lunes, 21 de febrero de 2022

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


Lunes, VII semana

San Gregorio de Nisa Homilías sobre el libro del Eclesiastés 5

Si el alma eleva sus ojos a su cabeza, que es Cristo, según la interpretación de Pablo, habrá que considerarla dichosa por la penetrante mirada de sus ojos, ya que los tiene puestos allí donde no existen las tinieblas del mal. El gran Pablo y todos los que tuvieron una grandeza semejante a la suya tenían los ojos fijos en su cabeza, así como todos los que viven, se mueven y existen en Cristo. Pues, así como es imposible que el que está en la luz vea tinieblas, así también lo es que el que tiene los ojos puestos en Cristo los fije en cualquier cosa vana. Por tanto, el que tiene los ojos puestos en la cabeza, y por cabeza entendemos aquí al que es principio de todo, los tiene puestos en toda virtud (ya que Cristo es la virtud perfecta y totalmente absoluta), en la verdad, en la justicia, en la incorruptibilidad, en todo bien.

REFLEXIÓN

Fijar los ojos en nuestro tiempo, equivaldría a optar de raíz por alguien o algo, que lo merezca, para que genere fuerza, que desde dentro haga creíble las transformaciones que produzca. Una fuerza multiforme, que se esparce en los diferentes campos en los que se desarrollan las existencias todas: personas y universo.

Porque el sabio tiene sus ojos puestos en la cabeza, mas el necio camina en tinieblas. El que no pone su lámpara sobre el candelero, sino que la pone bajo el lecho, hace que la luz sea para él tinieblas. Por el contrario, cuantos hay que viven entregados a la lucha por las cosas de arriba y a la contemplación de las cosas verdaderas, y son tenidos por ciegos e inútiles, como es el caso de Pablo, que se gloriaba de ser necio por Cristo. Porque su prudencia y sabiduría no consistía en las cosas que retienen nuestra atención aquí abajo. Por esto dice: Nosotros, unos necios por Cristo, que es lo mismo que decir: «Nosotros somos ciegos con relación a la vida de este mundo, porque miramos hacia arriba y tenemos los ojos puestos en la cabeza». Por esto vivía privado de hogar y de mesa, pobre, errante, desnudo, padeciendo hambre y sed. ¿Quién no lo hubiera juzgado digno de lástima, viéndolo encarcelado, sufriendo la ignominia de los azotes, viéndolo entre las olas del mar al ser la nave desmantelada, viendo cómo era llevado de aquí para allá entre cadenas?

REFLEXIÓN

Así la etiqueta que se adhiere a los que sufren la vanidad es la de perdedores, confrontados con las realizaciones de éxito en lujo, lujuria y poder. Incluso los de votos, supuestos perdedores de oficio, se demarcan de lo ofrecido, arrastrados por la presión del mundo, vergonzantes de su sayal.

Pero, aunque tal fue su vida entre los hombres, él nunca dejó de tener los ojos puestos en la cabeza, según aquellas palabras suyas: ¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo: ¿la aflicción?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada? Que es como si dijese: «¿Quién apartará mis ojos de la cabeza y hará que los ponga en las cosas que son despreciables?» A nosotros nos manda hacer lo mismo, cuando nos exhorta a aspirar a los bienes de arriba, lo que equivale a decir «tener los ojos puestos en la cabeza».

REFLEXIÓN

En principio y desde la cabeza, está asegurada la virtud, pero los riesgos y pérdidas de la vanidad nos pueden hacer flaquear y gemir por el consuelo del éxito. La tardanza de lo último es tenaz.

domingo, 20 de febrero de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Domingo 7 de tiempo ordinario

1Samuel 26, 2 7-9. 12-13. 22-23



REFLEXIÓN

Entonces Abisay dijo a David: "Dios te pone el enemigo en la mano. Voy a clavarlo en tierra de una lanzada; no hará falta repetir el golpe."

Pero David replicó: "¡No lo mates!, que no se puede atentar impunemente contra el ungido del Señor."

Dos lecturas que inspiran dos valores, confrontados. Uno animado por la oportunidad que posiblemente no se volverá a repetir. Otro por el significado de la elección para una misión que se reconoce venida de Dios.

Nos son lejanas y ajenas estas lecturas.? O más bien contemporáneas, permanentes, eternas como la Palabra de Dios.

Así nosotros en algunas coyunturas de nuestra vida que nos vienen bien y se muestran favorables, ante cuáles valores nos orientamos, nos entregamos?

Hoy el valor que viene de la tradición, está en desuso, fuera de moda, no debe ser tomado en cuenta para nuestras decisiones. Más bien debemos ir tras los que nos favorece, y cumple nuestros sueños, caiga quien caiga.

El Señor pagará a cada uno su justicia y su lealtad. Porque él te puso hoy en mis manos, pero yo no quise atentar contra el ungido del Señor

Mas bien David formula un principio político, propio de una sana teología política: Si se atenta contra el ungido, y se llega al poder, se abre la posibilidad que nadie tenga que respetar el valor de la unción, aunque el ungido no nos guste. Atentar contra la legitimidad deslegitima.

Y escarbando en cada pugna política de nuestro entorno conemporáneo, vemos esta confrontación, incluso en comunidades de fe.

Salmo responsorial: 102



REFLEXIÓN

no olvides sus beneficios

Más bien lo que no se debe olvidar es la bendición constante, permanente y copiosa de parte del Señor, empezando por el don de la vida.

Él perdona todas tus culpas él rescata tu vida de la fosa  y te colma de gracia y de ternura

Como el abrazo de un padre amoroso. La fosa como unas fauces que tragan toda conciencia, se constituyen en el símbolo del fracaso existencial. El rescate liberador e histórico de justicia y ágape, nos alivia y anima en la confianza de la Palabra, para no bajar a la fosa del todo. Culpa, enfermedad y fosa es el diagnóstico de la palabra sobre la condición básica de los humanos en su tránsito histórico. Perdona, cura y rescata para una plenitud de gracia y ternura, es la esperanza que nos proveyó para salir adelante y coronar.

El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia.

 Una expresión antropomórfica que induce la experiencia de benignidad y misericordia. Pero deja en el horizonte otra actitud que haga de contrapeso, porque somos también inclinados a la ligereza y a festinar con el trato amable, por picardía o juega-vivo. Que nuestra desesperanza no nos precipite en un juicio condenatorio, porque somos imagen y semejanza del Señor.

 Como un padre siente ternura por sus hijos, / siente el Señor ternura por sus fieles; / porque él conoce nuestra masa, / se acuerda de que somos barro

 Echamos a perder la imagen de Padre si proyectamos una paternidad paternalista, permisiva, que deja ser para no incomodarse con la corrección. No obstante nuestro material deleznable, el Señor no maldice antes bendice. No es una existencia de maledicencia sino de benedicencia. Exorciza el mal bendiciendo, para que se produzca la oportunidad de lo bueno, para que se abra el mal a la conversión. Eso es evangelizar. Convertir el mal desde dentro por la convocatoria al bien. La paternidad del Señor Padre Nuestro supera cualquier modelo y paradigma de paternidad que hayamos elaborado. Su deformación es la caricatura que nos hace de él nuestra instancia superyoica, más enfocada en un orden que en el amor y la pertenencia a un Tú que nos rebase. Pero ante todo por la bendición de haber ganado de gratis un Padre como Dios, que supera y cura las heridas de los padres históricos.

1Corintios 15, 45-49



REFLEXIÓN

No es primero lo espiritual, sino lo animal. Lo espiritual viene después

Así nos ha hablado la teoría de la evolución en sus diferentes variantes a lo largo de la historia de las ciencias. Solo que nuestra teoría de la evolución, la de los creyentes de la Palabra adjudica al poder de Dios la vida espiritual, cualitativamente diferente a la que desarrolle la materia, si lo hace.

Lo curioso es que las ciencias se confiesan teóricas no creyentes, pero sus axiomas son una especie de creencia, no de evidencia.

Lucas 6,27-38



REFLEXIÓN

Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian

He aquí el techo del amor cristiano cuando es ágape.

A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames

Nuestra memoria no dejará de recordarnos la cantidad de veces que nos hemos evadido de tal desafío de amor.

Porque superar la sospecha de que somos abusados en nuestra candidez por la solicitud constante de ayuda sólo es posible al ágape.

Este amor nos ayuda a enfrentar la vergüenza posible de haber sido engañados, burlados.

si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien sólo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores lo hacen. Y si prestáis sólo cuando esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo.

Expandir el amor para hacerse semejante al Padre causa el dolor del crecimiento y la perfección.

Porque si no cuesta el camino de la perfección como darnos cuenta del crecimiento.?

¡No! Amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; tendréis un gran premio y seréis hijos del Altísimo, que es bueno con los malvados y desagradecidos.Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros."

Un programa de vida nada fácil, porque nos inhibimos y recortamos cuando no nos vemos correspondidos.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1495369471376203793?s=20&t=p_bieRMPNs2qxJljxLDfNg