domingo, 26 de febrero de 2023

PALABRA COMENTADA

 

Domingo 1 de Cuaresma

Génesis 2,7-9; 3,1-7



REFLEXIÓN

no comáis de ningún árbol del jardín?

Insidia, deformación del mensaje, suspicacia, desconfianza del enemigo de natura humana.

De nuestra parte, cuesta más confiar en el Señor y su salvación, que lo contrario, y nos impacientamos y desesperamos.

Sobretodo cuando estamos tocados por la constante calamidad y conflicto.

"No moriréis. Bien sabe Dios que cuando comáis de él se os abrirán los ojos y seréis como Dios en el conocimiento del bien y del mal."

El apetecible y terrible conocimiento vivencial y experiencial del bien y del mal, que sin la asistencia del Señor, se convierte en una cosecha amarga de redes de iniquidad.

apetitoso, atrayente y deseable, porque daba inteligencia;

En el mecanismo de la tentación lo sensible se pone al servicio de un valor, como una estimativa.

Si no se es consciente y no se provee un antídoto también sensible, es posible que no hay nada que se interponga en su perjudicial curso de acción, lo cual se verá después.

Entonces se les abrieron los ojos a los dos y se dieron cuenta de que estaban desnudos

Se opera entonces el conocimiento vivencial del bien y del mal, que determinará nuestra existencia histórica hasta el final.

Salmo responsorial: 50



REFLEXIÓN

lava del todo mi delito

Aunque las consecuencias sólo se podrán reversar en el tiempo en base a una conversión para una regeneración.

tengo siempre presente mi pecado

Es lo menos frecuente: tenerlo presente para que la contrición nutra el cambio de actitud.

crea en mí un corazón puro

anhelamos tener nuevamente un corazón que no sea solapado sino transparente frente a la corrupción.

Devuélveme la alegría de tu salvación

Este gozo que es un aliciente y apoyo para el camino, como la sombra del árbol en el sol ardiente de verano, cuando rechinan hasta las piedras.

Romanos 5,12-19



REFLEXIÓN

Por un hombre entró el pecado en el mundo

Más que nada señala que es con el ser humano que la iniquidad, endógena y exógena, hace su aparición en el mundo.

El ser humano, hombre y mujer, es el portador de ese virus de la autodeterminación humana.

Aun concediendo que esté muy averiada por influencias de diferente tipo, esa libertad produce decisiones proporcionadamente responsables.

Y así, hombre y mujer, no son solamente victimas sino también verdugos.

Cuanto más ahora, por un solo hombre, Jesucristo, vivirán y reinarán todos los que han recibido un derroche de gracia y el don de la justificación

Es Jesús el iniciador de la meta historia.

Una historia con una dinámica diferente, por la que se puede ir remontando la corriente de la iniquidad, la desobediencia, la red de corrupción, la injusticia, el pecado en suma.

Es un servicio regenerador a la averiada autodeterminación del hombre y la mujer.

Si por la desobediencia de uno todos se convertieron en pecadores, así por la obediencia de uno todos se convertirán en justos.

El quid está en la actitud de obediencia. Obediencia de fe.

Una docilidad, que es una conquista del Espíritu en nuestra rebeldía enferma.

Una actitud de aprendizaje colaborativo, de asociación vivificante al designio.

Mateo 4,1-11



REFLEXIÓN

sintió hambre

Bajó a la realidad, o subió. Y salió de su éxtasis.

Ignacio de Loyola se refiere al momento post consolación, cuando entra el tentador, para desviar la revelación concedida.

Entra por lo sensible, que según Aquinate es el dominio del tentador.

Pero lo sensible se quiere transfigurar en el valor a conseguir, haciéndolo apetecible y estimable.

De ahí que Ignacio también haga énfasis en la educación virtuosa, en la asociación salvífica de lo sensible al designio y sus valores.

"Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes."

Se le presenta a Jesús un desafío al sentido de su poder como Hijo de Dios: es una magia utilitaria para saciar instantáneamente el hambre?

"No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios."

En la oración que Jesús nos enseñó aparece la petición de un pan integral: para el hambre de cada día y para nutrir la nueva vida en el Espíritu.

Si eres Hijo de Dios, tírate abajo

"No tentarás al Señor, tu Dios.""

Tentado de omnipotencia, para desvirtuar la capacidad humana de la prudencia, por la que estima las consecuencias perjudiciales de sus actos, bajo el delirio de la asistencia irresponsable del Dios que nos fabricamos.

"Todo esto te daré, si te postras y me adoras."

La idolatría, el cambio de amo, el servir al mejor postor, es el fondo de todo, y donde desemboca la gran tentación, de la que nos vuelve a hablar la oración del Padrenuestro.

Es la gran tentación que cruza la revelación y nos hace conocer la Palabra.

Es el caos agazapado para engullir la creación que es buena.

Esa tentación nos acompaña hasta el final de nuestros días, casi como una mascota, pero hostil al designio, aunque se muestre amigable por trechos.

Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto."

El buen israelita Jesús en quien no hay dolo, ha emergido sano por el momento de la confrontación con el acusador.

Es nuestro paradigma, y nuestro asesor. Él nos prepara para la pelea y nos concede su Espíritu de una vida superabundante.

Ven Señor Jesús.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1629819638606331906?s=20

DOCTORES DE LA IGLESIA

 



I domingo de Cuaresma

 San Agustín Salmo 60,2-3

Dios mío, escucha mi clamor, atiende a mi súplica. ¿Quién es el que habla? Parece que sea uno solo. Pero veamos si es uno solo: Te invoco desde todos los confines de la tierra con el corazón abatido. Por lo tanto, si invoca desde todos los confines de la tierra, no es uno solo y, sin embargo, es uno solo, porque Cristo es uno solo y todos nosotros somos sus miembros.

REFLEXIÓN

El Cristo total se encuentra desde todos los seres de la creación, esparcidos por todas partes, en súplica, en clamor, desde un corazón abatido, exhibiendo el rigor del esfuerzo, en suma fatiga, en ardorosa campaña

¿Y quién es ese único hombre que clama «desde todos los confines de la tierra»? Los que invocan «desde todos los confines de la tierra» son los llamados a aquella herencia, a propósito de la cual se dijo al mismo Hijo: Pídemelo: te daré en herencia las naciones, en posesión los confines de la tierra. De manera que quien clama «desde todos los confines de la tierra» es el cuerpo de Cristo, la heredad de Cristo, la única Iglesia de Cristo, esta unidad que formamos todos nosotros.

REFLEXIÓN

Los que piden como una sólo voz, en Cristo, no son alienígenas, ni marginados, ni periféricos, ni desechados, sino todo lo contrario, son los dueños con Cristo y en Cristo. A quienes le cabe el derecho de posesión de todo. Son los que paradójicamente, unos a otros , entre ellos, se excluyen del patrimonio común , entre sí no reconocen sus derechos comunes, herederos que se roban a otros su herencia, su título de heredero, y se apropian contra muchos, de lo que les pertenece a todos los miembros de Cristo

Y ¿qué es lo que pide? Lo que he dicho antes: Dios mío, escucha mi clamor, atiende a mi súplica. Te invoco desde todos los confines de la tierra. O sea: «Esto que pido, lo pido desde todos los confines de la tierra», es decir, desde todas partes.

REFLEXIÓN

Lo que pide el clamor es que escuche Dios, el Padre del Cristo, el que ha dado al Hijo y sus miembros la herencia, el patrimonio, a heredad. Que escuche una vez más, que siga escuchando siempre, que nunca se haga sordo.

Pero, ¿por qué ha invocado así? Porque tenía el corazón abatido. Con ello da a entender que el Señor se halla presente en todos los pueblos y en los hombres del orbe entero, con gran gloria, ciertamente, pero también rodeado de graves tentaciones.

REFLEXIÓN

Desde el que clama, los que claman, hay abatimiento generalizado, postración indiscutible, dado que sucede que no podemos resolver, tiempo ha, esta división por las que unos niegan a otros los mismos derechos.

Pues nuestra vida en medio de esta peregrinación no puede estar sin tentaciones, ya que nuestro progreso se realiza precisamente a través de la tentación, y nadie se conoce a sí mismo si no es tentado, ni puede ser coronado si no ha vencido, ni vencer si no ha combatido, ni combatir si carece de enemigo y de tentaciones.

REFLEXIÓN

Ciertamente ahora nos conocemos como fratricidas, los que nos llamábamos hermanos, miembros de la familia humana. Por la tentación y la acción del despojo de los otros hermanos, nos conocemos ladrones y criminales. Solo unos pocos se convierten en vencedores que progresan a través del combate contra la tentación de sofocar al propio hermano sus derechos.

Éste que invoca desde los confines de la tierra está angustiado, pero no se encuentra abandonado. Porque a nosotros mismos, esto es, a su cuerpo, quiso prefigurarnos también en aquel cuerpo suyo en el que ya murió, resucitó y ascendió al cielo, a fin de que sus miembros no desesperen de llegar adonde su cabeza les precedió. De forma que nos incluyó en sí mismo cuando quiso verse tentado por Satanás. Nos acaban de leer que Jesucristo nuestro Señor se dejó tentar por el demonio. ¡Nada menos que Cristo tentado por el demonio! Pero en Cristo estabas siendo tentado tú, porque Cristo tenía de ti la carne, y de él procedía para ti la salvación; de ti procedía la muerte para él, y de él para ti la vida; de ti para él los ultrajes, y de él para ti los honores; en definitiva, de ti para él la tentación, y de él para ti la victoria. Si hemos sido tentados en él, también en él vencemos al demonio. ¿Te fijas en que Cristo fue tentado, y no te fijas en que venció? Reconócete a ti mismo tentado en él, y reconócete también vencedor en él. Podía haber evitado el demonio; pero si no hubiese sido tentado, no te habría aleccionado para la victoria cuando tú fueras tentado.

REFLEXIÓN

Por lo tanto tanta postración no es permanente, ni definitiva, porque Cristo cabeza nos alienta a sacudirnos la desigualdad que reina entre los herederos, a superar la división por las que unos sobre los muchos roban lo común.