lunes, 27 de septiembre de 2021

BEATO CARLO

 


De la carta de san Policarpo, obispo y mártir, a los Filipenses
(Caps. 3,1-5,2: Funk 1,269-273)
ARMÉMONOS CON LAS ARMAS DE LA JUSTICIA

No es por propia iniciativa mía, hermanos, que os escribo estas cosas referentes a la
justicia, sino que lo hago porque vosotros mismos me habéis incitado a ello. Porque ni yo
ni persona alguna semejante a mí puede competir con la sabiduría del bienaventurado y
glorioso apóstol Pablo, el cual, viviendo entre vosotros y hablando cara a cara con los

hombres que vivían en aquel entonces en vuestra Iglesia, enseñó con exactitud y con
fuerza la palabra de verdad y, después de su partida, os escribió una carta, que, si
estudiáis con atención, os edificará en aquella fe, madre de todos nosotros, que va
seguida de la esperanza y precedida del amor a Dios, a Cristo y al prójimo. El que
permanece en estas virtudes cumple los mandamientos de la justicia, porque quien posee
la caridad está muy lejos de todo pecado.
La codicia es la raíz de todos los males. Sabiendo, pues, que sin nada vinimos al mundo
y sin nada nos iremos de él, armémonos con las armas de la justicia e instruyámonos
primero a nosotros mismos a caminar según los mandamientos del Señor. Enseñad
también a vuestras esposas a caminar en la fe que les fue dada, en la caridad y en la
castidad; que aprendan a ser fieles y cariñosas con sus maridos, a amar castamente a
todos y a educar a sus hijos en el temor de Dios. Que las viudas sean prudentes en la fe
del Señor y que oren sin cesar por todos, apartándose de toda calumnia, maledicencia,
falso testimonio, amor al dinero, y alejándose de todo mal. Que piensen que ellas son
como altar de Dios y que el Señor lo escudriña todo, pues nada se le oculta de nuestros
pensamientos ni de nuestros sentimientos ni de los secretos más íntimos de nuestro
corazón.
Y, ya que sabemos que con Dios no se juega, nuestro deber es caminar de una manera
digna de sus mandamientos y de su voluntad. De una manera semejante, que los
diáconos sean irreprochables ante la santidad de Dios, como ministros que son del Señor y
de Cristo, no de los hombres: que no sean calumniadores ni dobles en sus palabras ni
amantes del dinero, sino castos en todo, compasivos, caminando conforme a la verdad del
Señor, que quiso ser el servidor de todos. Si le somos agradables en esta vida,
recibiremos, como premio, la vida futura, tal como nos lo ha prometido el Señor al
decirnos que nos resucitará de entre los muertos y que, si nuestra conducta es digna de él
y conservamos la fe, reinaremos también con él.

domingo, 26 de septiembre de 2021

PALABRA COMENTADA

 

Domingo 26 de tiempo ordinario

Números 11, 25-29



REFLEXIÓN

"Señor mío, Moisés, prohíbeselo." Moisés le respondió: "¿Estás celoso de mí?"?¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta y recibiera el espíritu del Señor!".

La primera comunidad cristiana asumió que ese deseo de Moisés se había hecho realidad mediante la participación de todos los seguidores de Jesús de Nazareth de su Espíritu.

Dejaba de ser un patrimonio exclusivo de unos cuantos y se participaba a toda persona de buena voluntad. En este sentido la voz del pueblo es la voz de Dios.

La buena nueva de Jesús significa una democratización del Espíritu que es libre de soplar donde quiere e ir donde quiera.

Somos nosotros en nuestra ambición de poder los que retenemos y nos apropiamos con exclusividad del Espíritu. Ponemos fronteras y límites que en este caso no valen.

Con ello se nos muestra siempre la libertad del Señor que rompe barreras y apartheids de todo tipo y de lo cual nos dio signos Jesús de Nazareth con sus palabras y obras.

Salmo responsorial: 18



REFLEXIÓN

La voluntad del Señor es pura / y eternamente estable

Se puede pensar que con tal libertad del Espíritu nos sobreviene mucha inestabilidad porque toda nuestra organización se deshace.

Más bien debemos pensar que nuestras organizaciones e instituciones de cualquier tipo corren el riesgo de esclerosis y que es la novedad perpetua y estable, si se puede llamar del Espíritu, la que nos reinventa.

Hemos de pasar sobretodo con los signos de este siglo a otra concepción de estabilidad.

Se trata de un desafío para todos, y al que hemos de atender sin prejuzgar.

Santiago 5, 1-6



REFLEXIÓN

¡Habéis amontonado riqueza, precisamente ahora, en el tiempo final!

los obreros que han cosechado vuestros campos está clamando contra vosotros;

los gritos de los segadores han llegado hasta el oído del Señor de los ejércitos

Los signos de nuestro tiempo apuntan a la desestabilización financiera que trae a varios lugares ruina y miseria.

Mientras unas medidas apuntalan el mismo sistema para volverle a dar estabilidad, un clamor creciente de insatisfacción retumba.

Un Espíritu está soplando para que se den cambios y ojalá no fuéramos sordos y ciegos.

Ya no son profetas individuales sino multitudes que claman por justicia.

Marcos 9, 38-43. 45. 47-48



REFLEXIÓN

porque no es de los nuestros

No se lo impidáis        

El lenguaje de inclusión de Jesús es más ambicioso y radical porque hace propiedad colectiva la buena nueva del reino. Nadie es su propietario exclusivo, todos pueden construirlo, aunque no sean de los seguidores de Jesús.

Se lanza así una plataforma de convergencia entre todos las personas de buena voluntad que deseen construir el reino de fraternidad del Padre de Jesús.

Si tu mano te hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al infierno, al fuego que no se apaga. Y, si tu pie te hace caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies al infierno. Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos la infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga

Hemos de enfrentarnos no solo a los pedófilos o pederastas que depredan pequeños niños. Sino a toda inclinación, tendencia, actuación propia y ajena, que atente contra la fe de buena voluntad que busca edificar el reino.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1442089259431776258?s=20