lunes, 25 de abril de 2022

DOCTORES DE LA IGLESIA

 
Del Tratado de san Ireneo, obispo, Contra las herejías
                           (Libro 1, 10, 1-3: PG 7, 550-554)


LA PREDICACIÓN DE LA VERDAD

La Iglesia, esparcida por el orbe hasta los confines de la tierra, ha recibido de los apóstoles y de los discípulos de los mismos aquella fe cuyo objeto es: un solo Dios, Padre todopoderoso, que hizo el cielo y la tierra, el mar y cuanto hay en él; y un solo Hijo de Dios, Jesucristo, que por nuestra salvación se hizo hombre; y el Espíritu Santo, que, por boca de los profetas, anunció de antemano los designios de Dios; y la venida al mundo, la encarnación en el seno de María, la pasión y resurrección de entre los muertos, la ascensión corporal del amado Jesucristo, Señor nuestro, así como su futura venido desde el cielo, en la gloria del Padre, para recapitular todas las cosas y resucitar corporalmente a todo el género humano, para que, según ha dispuesto el Padre invisible, ante Cristo Jesús, nuestro Señor y Dios, salvador y rey, toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo y toda lengua lo proclame, y él juzgue a todos con justicia.

La Iglesia, habiendo recibido, como hemos dicho, esta predicación y esta fe, aunque esparcida por todo el mundo, la guarda con diligencia, como si todos sus hijos habitaran en una misma casa; y toda ella cree estas mismas verdades, como quien tiene una sola alma y un solo corazón, y, en consecuencia, las predica, las enseña y las transmite, como quien tiene una sola boca. Porque, si bien en el mundo hay diversidad de lenguajes, el contenido de la tradición es uno e idéntico para todos.

Y lo mismo creen y transmiten las Iglesias fundadas en Germania, así como las de los iberos, las de los celtas, las del Oriente, las de Egipto, las de Libia y las que se hallan en el centro del mundo; pues, del mismo modo que el sol, creatura de Dios, es uno e idéntico en todo el mundo, así también la predicación de la verdad brilla en todas partes e ilumina a todos los hombres que quieren llegar al conocimiento de la verdad.

Y ni el que posee dotes oratorias, entre los que presiden las Iglesias, enseñará algo diverso a lo que hemos dicho (ya que nadie está por encima de su maestro), ni el que está privado de estas dotes aminorará por ello el contenido de la tradición. En efecto, siendo la fe única e idéntica para todos, ni la amplía el que es capaz de hablar mucho sobre ella, ni la aminora el que no es capaz de tanto.

domingo, 24 de abril de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Domingo 2 de Pascua C

Hechos de los apóstoles 5, 12-16



REFLEXIÓN

Los apóstoles hacían muchos signos y prodigios en medio del pueblo

Estamos en tiempos de especialización y también en tiempos de expectativas de cambio social.

Son ejes que configuran en parte el panorama actual, y ayudan a destacar realidades pero a oscurecer otras.

Así los apóstoles de la comunidad inicial como Jesús realizaban signos y prodigios.

Prodigios es la parte que admira y sorprende de los gestos de un sanador ambulante. Pero en la perspectiva evangélica, sobre todo joánica, son signos para la fe.

Porque las maravillas que se realicen están ordenadas para suscitar la fe o para confirmarla, mantenerla, aumentarla.

Con los apóstoles no podía ser diferente a Jesús, quien dependía de la fe para realizar signos y prodigios.

Además se hacían en medio del pueblo. Naturalmente éste satisface la ciencia sociológica en un sentido natural, pero va más allá, porque se trata del pueblo creyente, del pueblo de Dios.

Aquí es dónde un agente sociológico de cambio se puede quedar corto respecto de un apóstol que evangeliza el pueblo de Dios.

La gente sacaba los enfermos a la calle, y los ponía en catres y camillas, para que, al pasar Pedro, su sombra, por lo menos, cayera sobre alguno

Y no habría gente oportunista que buscaba estos apóstoles por la curación que se decía realizaban, sin comprometer su fe? Por supuesto que sí.

Porque la fe como don del Señor no es un vínculo automatizado al prodigio mientras éste no sea un signo.

Porque el signo es un gesto que invita a una libre adhesión, a la que se concede el don de la fe.

Pero muchos, hemos de suponer, quedaron curados pero su vida no se transformó en el sentido de la fe, porque esta inició pero no creció. Como la semilla que cae en diferentes terrenos.

Hoy sigue teniendo lugar la búsqueda afanosa de curación y provecho para la existencia. Y muchos van donde sea para lograrlo. Hay personas que sincréticamente pueden estar en diferentes iglesias para ver cuál le resulta mejor.

El asunto no es sólo recibir beneficio y bendición, sino cambiar y convertirse para la Palabra de vida por una conversión sincera.

Salmo responsorial: 117



REFLEXIÓN

La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente. Éste es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo

El gozo surge cuando concienciamos con responsabilidad a Jesús de Nazaret crucificado y glorificado como Aquél sin el cual la vida no tiene sentido pleno.

Tal nivel es un don del Padre. En su libertad el don de Jesús puede ser un proceso a lo largo de la existencia física como un instante en el que se decide todo.

Estos tipos de intervención gratuita divina están mostrados en la historia de la comunidad creyente.

Apocalipsis 1, 9-11a. 12-13. 17-19



REFLEXIÓN

"Lo que veas escríbelo en un libro, y envíaselo a las siete Iglesias de Asia."

No todos tenemos el carisma de oir voces y escribir libros, en sanidad mental.

Pero los creyentes de Jesús comparten una urgencia por la extensión del reino del Padre. Y nuestra responsabilidad es discernir los cómos y cuándos para ejecutar esa responsabilidad.

"No temas: Yo soy el primero y el Último, yo soy el que vive. Estaba muerto y, ya ves, vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del abismo.

Un encuentro con Jesús, aunque no ocurra con tal magnificencia de imágenes, conlleva una pacificación. Destierra el temor.

Juan 20, 19-31



REFLEXIÓN

estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos

Se trata de la situación inicial que transformará la Palabra viva.

Jesús repitió: "Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo."

La Palabra ofrece paz y envío. Los evangelizadores replican su experiencia de fe a imagen y semejanza de su maestro.

exhaló su aliento sobre ellos

"Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos."

El círculo íntimo de Jesús como si fuera una nueva creación, recibe del glorificado el Espíritu del Padre.

Aloja entre nosotros, mediante este gesto, un don impensado: perdonar y retener pecados.

Un carisma renovador para la comunidad creyente pero con apertura al mundo entero.

Ha de ser exclusivamente practicado como lo ha ido mostrando la historia por sólo un grupo de jerarquía? Así lo defiende este grupo.

Pero es saludable reconocer que se trata de un don para la comunidad creyente de Jesús de Nazareth muerto y resucitado.

Por lo tanto existen junto al trámite jerárquico otros medios comunitarios de practicar el perdón de los pecados o de retenerlos.

 

Porque para los creyentes el perdón de los pecados va a la raíz de la iniquidad enquistada en este mundo, y sin este perdón no hay cambio posible.

no seas incrédulo, sino creyente

Jesús le dijo: "¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto."

El relato evangélico nos sugiere la dificultad de algunos de la comunidad para convertirse al gozo pascual de Jesús glorificado.

Es un testimonio valioso porque nos ayuda a entender que la velocidad de los procesos de cambio y conversión de la fe son diversos, y nos toca comprenderlos, tolerarlos y acompañarlos.

Pero que debemos contar con la atención y el amor de Jesús en este proceso hasta que llegue a su maduración.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1518194671503261696?s=20&t=YXmn621NtJozVlJEwYRBlw