgen María no estuvo sujeto a la corrupción, sino también su triunfo sobre la muerte y su glorificación en el cielo, a imitación de su Hijo único Jesucristo.

Y, así, san Juan Damasceno, el más ilustre transmisor de esta tradición, comparando la asunción de la santa Madre de Dios con sus demás dotes y privilegios, afirma, con elocuencia vehemente:

«Convenía que aquella que en el parto había conservado intacta su virginidad conservara su cuerpo también después de la muerte libre de la corruptibilidad. Convenía que aquella que había llevado al Creador como un niño en su seno tuviera después su mansión en el cielo. Convenía que la esposa que el Padre había desposado habitara en el tálamo celestial. Convenía que aquella que había visto a su Hijo en la cruz y cuya alma había sido atravesada por la espada del dolor, del que se había visto libre en el momento del parto, lo contemplara sentado a la derecha del Padre. Convenía que la Madre de Dios poseyera lo mismo que su Hijo y que fuera venerada por toda creatura como Madre y esclava de Dios.»

Según el punto de vista de san Germán de Constantinopla, el cuerpo de la Virgen María, la Madre de Dios, se mantuvo incorrupto y fue llevado al cielo, porque así lo pedía no sólo el hecho de su maternidad divina, sino también la peculiar santidad de su cuerpo virginal:

«Tú, según está escrito, te muestras con belleza; y tu cuerpo virginal es todo él santo, todo él casto, todo él morada de Dios, todo lo cual hace que esté exento de disolverse y convertirse en polvo, y que, sin perder su condición humana, sea transformado en cuerpo celestial e incorruptible, lleno de vida y sobremanera glorioso, incólume y partícipe de la vida perfecta.»

Otro antiquísimo escritor afirma:

«La gloriosa Madre de Cristo, nuestro Dios y salvador, dador de la vida y de la inmortalidad, por él es vivificada, con un cuerpo semejante al suyo en la incorruptibilidad, ya que él la hizo salir del sepulcro y la elevó hacia sí mismo, del modo que él solo conoce.»

Todos estos argumentos y consideraciones de los santos Padres se apoyan, como en su último fundamento, en la sagrada Escritura; ella, en efecto, nos hace ver a la santa Madre de Dios unida estrechamente a su Hijo divino y solidaria siempre de su destino.

Y sobre todo hay que tener en cuenta que, ya desde el siglo segundo, los santos Padres presentan a la Virgen María como la nueva Eva asociada al nuevo Adán, íntimamente unida a él, aunque de modo subordinado, en la lucha contra el enemigo infernal, lucha que, como se anuncia en el protoevangelio, había de desembocar en una victoria absoluta sobre el pecado y la muerte, dos realidades inseparables en los escritos del Apóstol de los gentiles. Por lo cual, 
así como la gloriosa resurrección de Cristo fue la parte esencial y el último trofeo de esta victoria, así también la participación que tuvo la santísima Virgen en esta lucha de su Hijo había de concluir con la glorificación de su cuerpo virginal, ya que, como dice el mismo Apóstol: Cuando esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra escrita: «La muerte ha sido absorbida en la victoria.»

Por todo ello, la augusta Madre de Dios, unida a Jesucristo de modo arcano, desde toda la eternidad, por un mismo y único decreto de predestinación, inmaculada en su concepción, virgen integérrima en su divina maternidad, asociada generosamente a la obra del divino Redentor, que obtuvo un pleno triunfo sobre el pecado y sus consecuencias, alcanzó finalmente, como suprema coronación de todos sus privilegios, el ser preservada inmune de la corrupción del sepulcro y, a imitación de su Hijo, vencida la muerte, ser llevada en cuerpo y alma a la gloria celestial, para resplandecer allí como reina a la derecha de su Hijo, el rey inmortal de los siglos.

jueves, 14 de agosto de 2025

PALABRA COMENTADA


 

JUEVES 19 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Josué 3,7-10a.11.13-17



REFLEXIÓN

un Dios vivo está en medio de vosotros, y que va a expulsar ante vosotros a los cananeos

Un Dios vivo se muestra con un hecho favorable a la suerte del pobre.

No podemos tomarlo al pie de la letra, o como signo único.

También el silencio expresa su actividad, según creemos. Y este silencio se da en el fracaso, según leemos por fe en la suerte de Jesús.

Se expresa así una pedagogía, una enseñanza sobre los diversos modos y etapas del conocimiento del Señor.

la corriente del Jordán se cortará

Un nuevo éxodo o su réplica acontece para los israelitas.

Su fe se ha abierto desde el prodigio anterior a considerar hechos favorables como venidos de la mano del Señor.

Se forma en ellos una actitud frente a la existencia y la historia que descansa en la protección de su Dios.

No obstante las dificultades de la lucha por la vida y su significado, la fe en un Dios así, permite construir un sentido de acompañamiento, que redunda en una confianza básica, y un cierto optimismo y positivismo para lograr algunos objetivos.

Salmo responsorial: 113ª



REFLEXIÓN

¿Qué te pasa, mar, que huyes, / a ti, Jordán, que te echas atrás?

Somos de memoria corta y nuestra acción de gracias no es constante, como es la de Cristo eucaristía.

Aún en eso tenemos que adherirnos a su acción de gracias para que supla nuestra cortedad.

Como el pueblo de Dios en su peregrinar, que cantaba constantemente al Señor las maravillas vividas, para sentirse convocados a nuevas visiones de su intervención.

Con nosotros hoy la palabra proferida antiguamente, cobra vigencia.

De ahí el sentido de celebrarla y agradecerla.

Mateo 18,21-19,1



REFLEXIÓN

el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así

Sigue siendo una práctica hacer pagar deudas con algún género de esclavitud u opresión. Quien dice deudas, dice favores, ayudas que esperan ser resarcidas, aunque sea con la entrega del cuerpo. Así se prostituyen algunos, y se hunde en el horizonte su sentido de dignidad.

"Ten paciencia conmigo,

La caridad es paciente…Un efecto del don del Espíritu en el amor que viene del Señor.

Pero es más realista y coherente cuando cae en cuenta que unos con otros somos deudores de la paciencia del amor de los demás.

El señor tuvo lástima(σπλαγχνίζομαι, splagchnizomai)

Esta es una ganancia que nos aporta la intermediación de Jesús: el Padre siempre tendrá compasión de nuestro enredo, pase lo que pase.

Es un código o clave que abre la disposición favorable a la práxis del Reino de Dios: dar de comer, de beber, sanar, vestir…

Pero él se negó, y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía

Qué extraño mecanismo de disociación nos lleva a convertirnos en verdugos siendo así que en algún momento fuímos indultados de nuestra propia condena?

Es un indicativo de nuestra deformación moral que actúa contra los demás lo que excusa en sí mismo.

Se da en todo ser humano que no hace el ejercicio constante de autocrítica, arrepentimiento y reparación.

Cuando sí se hace el tal ejercicio, la fraternidad del reino cuenta con una dinámica de corrección de su rumbo mientras transita por la historia.

¿No debías tú también tener compasión(eleesai:tener compasión) de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?"

Es el sentido que oramos en el Padre Nuestro.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1692123780343111905?s=20

https://x.com/motivaciondehoy 140825

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JUEVES 19 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Josué 3,7-10a.11.13-17

El Dios vivo, expresión que se usa en varios pasajes, pero fundamentalmente en la confesión de Pedro en Cesarea de Filipo, sobre Jesús el Hijo de Dios vivo. El Dios vivo se nos revela en su Palabra inmemorial y sobretodo en su Hijo Palabra, con palabras de vida eterna, porque es un Dios vivo y de vivos.

Salmo responsorial: 113A

El Exodo es una gesta que se replica en todo el hacer de Israel a lo largo de su historia, como la Resurrección de Jesús lo es para el Israel del Espíritu.

Mateo 18,21-19,1

La circunstancia histórica que mueve las entrañas a compadecerse es una señal de la presencia del Dios vivo que llama a amar sanando, enseñando, acompañando, orando.