miércoles, 23 de septiembre de 2020

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

San Agustín Sermón sobre los pastores 46,20-21

Por eso, pastores, escuchad la palabra del Señor. ¿Pero qué es lo que tienen que escuchar? Esto dice el Señor: «Me voy a enfrentar con los pastores; les reclamaré mis ovejas». Oíd y aprended, ovejas de Dios: Dios reclama sus ovejas a los malos pastores y los culpa de su muerte. Pues, por boca del mismo profeta, dice en otra ocasión: A ti, hijo de Adán, te he puesto de atalaya en la casa de Israel; cuando escuches palabra de mi boca, les darás la alarma de mi parte. Si yo digo al malvado: «¡Malvado, eres reo de muerte!», y tú no hablas poniendo en guardia al malvado para que cambie de conducta, el malvado morirá por su culpa, pero a ti te pediré cuenta de su sangre; pero, si tú pones en guardia al malvado para que cambie de conducta, si no cambia de conducta, él morirá por su culpa, pero tú has salvado la vida. ¿Qué significa esto, hermanos? ¿Os dais cuenta lo peligroso que puede resultar callarse? El malvado muere, y muere con razón; muere en su pecado y en su impiedad; pero lo ha matado la negligencia del mal pastor. Pues podría haber encontrado al pastor que vive y que dice: Por mi vida, oráculo del Señor; pero, como fue negligente el que recibió el encargo de amonestarlo y no lo hizo, él morirá con razón, y con razón se condenará el otro.

COMENTARIO

Tanto ovejas como pastores tienen asignadas sus propias responsabilidades ineludibles: el pastor debe dar voces para que no se descarríen las ovejas, y aún las descarriadas avisarles su extravío. Si calla el pastor, incumple su cometido y la muerte de la descarriada le será imputada. Las ovejas a su vez no pueden escudarse en la mala o negligente acción del pastor. Eso sí no deben seguir su ejemplo, pero más bien deben empeñarse en acudir a la voz por encima de los pastores que es La Palabra de Dios. Si no lo hace y se contamina de la mala acción del pastor, la oveja es responsable de su propio extravío. A nadie se le disculpa dejar de actuar según su propia misión.

martes, 22 de septiembre de 2020

PALABRA COMENTADA

 

Martes 25 de tiempo ordinario

Proverbios 21, 1-6. 10-13

1Como canales de agua es el corazón del rey en la mano del SEÑOR; El lo dirige donde le place.
2
Todo camino del hombre es recto ante sus ojos, Pero el SEÑOR sondea los corazones.
3
El hacer justicia y derecho Es más deseado por el SEÑOR que el sacrificio.
4
Los ojos altivos y el corazón arrogante, Y la lámpara de los impíos son pecado.
5
Los proyectos del diligente ciertamente son ventaja, Pero todo el que se apresura, ciertamente llega a la pobreza.
6
Conseguir tesoros con lengua mentirosa Es un vapor fugaz, es buscar la muerte. 10El alma del impío desea el mal; Su prójimo no halla favor a sus ojos.
11
Cuando el insolente es castigado, el simple se hace sabio; Pero cuando se instruye al sabio, adquiere conocimiento.
12
El justo observa la casa del impío, Llevando al impío a la ruina.
13
El que cierra su oído al clamor del pobre, También él clamará y no recibirá respuesta.

COMENTARIO

Practicar el derecho y la justicia Dios lo prefiere a los sacrificios

Un proverbio en la literatura bíblica es un mashal: un dicho que tiene impacto y nos persuade a una acción. Es como una consigna.

Es como un llamado al que nos sometemos con docilidad y emprendemos el camino del objetivo señalado.

La fuerza del impacto no se le tiene que atribuir, ni en este ni en otros casos de la Palabra, exclusivamente a la inspiración del Espíritu de Dios, sino también a la fuerza y la belleza de la expresión humana.

Así se comprende que literatura no religiosa, meramente literaria o de autoayuda pueda inspirar acciones nobles. Y no sólo literatura, sino toda obra de arte que brota de la inspiración humana y no está contaminada por el burdo interés comercial.

Sin embargo, para la visión profunda y de largo alcance de la fe bíblica, es el Señor quien tiene los hilos del tejido vital de la existencia humana. Y en una y otra forma somos de él, no como marionetas, sino con la dignidad de hijos, co-propietarios, colaboradores.

En el dicho que se seleccionó se remarca la justicia y el derecho, que este proverbio trae de la literatura profética, con ecos de Amós, Jeremías y otros.

Eso quiere decir que la insistencia de esas voces de la Palabra en palabra humana habían calado lo suficiente para que se entendiera en la vida común y corriente, cuál es el verdadero sacrificio agradable al Señor.

Justicia y derecho es una endiadis: figura retórica por la que se hace un solo concepto de dos nombres, aunque los matices se pueden mantener. Así miro el derecho desde la justicia y la justicia desde el derecho, pero ambos configuran una competencia de la persona justa.

Salmo responsorial: 118

COMENTARIO

Enséñame a cumplir tu voluntad / y a guardarla de todo corazón

Caemos en cuenta mientras vamos viviendo que esa competencia es ardua de mantener y que requerimos ser enseñados constantemente a ser justos para guardar la justicia y el derecho.

Porque es un aprendizaje que hay que hacer con el corazón, no con un concepto teórico. Y el corazón humano es volátil.

Lucas 8, 19-21

19Entonces la madre y los hermanos de Jesús llegaron a donde El estaba, pero no podían acercarse a El debido al gentío. 20"Tu madre y Tus hermanos están afuera y Te quieren ver," Le avisaron. 21Pero El les respondió: "Mi madre y Mis hermanos son éstos que oyen la palabra de Dios y la hacen."

COMENTARIO

vinieron a ver a Jesús su madre y sus hermanos,

pero con el gentío no lograban llegar hasta él

No parece que ser familia de Jesús fuera o muy reconocido entre los que lo rodeaban o Jesús mismo no les diera tanta importancia.

Podríamos considerar a Jesús como un ingrato y hasta falto de piedad porque no guardaba para su madre en concreto el afecto debido.

Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la palabra de Dios y la ponen por obra."

Pero no se trata de consideraciones familiares sino de prioridades en el mensaje evangélico.

La ocupación primordial es el Reino del Padre, el único familiar permanente y perdurable más allá de esta existencia y desde ella misma.

Y nuestro Padre Dios que nos enseña justicia y derecho, para que lo practiquemos, ubicará en su sitio nuestros lazos familiares.

La nueva familia, la nueva humanidad, el nuevo parentezco: son los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica.

Eso vivía Jesús de Nazareth.

La nueva familia y los nuevos lazos de parentezco surgen para los seguidores de Jesús de su contacto y aceptación vital de la Palabra.

No es ya el sacrificio del Templo el fundamento, sino la Palabra de Dios.

Otro tanto habría que re-pensar para la variada concepción familiar del presente.

Sin un fundamento del Espíritu, más allá de lo legal normativo, cualquier modelo de familia puede volverse disfuncional.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1308361591407153152?s=20