Jueves 23 de tiempo ordinario
1Corintios 8, 1b-7. 11-13
1En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos
conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor edifica. 2Si alguien cree que sabe algo, no ha aprendido todavía como debe saber; 3pero si alguien ama a Dios, ése es conocido por El.
4Por tanto, en cuanto a comer de lo sacrificado a los ídolos, sabemos que
un ídolo no es nada (no tiene verdadera existencia) en el mundo, y que no hay
sino un solo Dios. 5Porque aunque haya algunos llamados dioses, ya sea en el cielo o en la
tierra, como por cierto hay muchos dioses y muchos señores, 6pero para nosotros hay un solo Dios, el Padre, de quien proceden todas las
cosas y nosotros somos para El; y un solo Señor, Jesucristo, por quien son
todas las cosas y por medio de El existimos nosotros.
7Sin embargo, no todos tienen este conocimiento. Porque algunos, estando
acostumbrados al ídolo hasta ahora, comen alimento como si éste fuera
sacrificado a un ídolo, y su conciencia, siendo débil, se mancha.11Por tu conocimiento se perderá el que es débil, el hermano por quien
Cristo murió. 12Y así, al pecar contra los hermanos y herir su conciencia cuando ésta es
débil, pecan contra Cristo. 13Por tanto, si la comida hace que mi hermano caiga en pecado, no comeré
carne jamás, para no hacer pecar a mi hermano.
COMENTARIO
El conocimiento engríe(fisioi:llenar de aire), lo constructivo(oikodomeo:hacer crecer) es el amor.
Lo que
importa es la intención aunque el conocimiento sea erróneo.
La
Palabra por medio de Pablo que se dirige a una comunidad que ha hecho crecer
con su predicación evangélica y su acompañamiento, subraya un aspecto
fundamental para nuestra Sociedad de la Información, del Conocimiento.
Y
también ofrece mayor claridad a la propuesta pedagógica actual que insiste en
saberes:conocimiento, valores, praxis y convivir.
La
energía que edifica es el amor(agape:amor de preferencia). No el eros, no la
filia, que equivale a la carne y la sangre, semitismo bíblico que indica el
amor obligado por la pasión o los lazos de parentezco.
El amor
agape es amor libre, de libertad, de una preferencia que nace de la gratuidad,
como el que Dios Padre nos tiene por adelantado.
Un amor
que hace crecer la fraternidad, la hermandad abierta.
Quien se figura haber terminado de conocer
algo, aún no ha empezado a conocer como es debido. En cambio, al que ama a
Dios, Dios lo reconoce
La
teología se puede convertir en un ejercicio de información y conocimiento que
no conduce al amor fraterno. Entonces no es conocimiento del Dios auténtico,
sino otro ídolo o caricatura.
tu conocimiento llevará al desastre al
inseguro, a un hermano por quien Cristo murió
El inseguro
es nuestra responsabilidad. Alguna puede
ser una insegura respecto de mi estilo de vida y la escandaliza, aunque para mí
el conocimiento me lleve a actuar como si no hubiera malicia. Y lo que digo de
una lo digo de muchas otras.
Al pecar de esa manera contra los hermanos,
turbando su conciencia insegura, pecáis contra Cristo
Quizás
no peco por el hecho en sí pero si los hermanos se escandalizan, sí peco.Ese
sería el caso de comportarme sin discreción y abiertamente como si nada
importara.Pero Pablo habla de abstenerse, no de comer con discreción. Así
debería actuar yo, con abstinencia. Aunque actúe con discreción y no con
abstinencia, corro el riesgo de escandalizar a los hermanos débiles.
si por cuestión de alimento peligra un
hermano mío, nunca volveré a comer carne, para no ponerlo en peligro
Es
propio del agape cuidar la conciencia del hermano y no ponerle tropiezo a su fe
insegura.
Nuestro
tiempo hace gala de la desfachatez, y no se prohibe nada aunque escandalice al
que sea. Muchas conciencias frágiles han naufragado escandalizadas por los
ejemplos de
relativismo
e indolencia de otros.
Salmo responsorial: 138
COMENTARIO
Señor, tú me sondeas y me conoces; / me
conoces cuando me siento o me levanto, / de lejos penetras mis pensamientos; /
distingues mi camino y mi descanso, / todas mis sendas te son familiares.
Quisiéramos
participar más del conocimiento con el cual nos conoces, para ver con más
veracidad nuestra verdad.
Tú has creado mis entrañas, / me has tejido
en el seno materno. / Te doy gracias, / porque me has escogido portentosamente,
/ porque son admirables tus obras
Así las
entrañas sienten la compasión por los hermanos como reflejo del amor de quien
las hizo.
Se dice
que el cuerpo tiene memoria. Las entrañas cuando sienten hacen memoria de su
hacedor.
Da miedo
de la prueba, pero queremos inclinarnos a hacer tu designio, que es la
realización más plena.
Lucas 6, 27-38
27"Pero a ustedes los que oyen, les digo: amen a sus enemigos; hagan
bien a los que los aborrecen; 28bendigan a los que los maldicen; oren por los que los insultan. 29"Al que te hiera en la mejilla, preséntale también la otra; y al que
te quite la capa, no le niegues tampoco la túnica. 30"A todo el que te pida, dale, y al que te quite lo que es tuyo, no se
lo reclames. 31"Y así como quieran que los hombres les hagan a ustedes, hagan con
ellos de la misma manera. 32"Si aman a los que los aman, ¿qué mérito tienen? Porque también los
pecadores aman a los que los aman. 33"Si hacen bien a los que les hacen bien, ¿qué mérito tienen? Porque
también los pecadores hacen lo mismo. 34"Si prestan a aquéllos de quienes esperan recibir, ¿qué mérito
tienen? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir de ellos la
misma cantidad. 35"Antes bien, amen a sus enemigos, y hagan bien, y presten no
esperando nada a cambio, y su recompensa será grande, y serán hijos del
Altísimo; porque El es bondadoso para con los ingratos y perversos. 36"Sean ustedes misericordiosos, así como su Padre es misericordioso.
37"No juzguen, y no serán juzgados; no condenen, y no serán condenados;
perdonen, y serán perdonados. 38"Den, y les será dado; medida buena, apretada, remecida y rebosante,
vaciarán en sus regazos. Porque con la medida con que midan, se les volverá a
medir."
COMENTARIO
Amad a vuestros enemigos,
haced el bien a los que os odian,
bendecid a los que os maldicen, orad
por los que os injurian.
He aquí el techo del amor cristiano cuando es ágape.
Al que te
pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, déjale también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames.
Nuestra memoria no dejará de recordarnos la cantidad
de veces que nos hemos evadido de tal desafío de amor.
Porque superar la sospecha de que somos abusados en
nuestra candidez por la solicitud constante de ayuda sólo es posible al ágape.
Este amor nos ayuda a enfrentar la vergüenza posible
de haber sido engañados, burlados.
Tratad a los demás como queréis que ellos
os traten.
Pues, si
amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien sólo a los que os hacen
bien, ¿qué mérito tenéis? También los
pecadores lo hacen. Y si prestáis
sólo cuando esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores con intención de
cobrárselo.
Si
rompemos con el orden y la estructura fundada en el amor de exclusividad en la
carne y sangre, y nos orientamos al amor de preferencia todo cambiará, un mundo
nuevo aparecerá ante nuestra mirada agradecida.
Expandir el amor para hacerse semejante al Padre causa
el dolor del crecimiento y la perfección.
Porque si no cuesta el camino de la perfección como
darnos cuenta del crecimiento.?
¡No! Amad
a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada: tendréis un
gran premio y seréis hijos del Altísimo, que es bueno con los malvados y
desgraciados.
Sed
compasivos, como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados; dad y se os dará;
os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que
uséis la usarán con vosotros.
El
circuito del amor de ágape conlleva una práctica de compasión: no condenar,
perdonar, entregar con medida generosa.
Entonces
experimentaremos que vivimos un juicio de salvación, que nos aporta salvación
sin condena, y entrega del Padre sin límite.
Un programa de vida nada fácil, porque nos inhibimos y
recortamos cuando no nos vemos correspondidos.