martes, 24 de agosto de 2021

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

Martes, XXI semana



San Juan Crisóstomo Homilía 2 sobre el diablo tentador 6

¿Queréis que os recuerde los diversos caminos de penitencia? Hay ciertamente muchos, distintos y diferentes, y todos ellos conducen al cielo. El primer camino de penitencia consiste en la acusación de los pecados: Confiesa primero tus pecados, y serás justificado. Por eso dice el salmista: Propuse: «Confesaré al Señor mi culpa», y tú perdonaste mi culpa y mi pecado. Condena, pues, tú mismo, aquello en lo que pecaste, y esta confesión te obtendrá el perdón ante el Señor, pues, quien condena aquello en lo que faltó, con más dificultad volverá a cometerlo; haz que tu conciencia esté siempre despierta y sea como tu acusador doméstico, y así no tendrás quien te acuse ante el tribunal de Dios.

REFLEXIÓN

Porque vivimos un trance moral aupado por una ética rebelde. Ésta debía ajustar aquella al tiempo presente, pero se ha vuelto flexible para gustar  todos, y no para exigir firmeza y lealtad al valor comprometido.

Éste es un primer y óptimo camino de penitencia; hay también otro, no inferior al primero, que consiste en perdonar las ofensas que hemos recibido de nuestros enemigos, de tal forma que, poniendo a raya nuestra ira, olvidemos las faltas de nuestros hermanos; obrando así, obtendremos que Dios perdone aquellas deudas que ante él hemos contraído; he aquí, pues, un segundo modo de expiar nuestras culpas. Porque si perdonáis a los demás sus culpas –dice el Señor–, también vuestro Padre del cielo os perdonará a vosotros.

REFLEXIÓN

El creyente purifica su amor hacia sí y los demás si se somete voluntariamente a la criba de la vida diaria que trae constantemente sinsabores, incomprensiones, malos entendidos, animosidades, maledicencia, calumnias y demás. Y va emergiendo de todo a través del perdón.

REFLEXIÓN

¿Quieres conocer un tercer camino de penitencia? Lo tienes en la oración ferviente y continuada, que brota de lo íntimo del corazón.

Ninguna oración ensayada y ritualizada es por sí misma una varita mágica que actúa la transformación del corazón, si éste no abre su profundidad al Misterio del Espíritu del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, y a la mediación sabia y tenaz de María de Nazareth.

Si deseas que te hable aún de un cuarto camino, te diré que lo tienes en la limosna: ella posee una grande y extraordinaria virtualidad. También, si eres humilde y obras con modestia, en este proceder encontrarás, no menos que en cuanto hemos dicho hasta aquí, un modo de destruir el pecado: De ello tienes un ejemplo en aquel publicano, que, si bien no pudo recordar ante Dios su buena conducta, en lugar de buenas obras presentó su humildad y se vio descargado del gran peso de sus muchos pecados.

REFLEXIÓN

La limosna que se da con una mano que no sabe lo de la otra, con generosidad, lejos del cálculo que brota de la impaciencia, del menosprecio, del juicio injusto que se hace sobre quien requiere la ayuda.

Te he recordado, pues, cinco caminos de penitencia: primero, la acusación de los pecados; segundo, el perdonar las ofensas de nuestro prójimo; tercero, la oración; cuarto, la limosna; y quinto, la humildad. No te quedes, por tanto, ocioso, antes procura caminar cada día por la senda de estos caminos: ello, en efecto, resulta fácil, y no te puedes excusar aduciendo tu pobreza, pues, aunque vivieres en gran penuria, podrías deponer tu ira y mostrarte humilde, podrías orar asiduamente y confesar tus pecados; la pobreza no es obstáculo para dedicarte a estas prácticas. Pero, ¿qué estoy diciendo? La pobreza no impide de ninguna manera el andar por aquel camino de penitencia que consiste en seguir el mandato del Señor, distribuyendo los propios bienes — hablo de la limosna—, pues esto lo realizó incluso aquella viuda pobre que dio sus dos pequeñas monedas. Ya que has aprendido con estas palabras a sanar tus heridas, decídete a usar de estas medicinas, y así, recuperada ya tu salud, podrás acercarte confiado a la mesa santa y salir con gran gloria al encuentro del Señor, rey de la gloria, y alcanzar los bienes eternos por la gracia, la misericordia y la benignidad de nuestro Señor Jesucristo.

lunes, 23 de agosto de 2021

PALABRA COMENTADA

 

LUNES 21 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

 

1Tesalonicenses 1,1-5.8b-10



REFLEXIÓN

 

A vosotros, gracia y paz. Siempre damos gracias a Dios por todos vosotros y os tenemos presentes en nuestras oraciones. Ante Dios, nuestro Padre, recordamos sin cesar la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y el aguante de vuestra esperanza en Jesucristo, nuestro Señor.

 

Se trata de un rasgo sobresaliente del estilo de vida cristiano: acordarse en la oración perseverante de los demás, propios y extraños

 

14


Es el mínimo de solidaridad que debe manifestar un seguidor de Jesús de Nazareth.

 

No sólo para beneficio de otros sino de sí mismo, porque la fe se nutre de la oración; en ella la esperanza se hace fuerte y el ágape se consolida como amor discernido o discreto.

 

y el aguante de vuestra esperanza en Jesucristo, nuestro Señor.

 

Es el que echamos de menos en los momentos de prueba.

 

La resistencia y el coraje para sobrellevar las condiciones adversas de la existencia que se inspira en valores evangélicos: amor, justicia, paz, trabajo honrado y honesto, verdad y transparencia, santidad y coherencia, tolerancia y respeto de lo diverso, contrario y opuesto.

 

Bien sabemos, hermanos amados de Dios, que él os ha elegido y que, cuando se proclamó el Evangelio entre vosotros, no hubo sólo palabras, sino además fuerza del Espíritu Santo y convicción profunda

 

De la que da cuenta la persistencia en el buen obrar y las actitudes del corazón en su relación múltiple consigo mismo,

 

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con los demás, con la creación y con el Señor

 

No nos llamemos a engaño, asumiendo que nada se puede saber del proceso de fe de quienes han escuchado el evangelio, porque el Señor nos ha dado criterio e inteligencia para percibir las señales del poco o mucho aprovechamiento.

 

En nuestro tiempo se oyen muchas opiniones que expresan indiferencia o ignorancia voluntaria por saber en realidad cuán aventajadas son las comunidades en su fe.

 

Se conforman con señales de asistencia a los ritos, con llenar iglesias, con multitud de inscritos en libros de bautismo y matrimonio.

 

Se descansa en el aumento vegetativo de las iglesias, verificado cada año en estadísticas eclesiásticas.

 

Pero vemos y sabemos cuán incongruente es nuestra fe en la vida ordinaria, y el poco impacto que tiene en el curso de algunas comunidades y pueblos.

 

 

 

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Porque tememos la interpelación que se levanta de esas constataciones sobre nuestro propio influjo, ejemplo, testimonio y aporte al progreso del Reino de Dios en el Espíritu.

 

cómo, abandonando los ídolos, os volvisteis a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y vivir aguardando la vuelta de su Hijo

 

Nuevos ídolos nos fascinan. No cesan de renovarse. La creatividad es infinita, pues cada generación trae los suyos.

 

Se denunció en una Jornada Mundial de la Juventud, la hostilidad de los adoradores de ídolos contra los católicos.

 

Habría que añadir, que entre los católicos también erigimos ídolos en la institución eclesiástica, lo que contribuye al descrédito y escándalo de otros.

 

Salmo responsorial: 149



REFLEXIÓN

 

el Señor ama a su pueblo

 

Saber de su amor en las pruebas, que sus pruebas son amor, es un don por el que hemos de rogar para mantener la vigilia por la justicia

 

Mateo 23,13-22



REFLEXIÓN

 

17


cerráis a los hombres el Reino de los cielos

 

Siendo cómplices con sus obras de una representación de la divinidad equívoca, conveniente a sus ambiciones, propicia para manipular desde el poder.

 

Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga"! ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o el templo que consagra el oro? O también: "Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga." ¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar jura también por todo lo que está sobre él; quien jura por el templo jura también por el que habita en él; y quien jura por el cielo jura por el trono de Dios y también por el que está sentado en él

 

El reproche se basa en la idolatría práctica que hacemos al preferir la garantía del dinero a la del Señor.

 

Denuncia la inversión de valores que manifiesta un profundo ateísmo.

 

Un discurso que se inauguró con la serpiente que tentó a Eva en el paraíso.

 

Así para algunos honrar las deudas injustas y tramposas está antes que vivir la verdad y equidad íntegras.

 

 

 

18


Qué pasaría si los acreedores llegarán a interiorizar que, lo que cobran, más bien lo deben, por las condiciones ilegítimas de su enriquecimiento?

 

Jurar por Dios, su templo, su altar, su presencia es más que cualquier otro juramento, por más valor que haya adquirido en las culturas humanas que son relativas.

 

La creación donada por el Señor es base de todo el enriquecimiento que desarrollamos culturalmente por nuestra libertad e ingenio.

 

No podemos seguir robando al Señor en su designio sobre lo creado, fascinados por el valor añadido que aportamos.

 

Es nuestra obligación de conciencia dar cuenta como administradores solamente.

 

Son muchos los que tienen como prioridad pagar y cobrar las deudas económicas, que no paran de crecer con los intereses, y condenan a los necesitados a mal vivir, incluso a delinquir y a parir hijos deudores para toda su vida.

19


En cambio no tienen como prioridad cumplir la palabra empeñada, la promesa ofrecida, la obra necesitada.

 

Su discurso es retórica de relumbrón, solo para deslumbrar y manipular.

 

Es el arte de halagar los oídos de los escuchas, haciéndoles creer en la realización de sus sueños y fantasías.

 

Un discurso que se inauguró con la serpiente que tentó a Eva en el paraíso.

 

Se vendría abajo ese sistema. Porque habrá uno parecido o peor, pronto a reemplazarlo.

 

El juramento común y corriente apela entre nosotros a garantías diferentes a la única del Padre de los cielos.

 

Se denuncia una sabiduría que lleva a una distinción astuta para no dejar los apegos que distancian y separan de lo que da sentido a todo.

 

20


Pero no podemos ufanarnos que no nos contagiaremos o más bien contaminaremos de esa sabiduría, si el Señor no nos ilumina y precave contra ella.

 

Lámpara es tu palabra para mis pasos.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1429773676698800132?s=20