miércoles, 12 de mayo de 2021

PALABRA COMENTADA

 

Miércoles 6 de Pascua

Hechos 17, 15.22-18,1



REFLEXIÓN

eso que veneráis sin conocerlo, os lo anuncio yo

Ya Dios habita en el corazón humano. Cristo anunciado lo revela, haciendo más luminosa su experiencia: desde un Dios a quien se reconoce con temor, a un Padre a quien se corresponde en el amor.

Una divinidad temible nos acompaña desde la creación, y la vida es una tránsito hacia su conversión en el Padre de los cielos, por fe, esperanza y amor; y por aceptación profunda de su amor primero.

De un solo hombre sacó todo el género humano para que habitara la tierra entera, determinando las épocas de su historia y las fronteras de sus territorios

La revelación bíblica impulsa una lectura desmitificante frente a cualquier cultura, en este caso la producida por la mitología griega, en su narración sobre la aparición de la humanidad por mano de los dioses encaprichados.

Así se mantiene la lectura alternativa de nuestro relato bíblico revelado, frente a toda mitología, incluso la que produce el dogmatismo de la ciencia moderna, que declara a toda divinidad como no-existente, excepto el dios probabilidad.

así lo dicen incluso algunos de vuestros poetas: "Somos estirpe suya

A menos que se profundice mejor en el sentido del enfoque del pluralismo religioso, no se ve como Cristo que revela al Padre, Dios único, puede ser considerado uno más entre los reveladores válidos de las diferentes religiones.

Se pierde así su significación y aporte teológico preciso a nuestra humanidad.

Al buscarlo no podemos redundar más en su imagen y semejanza, las criaturas, sino que nos llama el original.

Esto significa que debemos remontarnos, despejarnos y abrirnos al desconocido.

Muchos signos del Desconocido, pero encarnado, se ofrecen en los eventos.

Hay tiempos fuertes y tiempos sigilosos, en los que se manifiesta, vertiginosa o lentamente.

Cambios en las cúpulas de poder, en los escenarios sociales, en las vidas individuales.

El mensaje de Pablo nos aporta un Desconocido en proceso de develación: el Padre de nuestro Señor Jesucristo.

Dios pasa por alto aquellos tiempos de ignorancia, pero ahora manda a todos los hombres en todas partes que se conviertan

Es la formulación posible del designio del Señor: que te conozcan a ti Dios verdadero y a tu enviado Jesucristo.

Esta es la brújula y derrotero de la búsqueda humana; de su hominización, humanización y uranización.

Como en la parábola del hijo derrochador y del Padre pródigo, los humanos reclaman su herencia, al principio de su vida autónoma, infectada de ilusión sediciente.

Así salimos de la creación buena, pero en un régimen de sometimiento, que se estigmatizó en Adán.

Se emprendió entonces un caminar agobiante por las desilusiones y decepciones y con pocas gratificaciones, hasta que en un recodo de la conciencia se reconoció, que se pasaba mejor con el Dios repudiado.

Se volvió entonces en actitud de humildad hacia la antigua imagen del Creador, para llegar a descubrir en un encuentro emocionado, que lo esperaba hace tiempo un Padre en extremo generoso, pero también un hermano envidioso, quien todavía pondría a prueba su conversión hasta el final.

Sin embargo, para ser honestos, la fertilidad de la creatividad humana, manifestación histórica de la infinitud de la fuente, logra seducirnos con sus presentaciones.

Nos encandila, nos obnubila, nos aliena. En vez de darnos, nos exprime, mientras la semejanza del Señor es inagotable don.

no podemos pensar que la divinidad se parezca a imágenes de oro o de plata o de piedra, esculpidas por la destreza y la fantasía de un hombre.

Nuestro inocuo discurso bíblico pretende des-idolizar la cultura humana, tan pretenciosa pero tan proclive a ese tipo de producción.

Para ello, una y otra vez insiste que no hay otra imagen y semejanza del Invisible, sino el ser humano, hombre y mujer.

Incluso aunque estén en rebeldía respecto de su condición de hombre y mujer, son imagen y semejanza.

La situación se torna grave cuando tal dignidad es utilizada para oprimir por la injusticia a sus propios hermanos.

Así se desfigura el designio del Señor y la divinidad misma.

Al oír "resurrección de muertos", unos lo tomaban a broma, otros dijeron: "De esto te oiremos hablar en otra ocasión."

Es más fácil ceder el puesto de la responsabilidad que tenemos para transformar la historia, a las entelequias que nuestras fantasías mágicas producen, con el supuesto fin de hacer más fácil y cómoda la misión humana.

Nos cuesta aceptar la resurrección de Jesús de Nazareth, porque hay que aceptar también su crucifixión.

No es el género de transformación que nos entusiasme demasiado.

Aun Pablo cometió un desliz respecto de la cultura a la que anunciaba. La resurrección no tenía el mismo sentido para ellos. Pero algunos se abrieron. Porque la cerrazón y el rechazo a nuevas significaciones es una decisión de libertad, y la Palabra cuenta con ella para ser escuchada y transformar.

Algunos se le juntaron y creyeron,

Porque una predicación fracasada no significa el fracaso de la evangelización, ni un aborto del Espíritu.

Salmo responsorial: 148



REFLEXIÓN

Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria

Sólo en el post-factum de la fe se puede exclamar: cómo pude ser tan ciego para no reconocerlo!.

Es el mismo asombro que expresa Pablo en Romanos, sobre la gloria que todo ser humano puede reconocer en la creación.

Alaben el nombre del Señor, / el único nombre sublime. / Su majestad sobre el cielo y la tierra.

Alabar es respetar en las criaturas el reflejo del Señor, sin reducirlo a ellas para su beneficio.

Alabar es el gesto de desprendimiento de nuestro egoísmo, para orientarnos al Señor de la gloria, y no al apego y posesión se su gloria.

Juan 16,12-15



REFLEXIÓN

Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora

La fe joanea es procesual en subida. Va adquiriendo mayor perspectiva mientras más altura consigue.

La mistagogia de la comunidad primitiva, y que algunos pedagogos de la fe guardan en la actualidad, consiste en una maduración que tiene paciencia con las etapas que se van cumpliendo.

La tecnología trajo su propio ritmo de inmediatez electrónica con el consiguiente desfase de los procesos propios de la maduración humana.

Así mismo en las decisiones éticas a tomar, a lo largo de nuestra existencia. No podemos con todo en una sola vez. Hay que madurar.

el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena

Algunas tendencias religiosas se pierden en la manifestación externa, como por ejemplo las que celebran al Espíritu Santo reductivamente con palmadas, bailes, y sonidos intraducibles.

Si eso es el Espíritu, no es admitido por otros, que ven en esa expresión un confinamiento de sus dones.

Sin embargo, el Espíritu del resucitado nos ha sido concedido desde el inicio de nuestra conversión para crecer hasta la estatura del hombre y mujer nuevos.

Personal y socialmente estamos para ser guiados en nuestra búsqueda de plenitud. Los misterios que desafían nuestra inteligencia nos dan signos para la sabiduría del dejarnos llevar.

Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá comunicando

Le dará el crédito a Jesús de lo que comunica. No se alzará con ello en un protagonismo robado, como si fuera otra revelación diferente y mejor.

Se puede entender en esto, el celo que el magisterio muestra cuando trata la revelación como un depósito, para cuya dispensación han sido delegados.

La calidad de la dispensación se ha desfigurado en ciertas coyunturas históricas, confundiéndose con un poder que impone sus intereses mundanos.

El Pueblo de Dios, en quien reside el sentido del Espíritu Santo, tiene el olfato suficiente para distinguir lo que es el carisma de magisterio de la prepotencia de cierto poder eclesiástico. Asi sea en cualquier credo religioso.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1392445397616975874?s=20

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

San León Magno Sermón sobre la Ascensión del Señor 1,2-4

Aquellos días, queridos hermanos, que transcurrieron entre la resurrección del Señor y su ascensión no se perdieron ociosamente, sino que durante ellos se confirmaron grandes sacramentos, se revelaron grandes misterios. En aquellos días se abolió el temor de la horrible muerte, y no sólo se declaró la inmortalidad del alma, sino también la de la carne. Durante estos días, gracias al soplo del Señor, se infundió en todos los apóstoles el Espíritu Santo, y se le confió a San Pedro, después de las llaves del reino, el cuidado del redil del Señor, con autoridad sobre los demás. Durante estos días, el Señor se juntó, como uno más, a los dos discípulos que iban de camino y los reprendió por su resistencia a creer, a ellos, que estaban temerosos y turbados, para disipar en nosotros toda tiniebla de duda. Sus corazones, por él iluminados, recibieron la llamad de la fe y se convirtieron de tibios en ardientes, al abrirles el Señor el sentido de las Escrituras. En la fracción del pan, cuando estaban sentados con él a la mesa, se abrieron también sus ojos, con lo cual tuvieron la dicha inmensa de poder contemplar su naturaleza glorificada

REFLEXIÓN

La Pascua como periodo litúrgico se dedica a celebrar y catequizar el modo profundo de la fe, para que aprecie la vida nueva donada por el Resucitado de la que participa mediante signos que iluminan, dan conocimiento y sabiduría, nutren, ayudan a fraternizar y a pacificar. Se puede llegar a la aceptación del sentido de la cruz de cada uno, absorbiendo al crucificado ahora glorificado.