Miércoles 6 de Pascua
Hechos
17, 15.22-18,1
REFLEXIÓN
eso que veneráis sin conocerlo, os lo anuncio yo
Ya Dios
habita en el corazón humano. Cristo anunciado lo revela, haciendo más luminosa
su experiencia: desde un Dios a quien se reconoce con temor, a un Padre a quien
se corresponde en el amor.
Una
divinidad temible nos acompaña desde la creación, y la vida es una tránsito
hacia su conversión en el Padre de los cielos, por fe, esperanza y amor; y por
aceptación profunda de su amor primero.
De un solo hombre sacó todo el género humano para que
habitara la tierra entera, determinando las épocas de su historia y las
fronteras de sus territorios
La
revelación bíblica impulsa una lectura desmitificante frente a cualquier
cultura, en este caso la producida por la mitología griega, en su narración
sobre la aparición de la humanidad por mano de los dioses encaprichados.
Así se
mantiene la lectura alternativa de nuestro relato bíblico revelado, frente a
toda mitología, incluso la que produce el dogmatismo de la ciencia moderna, que
declara a toda divinidad como no-existente, excepto el dios probabilidad.
así lo dicen incluso algunos de vuestros poetas: "Somos
estirpe suya
A menos
que se profundice mejor en el sentido del enfoque del pluralismo religioso, no
se ve como Cristo que revela al Padre, Dios único, puede ser considerado uno
más entre los reveladores válidos de las diferentes religiones.
Se
pierde así su significación y aporte teológico preciso a nuestra humanidad.
Al
buscarlo no podemos redundar más en su imagen y semejanza, las criaturas, sino
que nos llama el original.
Esto
significa que debemos remontarnos, despejarnos y abrirnos al desconocido.
Muchos
signos del Desconocido, pero encarnado, se ofrecen en los eventos.
Hay
tiempos fuertes y tiempos sigilosos, en los que se manifiesta, vertiginosa o
lentamente.
Cambios
en las cúpulas de poder, en los escenarios sociales, en las vidas individuales.
El
mensaje de Pablo nos aporta un Desconocido en proceso de develación: el Padre
de nuestro Señor Jesucristo.
Dios pasa por alto aquellos tiempos de ignorancia, pero
ahora manda a todos los hombres en todas partes que se conviertan
Es la
formulación posible del designio del Señor: que te conozcan a ti Dios verdadero
y a tu enviado Jesucristo.
Esta es
la brújula y derrotero de la búsqueda humana; de su hominización, humanización
y uranización.
Como en
la parábola del hijo derrochador y del Padre pródigo, los humanos reclaman su
herencia, al principio de su vida autónoma, infectada de ilusión sediciente.
Así
salimos de la creación buena, pero en un régimen de sometimiento, que se
estigmatizó en Adán.
Se
emprendió entonces un caminar agobiante por las desilusiones y decepciones y
con pocas gratificaciones, hasta que en un recodo de la conciencia se reconoció,
que se pasaba mejor con el Dios repudiado.
Se
volvió entonces en actitud de humildad hacia la antigua imagen del Creador,
para llegar a descubrir en un encuentro emocionado, que lo esperaba hace tiempo
un Padre en extremo generoso, pero también un hermano envidioso, quien todavía
pondría a prueba su conversión hasta el final.
Sin
embargo, para ser honestos, la fertilidad de la creatividad humana,
manifestación histórica de la infinitud de la fuente, logra seducirnos con sus
presentaciones.
Nos
encandila, nos obnubila, nos aliena. En vez de darnos, nos exprime, mientras la
semejanza del Señor es inagotable don.
no podemos pensar que la divinidad se parezca a imágenes de
oro o de plata o de piedra, esculpidas por la destreza y la fantasía de un
hombre.
Nuestro
inocuo discurso bíblico pretende des-idolizar la cultura humana, tan
pretenciosa pero tan proclive a ese tipo de producción.
Para
ello, una y otra vez insiste que no hay otra imagen y semejanza del Invisible,
sino el ser humano, hombre y mujer.
Incluso
aunque estén en rebeldía respecto de su condición de hombre y mujer, son imagen
y semejanza.
La
situación se torna grave cuando tal dignidad es utilizada para oprimir por la
injusticia a sus propios hermanos.
Así se
desfigura el designio del Señor y la divinidad misma.
Al oír "resurrección de muertos", unos lo tomaban
a broma, otros dijeron: "De esto te oiremos hablar en otra ocasión."
Es más
fácil ceder el puesto de la responsabilidad que tenemos para transformar la
historia, a las entelequias que nuestras fantasías mágicas producen, con el
supuesto fin de hacer más fácil y cómoda la misión humana.
Nos
cuesta aceptar la resurrección de Jesús de Nazareth, porque hay que aceptar
también su crucifixión.
No es el
género de transformación que nos entusiasme demasiado.
Aun Pablo
cometió un desliz respecto de la cultura a la que anunciaba. La resurrección no
tenía el mismo sentido para ellos. Pero algunos se abrieron. Porque la cerrazón
y el rechazo a nuevas significaciones es una decisión de libertad, y la Palabra
cuenta con ella para ser escuchada y transformar.
Algunos se le juntaron y creyeron,
Porque
una predicación fracasada no significa el fracaso de la evangelización, ni un
aborto del Espíritu.
Salmo responsorial: 148
REFLEXIÓN
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria
Sólo en
el post-factum de la fe se puede exclamar: cómo pude ser tan ciego para no
reconocerlo!.
Es el
mismo asombro que expresa Pablo en Romanos, sobre la gloria que todo ser humano
puede reconocer en la creación.
Alaben el nombre del Señor, / el único nombre sublime. / Su
majestad sobre el cielo y la tierra.
Alabar
es respetar en las criaturas el reflejo del Señor, sin reducirlo a ellas para
su beneficio.
Alabar
es el gesto de desprendimiento de nuestro egoísmo, para orientarnos al Señor de
la gloria, y no al apego y posesión se su gloria.
Juan 16,12-15
REFLEXIÓN
Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar
con ellas por ahora
La fe
joanea es procesual en subida. Va adquiriendo mayor perspectiva mientras más
altura consigue.
La
mistagogia de la comunidad primitiva, y que algunos pedagogos de la fe guardan
en la actualidad, consiste en una maduración que tiene paciencia con las etapas
que se van cumpliendo.
La
tecnología trajo su propio ritmo de inmediatez electrónica con el consiguiente
desfase de los procesos propios de la maduración humana.
Así
mismo en las decisiones éticas a tomar, a lo largo de nuestra existencia. No
podemos con todo en una sola vez. Hay que madurar.
el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena
Algunas tendencias religiosas se pierden en la
manifestación externa, como por ejemplo las que celebran al Espíritu Santo
reductivamente con palmadas, bailes, y sonidos intraducibles.
Si eso es el Espíritu, no es admitido por otros,
que ven en esa expresión un confinamiento de sus dones.
Sin embargo, el Espíritu del resucitado nos ha
sido concedido desde el inicio de nuestra conversión para crecer hasta la
estatura del hombre y mujer nuevos.
Personal
y socialmente estamos para ser guiados en nuestra búsqueda de plenitud. Los
misterios que desafían nuestra inteligencia nos dan signos para la sabiduría
del dejarnos llevar.
Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá
comunicando
Le dará
el crédito a Jesús de lo que comunica. No se alzará con ello en un protagonismo
robado, como si fuera otra revelación diferente y mejor.
Se puede
entender en esto, el celo que el magisterio muestra cuando trata la revelación
como un depósito, para cuya dispensación han sido delegados.
La
calidad de la dispensación se ha desfigurado en ciertas coyunturas históricas,
confundiéndose con un poder que impone sus intereses mundanos.
El
Pueblo de Dios, en quien reside el sentido del Espíritu Santo, tiene el olfato
suficiente para distinguir lo que es el carisma de magisterio de la prepotencia
de cierto poder eclesiástico. Asi sea en cualquier credo religioso.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1392445397616975874?s=20
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