Sábado 25 de tiempo
ordinario
Año Par
Eclesiastés 11, 9-12, 8
REFLEXIÓN
y sabe que Dios te llevará a
juicio para dar cuenta de todo
Se nos anuncia una instancia
absoluta, frente a la cual no hay amparo de garantías, ni algún recurso
dilatorio. Habrá que enfrentar a quien no se engaña, pero de quien se sabe que
es Amor.
y el espíritu vuelva a Dios, que
lo dio.
Se nota la influencia del dualismo
griego que separa espíritu y carne, para reservar al primero la visión de Dios.
Pero la corporalidad transformada, no
la que termina en polvo, es parte del mensaje del Jesús resucitado y de la
explicación de Pablo en sus cartas: no hay disolución sino transformación.
Salmo responsorial: 89
REFLEXIÓN
Por la mañana sácianos de tu misericordia, / y toda nuestra vida será
alegría y júbilo
Por donde lo miremos
estamos en déficit, y no hay de que jactarse finalmente.
Por eso nuestra paz y gozo es la
esperanza de la misericordia del Señor que cubre la muchedumbre de nuestros
pecados, aun los desconocidos.
Lucas
9,43b-45
REFLEXIÓN
entre la admiración general por lo que
hacía, Jesús dijo a sus discípulos: "Meteos bien esto en la cabeza: al Hijo
del hombre lo van a entregar en
manos de los hombres." Pero ellos no
entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro que no cogían el
sentido. Y les daba miedo
preguntarle sobre el asunto
Faltaba la iluminación y fortaleza
del Espíritu del Resucitado.
Esto desde la
perspectiva de una existencia histórica Jesuánica, no de cristología
eclesiástica, sobre un fin violento, sin disimulo.
Por otro lado la
historia de los profetas y cómo fueron martirizados, ayudó a configurar y
reflotar la intuición de cuán verídicamente moriría el Señor Jesús.
Los agentes de pastoral a lo largo de
su misión, breve o larga, son tentados de dos extremos: insertarse tanto en la
agonía y muerte del pobre en todo sentido, hasta llegar a la desesperanza e
impotencia rabiosa, o evadirse al misticismo que maquilla de cielo las
realidades que aún no se consuman.
Vivir esa tensión cotidianamente en
ágape creyente y esperanzado, es un don del Señor.
Jesús lo tenía claro, pero en ese
sentido.
En consecuencia transitaba la soledad
del líder, en su visión y coraje para la misión.
Los discípulos no, hasta que fueron
reforzados por la pascua de Jesús resucitado.
En la meditación de
las dos banderas de los ejercicios ignacianos se intenta transmitir ese aire de
tensión que aguarda al ejercitante, en el pórtico mismo del seguimiento a Jesús
de Nazareth.
Ignacio no abusa del posible
romanticismo que pueda haber invadido al ejercitante al finalizar la primera
semana con el perdón de los pecados conocidos.
Sino que más bien intenta, en medio
de este trabajo de gracia y libertad, abrirle los ojos del espíritu a una ruta
de peregrinación que puede ser muy ruda. Mejor verlo a tiempo.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1573643669453869058?s=20&t=tsxf3Js2UuLOMXjC8TVFVg