miércoles, 21 de septiembre de 2022

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

Miércoles, XXV semana

San Agustín Sermón sobre los pastores 46,20-21

Por eso, pastores, escuchad la palabra del Señor. ¿Pero qué es lo que tienen que escuchar? Esto dice el Señor: «Me voy a enfrentar con los pastores; les reclamaré mis ovejas». Oíd y aprended, ovejas de Dios: Dios reclama sus ovejas a los malos pastores y los culpa de su muerte. Pues, por boca del mismo profeta, dice en otra ocasión: A ti, hijo de Adán, te he puesto de atalaya en la casa de Israel; cuando escuches palabra de mi boca, les darás la alarma de mi parte. Si yo digo al malvado: «¡Malvado, eres reo de muerte!», y tú no hablas poniendo en guardia al malvado para que cambie de conducta, el malvado morirá por su culpa, pero a ti te pediré cuenta de su sangre; pero, si tú pones en guardia al malvado para que cambie de conducta, si no cambia de conducta, él morirá por su culpa, pero tú has salvado la vida. ¿Qué significa esto, hermanos? ¿Os dais cuenta lo peligroso que puede resultar callarse? El malvado muere, y muere con razón; muere en su pecado y en su impiedad; pero lo ha matado la negligencia del mal pastor. Pues podría haber encontrado al pastor que vive y que dice: Por mi vida, oráculo del Señor; pero, como fue negligente el que recibió el encargo de amonestarlo y no lo hizo, él morirá con razón, y con razón se condenará el otro.

REFLEXIÓN

Tanto ovejas como pastores tienen asignadas sus propias responsabilidades ineludibles: el pastor debe dar voces para que no se descarríen las ovejas, y aún las descarriadas avisarles su extravío. Si calla el pastor, incumple su cometido y la muerte de la descarriada le será imputada. Las ovejas a su vez no pueden escudarse en la mala o negligente acción del pastor. Eso sí no deben seguir su ejemplo, pero más bien deben empeñarse en acudir a la voz por encima de los pastores que es La Palabra de Dios. Si no lo hace y se contamina de la mala acción del pastor, la oveja es responsable de su propio extravío. A nadie se le disculpa dejar de actuar según su propia misión.


EJERCICIOS ESPIRITUALES

 


[184] EL SEGUNDO MODO PARA HACER SANA Y BUENA ELECCION CONTIENE EN SI CUATRO REGLAS Y UNA NOTA.

1ª regla. La primera es que aquel amor que me mueve y me hace elegir la tal cosa, descienda de arriba del amor de Dios, de forma que el que elige sienta primero en sí que aquel amor más o menos que tiene a la cosa que elige es sólo por su Criador y Señor.

REFLEXIÓN

[184] Naturalmente sospechamos, si nos conocemos, de nuestra pureza de intención o motivación, como algo fuera de duda. Es un punto de examen de la propia subjetividad y de si somos y cuánto, capaces de tomar distancia de nosotr@s mism@s, y conocer por experiencia de fe, si nos mueve un amor de Dios exclusivamente, o al menos como tendencia, en nuestra disposición de fe.

 

[185] 2ª regla. La 2ª: mirar a un hombre que nunca he visto ni conoscido, y desseando yo toda su perfección, considerar lo que yo le diría que hiciese y eligiese para mayor gloria de Dios nuestro Señor y mayor perfección de su ánima, y haciendo yo asimismo, guardar la regla que para el otro pongo.

REFLEXIÓN

[185] El relato de 2 Sam 1-8 ilustra perfectamente qué nivel de alejamiento de sí mismo y los propios intereses, busca la práctica de esta regla. David condena una mala acción propia, pero sin saber que se trata de él, hasta que el profeta se lo dice.

[186] 3ª regla. La 3ª: considerar como si estuviese en el artículo de la muerte, la forma y medida que entonces querría haber tenido en el modo de la presente elección, y reglándome por aquella, haga en todo la mi determinación.

REFLEXIÓN

[186] Siempre estando alerta de cualquier maquillaje sentimental sobre el momento de la propia muerte.

[187] 4ª regla. La 4ª: mirando y considerando cómo me hallaré el día del juicio, pensar cómo entonces querría haber deliberado acerca la cosa presente; y la regla que entonces querría haber tenido, tomarla agora, porque entonces me halle con entero placer y gozo.

REFLEXIÓN

[187] Más que miedo o vergüenza la escena busca la mirada profunda que creemos Dios tiene de nosotr@s. Un eco de Mat 6,6” ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará”.

[188] Nota. Tomadas las reglas sobredichas para mi salud y quietud eterna, haré mi elección y oblación a Dios nuestro Señor, conforme al sexto puncto del primer modo de hacer elección.

REFLEXIÓN

[188] Se procede a la elección.