martes, 10 de agosto de 2021

BEATO CARLO

BEATO CARLO



 Del tratado de Teodoreto de Ciro, obispo, sobre la encarnación del Señor
(Núm. 28: PG 75, 1467-1470)

SUS CICATRICES NOS CURARON

Los sufrimientos de nuestro Salvador son nuestra medicina. Es lo que enseña el profeta,
cuando dice: Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo
estimamos leproso, herido de Dios y humillado; pero él fue traspasado por nuestras
rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Nuestro castigo saludable cayó sobre él, sus

cicatrices nos curaron. Todos errábamos como ovejas; por esto, como cordero llevado al
matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca.
Y, del mismo modo que el pastor, cuando ve a sus ovejas dispersas, toma a una de ellas
y la conduce donde quiere, arrastrando así a las demás en pos de ella, así también la
Palabra de Dios, viendo al género humano descarriado, tomó la naturaleza de esclavo,
uniéndose a ella, y, de esta manera, hizo que volviesen a él todos los hombres y condujo a
los pastos divinos a los que andaban por lugares peligrosos, expuestos a la rapacidad de
los lobos.
Por esto, nuestro Salvador asumió nuestra naturaleza; por esto, Cristo, el Señor aceptó
la pasión salvadora, se entregó a la muerte y fue sepultado; para sacarnos de aquella
antigua tiranía y darnos la promesa de la incorrupción, a nosotros, que estábamos sujetos
a la corrupción. En efecto, al restaurar, por su resurrección, el templo destruido de su
cuerpo, manifestó a los muertos y a los que esperaban su resurrección la veracidad y
firmeza de sus promesas.
“Pues, del mismo modo —dice— que la naturaleza que tomé de vosotros, por su unión
con la divinidad que habita en ella, alcanzó la resurrección y, libre de la corrupción y del
sufrimiento, pasó al estado de incorruptibilidad e inmortalidad, así también vosotros seréis
liberados de la dura esclavitud de la muerte y, dejada la corrupción y el sufrimiento, seréis
revestidos de impasibilidad”.
Por este motivo, también comunicó a todos los hombres, por medio de los apóstoles, el
don del bautismo, ya que les dijo: Id y haced discípulos de todos los pueblos,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. El bautismo es un
símbolo y semejanza de la muerte del Señor, pues, como dice san Pablo, si nuestra
existencia está unida a él en una muerte como la suya, lo estará también en una
resurrección como la suya.

lunes, 9 de agosto de 2021

PALABRA COMENTADA

 

LUNES 19 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Deuteronomio 10,12-22



REFLEXIÓN

¿qué es lo que te exige el Señor, tu Dios?

Qué he hecho por Cristo, qué hago por Cristo, qué debo hacer por Cristo?.

Así termina la primera semana en coloquio con el crucificado, en los ejercicios espirituales ignacianos.

Una coyuntura de gracia y fe, en la que el Espíritu del Señor buscará atraer las fuerzas más profundas del ejercitante para provocar su peregrinaje a favor del reino.

Más que un ejercicio en solitario, estancado en las lágrimas de la culpa, se busca una conversión a la misión que significa la fe en la buena nueva de Jesús de Nazareth.

El resorte o estrategia de la espiritualidad española del siglo XVI para este conjuro de fuerzas reconducidas es la sensibilidad y afectación por el crucificado.

Habría que preguntarse, como en las crisis de transición de fe de otras épocas, si nos nos falta un poco más de identificación, en base a esta sensibilidad, que no sensiblería.

Que temas al Señor, tu Dios, que sigas sus caminos y le ames, que sirvas al Señor, tu Dios, con todo el corazón y con toda el alma, que guardes los preceptos del Señor, tu Dios, y los mandatos que yo te mando hoy, para tu bien

Un Principio y fundamento para el pueblo vinculado íntima y cordialmente a la persona creyente. Se trata de su propio bien.

sólo de vuestros padres se enamoró el Señor, los amó, y de su descendencia os escogió a vosotros entre todos los pueblos, como sucede hoy.

Cuando llegan las pruebas del amor cuesta aceptar que proceden de un Dios enamorado.

Circuncidad vuestro corazón, no endurezcáis vuestra cerviz

Aparece la circuncisión como símbolo de sensibilidad profunda, contraria a la dureza, la terquedad, la desobediencia.

no es parcial ni acepta soborno, hace justicia al huérfano y a la viuda, ama al forastero, dándole pan y vestido.

Aun volcándose a los vulnerables, se declara no parcial ni sobornable.

Esto incluye sobornos o manipulaciones por sentimientos de culpa, que puede ser una motivación por la que asumimos la “causa” de los pobres.

Sobre todo cuando es más prestigioso y conveniente incluirse en la bandera de la izquierda o de la derecha.

Porque hay una suerte de discriminación ideológica mediante la cual una tendencia proscribe a la otra.

Otra suerte de dogmatismo y sectarismo, prejuicio o apartheid.

Amaréis al forastero, porque forasteros fuisteis en Egipto

La solidaridad nace de la empatía: ponerse en el sitio de otro, permite sufrir en la propia carne la desgracia ajena.

Es más noble que otros cálculos.

te pegarás (dabak/ דָּבַק : aferrarse, colgarse) a él

Lo seguirás de cerca, profundamente atraído.

La dependencia creatural y metafísica debe dar paso a la apropiación consciente, en una dependencia voluntaria, mediante la que hacemos oblación de nuestra centella más preciada: la libertad.

Salmo responsorial: 147



REFLEXIÓN

ha reforzado los cerrojos de tus puertas

Es un alivio vivenciar a un Señor que nos cerca y rodea para protegernos, y fortalece nuestras vulnerabilidades, nuestras puertas de entrada al daño.

A medida que se consume la existencia, en el horizonte es más visible la emergencia de un antagonista del designio del Señor, y como tal induce al miedo, hace temer en pavores nocturnos, como una acechanza indeterminada.

te sacia con flor de harina

No es suficiente la seguridad que sentimos, cuando nos visita toda suerte de hambres.

Su pan de cada día: palabra, eucaristía, alimentos que energetizan, son su bendición constante para nuestro peregrinaje.

Mateo 17,22-27



REFLEXIÓN

En aquel tiempo, mientras Jesús y los discípulos recorrían juntos la Galilea, les dijo Jesús: "Al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres, lo matarán, pero resucitará al tercer día." Ellos se pusieron muy tristes.

Jesús desahoga su presentimiento: va a ser ajusticiado. Lo que está haciendo y diciendo tendrá consecuencias trágicas. Se da cuenta por las acechanzas.

Pero algo en él le da sentido a la tragedia para irla transformando en un drama, una elegía de superación.

Intervendrá el Misterio a su favor resucitándolo.

El anuncio de la pasión deja en la oscuridad la promesa de la resurrección. Puede ser indicio de un dicho histórico, y no un producto de la experiencia pascual.

El evangelista recoge la tristeza como tristeza? O desde el gozo y la certeza de la vida, recoge la tristeza de la muerte?

En medio de una gira triunfal: milagros, curaciones, multitudes agradecidas que hacían presagiar grandes proyectos de ambición personal surge este anuncio o advertencia de su líder, como una preparación.

Frente a eso se sienten desalentados e impotentes.

Quizás hasta frustrados porque no parece justo que su inversión de interés y tiempo termine en el callejón sin salida del fracaso.

Ellos se apuntaban para ganar, no para perder. Y eso de resucitar en el contexto de pérdida y fracaso de la misión se entendería muy poco, muy mal. Casi como un premio de consolación, pero sin mayor significación.

Entonces, los hijos están exentos

Los hijos en el reino no pagarán impuesto.

El reino de Dios se caracteriza porque sus hijos están exentos de tributar. No así con los reinos mundanos, en los que la corrupción consiste en robar el tributo para beneficio de los que lo cobran, erosionando el bien común.

Por eso los enriquecidos con el poder mundano han de amasar grandes cantidades, por si son llamados a juicio, y así poder costear abogados astutos e inescrupulosos, y sobornar los tribunales.

Sin embargo, para no darles mal ejemplo, ve al lago, echa el anzuelo, coge el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda de plata. Cógela y págales por mí y por ti".

Es para pensarlo mejor: mal ejemplo para quién o de qué?

Si se niega el impuesto se azuza la rebeldía y la confrontación, con sus consecuencias del ajusticiamiento por el más fuerte que es el Imperio.

Si se acepta el impuesto, se doblega en apariencia de pusilanimidad y cobardía que acepta una injusticia, pero se salva la vida frente al más fuerte, el Imperio. Pragmatismo? Repliegue estratégico? Sensatez? O enfocarse en lo primordial: mantenerse como hijos del reino donde no habrá impuestos.?

Si Jesús no hubiera accedido se tomaría como rebeldía. No significa que está de acuerdo, pues se siente como hijo exento del impuesto.

Además paga con un artilugio mágico, que no está a disposición de cualquiera, ni es un milagro con un objetivo de fe y conversión.

Para no ponerles una zancadilla, ponerlos en aprieto, o crear confusión sobre sus verdaderos motivos. Táctica o estrategia de Jesús?

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1424693958135975939?s=20