jueves, 16 de diciembre de 2021

PALABRA COMENTADA

 

2017 Jueves 3 semana de Adviento

Isaías 54,1-10



REFLEXIÓN

Olvidarás la vergüenza de tu soltería,

Qué nos puede decir hoy la virginidad, la esterilidad, en un mundo en el cual el sexo no está vinculado a la procreación, sino que es un fin en sí mismo? El sexo hoy es un disfrute que se practica desde muy temprano en la vida, y que se aprecia por su contribución al desarrollo de la calidad de vida.

Muchas parejas no consideran la ausencia de prole en el horizonte de su relación como una falta de compromiso, porque éste se cumple atendiendo los objetivos de crecimiento personal y profesional, los cuales sienten que no dan espacio para la crianza adecuada de los hijos.

El contexto del oráculo del profeta es el de un pueblo disminuído con necesidad de volver a crecer para hacerse un pueblo importante y desarrollar la tierra que les pertenece por herencia. Es su proyecto de vida.

El contexto de las parejas contemporáneas aludidas es la dicha individual, el alto consumo y bienestar material. Quizás el disfrute de los bienes de la cultura y el conocimiento. Quizás las relaciones humanas entre amistades. Quizás la pertenencia a una familia que les da calor eventualmente. Es un estándar de clase media al que se van sumando desde las clases emergentes.

Por lo tanto la coyuntura expresada por el profeta parece lejana, y quizá pueda realizarse nuevamente si la coyuntura de necesidad de crecimiento demográfico se hace necesaria, como parece suceder ya en algunas partes, en donde la población disminuye y envejece.

Parece entonces que los signos que ofrece la palabra desde una civilización seminómada y agraria son relativos, y sólo se activan en coyunturas con variables semejantes. Permanecen como una alternativa de salvación para cuando llegue el momento a ciertas culturas.

En esto no hay una palabra globalizada.

ya no recordarás la afrenta de tu viudez

Se dan crisis económicas y sociales que dejan expuestas a personas y clases de personas más vulnerables y las viudas son un símbolo. Ellas han perdido el sustento y el apoyo.

Pero también esto es más ostensible en una sociedad machista donde el varón es el productor y la mujer su dependiente.

Hoy tampoco va siendo así, porque la mujer es la figura fuerte emergente de la pareja humana. Habrá entonces que hablar de los viudos?  O de la crisis de un estado de bienestar que condena a muchos, varones y mujeres y niños, a la miseria del desempleo, la penuria, y la falta de protección.

Los viudos, las viudas, los huérfanos y huérfanas, los discapacitados…son ahora los vulnerables.

En un arrebato de ira te escondí un instante mi rostro

Nuestra imagen de Dios se complica con nuestras proyecciones sobre Él, señal de la complejidad de su manifestación en nuestra esfera habitable.

juré que las aguas del diluvio no volverían a cubrir la tierra; así juro no airarme contra ti ni amenazarte.

Con tan precaria estabilidad de promesa se podrá tener mayor credibilidad y esperanza? Sería como quitarnos el oxígenos que respiramos y arrojarnos en la increencia. Al profeta como a nosotros se le permite la licencia del desahogo pero no se debe mantener la incongruencia de atributos, mezcla de reacciones humanas, en la imagen del Señor. Es una purificación que irá llegando hasta que sepamos enfrentar al misterio abierto definitivamente en Jesús de Nazaret.

Salmo responsorial: 29



REFLEXIÓN

su cólera dura un instante;

Estas expresiones tenemos que entenderlas como balbuceos de esquemas mentales y linguísticos que pugnan por hacer frente a la revelación del Señor. De nuestra parte, desde nuestra tradición de revelación nos ubicamos en un dimensión más desmitificante y menos antropomórfica. En el curso de la historia se ha hecho una imagen más cónsona con la trascendencia, pero no elimina el Misterio.

Lucas 7,24-30



REFLEXIÓN

Os digo que entre los nacidos de mujer nadie es más grande que Juan. Aunque el más pequeño en el reino de Dios es más grande que él

En el Reino nada ni nadie es más grande que el más pequeño, al que hemos de servir. El más pequeño condensa un orden nuevo donde se es importante por otra cosa diferente al orden en el que el importante vive en palacio.

que no habían aceptado su bautismo, frustraron el designio de Dios para con ellos.

Jesús es parte de una tradición o corriente de personajes y mensajes rechazados por la religión oficial. Naturalmente la fuente que nos lo transmite descalifica esa religión oficial y lo contrario también sucede: los sucesores de la religión oficial judía hasta nuestro tiempo descalifican en sus pretensiones la corriente de Jesús.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1471434629018271745?s=20

BEATO CARLO

 
SIENDO PEQUEÑO COMPRENDE EL VALOR DE LA EUCARISTÍA PARA LA AMISTAD CON JESÚS
De la Constitución dogmática Dei Verbum, sobre la divina revelación, del Concilio Vaticano segundo.
(núms. 3-4)


CRISTO LLEVA A TÉRMINO TODA LA REVELACIÓN

Dios, al crear y conservar por medio del Verbo todas las cosas, da a los hombres un primer testimonio perenne de sí mismo en las cosas creadas; pero, queriendo también abrir a la humanidad el camino de una salvación sobrenatural, se manifestó además personalmente, ya desde el principio, a nuestros primeros padres.

Después de su caída, con la promesa de la redención les dio la esperanza de la salvación y, luego, incesantemente manifestó su solicitud por el género humano, a fin de dar la vida eterna a todos los que, perseverando en la práctica de las buenas obras, buscan la salvación.

A su tiempo también llamó a Abraham, para hacer de él una gran nación; después de los patriarcas, educó a su pueblo por medio de Moisés y los profetas, para que lo conocieran a él como el único Dios vivo y verdadero, Padre providente y Juez justo, y esperaran al Salvador prometido, y así, a lo largo de los siglos, fue preparando el camino del Evangelio; y, después que a través de muchas etapas y de muchas maneras habló Dios en otro tiempo a nuestros antepasados por ministerio de los profetas, en estos tiempos, que son los últimos, nos ha hablado por medio de su Hijo.

Envió a su Hijo, es decir, el Verbo eterno que ilumina a todos los hombres, a fin de que habitara entre ellos y les revelara los secretos de Dios.

Así, pues, Jesucristo, el Verbo hecho carne, «hombre enviado a los hombres», habla las palabras de Dios y lleva a cabo la obra salvífica que el Padre le ha encomendado. Por eso Jesucristo —ver al cual es ver al Padre—, por toda su presencia y por todo lo que manifiesta de sí mismo, por sus palabras y obras, señales y milagros, pero principalmente por su muerte y gloriosa resurrección de entre los muertos y finalmente por el envío del Espíritu Santo, lleva a término y confirma, con testimonio divino, la revelación de que Dios está con nosotros, para librarnos de las tinieblas del pecado y de la muerte y resucitarnos para la vida eterna.

Por tanto, la economía cristiana, que es alianza eterna y definitiva, no pasará jamás, y ya no hay que esperar una nueva revelación pública antes de la gloriosa manifestación de nuestro Señor Jesucristo