jueves, 19 de noviembre de 2020

PALABRA COMENTADA

 

Jueves 33 de tiempo ordinario

Apocalipsis 5, 1-10

1En la mano derecha de Aquél que estaba sentado en el trono vi un libro (un rollo) escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos. 2Vi también a un ángel poderoso que anunciaba a gran voz: "¿Quién es digno de abrir el libro y de desatar sus sellos?" 3Y nadie, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro ni mirar su contenido. 4Yo lloraba mucho, porque nadie había sido hallado digno de abrir el libro ni de mirar su contenido.
5Entonces uno de los ancianos me dijo: "No llores; mira, el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido para abrir el libro y sus siete sellos."
6Miré, y vi entre el trono (con los cuatro seres vivientes) y los ancianos, a un Cordero, de pie, como inmolado, que tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados por toda la tierra. 7El vino y tomó el libro de la mano derecha de Aquél que estaba sentado en el trono. 8Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos. 9Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: "Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque Tú fuiste inmolado, y con Tu sangre compraste (redimiste) para Dios a gente de toda tribu, lengua, pueblo y nación. 10Y los has hecho un reino y sacerdotes para nuestro Dios; y reinarán sobre la tierra."



REFLEXIÓN

a la derecha del que estaba sentado en el trono

vi un rollo escrito por dentro y por fuera, y sellado con siete sellos.

"¿Quién es digno de abrir el rollo y soltar sus sellos?"

nadie, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el rollo y ver su contenido

Se recoge la impotencia del primer pueblo de la Promesa por la Palabra para alcanzar la salvación mediante un código definitivamente cerrado:la Ley.

Este código era el poder de Dios, porque estaba la derecha del trono, y en cierto momento nadie pudo abrirlo para acceder a la salvación.

Plantea el problema de nuestros hermanos judíos para quienes el rollo es impotente de dar acceso a la salvación y es una vía definitivamente cerrada, a los ojos del vidente del Apocalipsis.

Así ha sido la experiencia del apóstol Juan y del apóstol Pablo en sus misiones evangelizadoras, por encontrar la animadversión de los hermanos judíos y quizá hasta nuestros días en muchos.

Un rabino es inspiración de un teólogo papa para escribir sobre ese rollo sellado y el único capaz de abrirlo. Un rabino que respetuosamente intenta seguir a Jesús en la lectura del evangelio, pero al final discrepa definitivamente porque no puede reconocerle a Jesús ser Hijo de Dios.

Aun para la buena voluntad hay un tope en el acceso a Jesús, que hemos de comprender como de buena fe y dejar en manos del Padre y su infinita sabiduría, la resolución de la salvación de quienes no pueden por el momento aceptar a Jesús como Hijo de Dios.

Sólo que en el afán fraterno de pluralidad los creyentes en Jesús no debemos dejar de lado la afirmación de Jesús como hijo de Dios, aunque busquemos fórmulas de avenimiento. Sería deshonesto negar los topes o límites que hoy por hoy nos separan.

un Cordero en pie; se notaba que lo habían degollado

El Cordero se acercó, y el que estaba sentado en el trono le dio el libro con la mano derecha

Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron ante él

"Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos, porque fuiste degollado y con tu sangre compraste para Dios hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación; y has hecho de ellos para nuestro Dios un reino de sacerdotes, y reinan sobre la tierra."

Jesús, el cordero degollado adquiere el poder delegado de Dios, por la entrega del rollo con mano derecha, por su sangre.

Y cuando se dice sangre no es símbolo sino el núcleo del anuncio evangélico: Jesús crucificado se desangró.Entregó la vida.

Una objeción para aceptar como sacrificio el gesto de Jesús, es que los sacrificios se asocian a divinidades crueles que se satisfacen con sangre, y mantienen el prejuicio que para ser un creyente hay que sacrificarse y satisfacer tal vengativa divinidad.

Se toma nota de tal desviación, pero también se puede depurar ese gesto reconociendo en la novedad del sacrificio de Jesús, aun con derramamiento de sangre, una entrega amorosa a un Dios Padre solidario acompañante de esa entrega.

Salmo responsorial: 149



REFLEXIÓN

que se alegre Israel por su Creador, / los hijos de Sión por su Rey

Jesús con su gesto dio paso a un Espíritu nuevo que sopla libremente. Por lo tanto los hermanos judíos y los hermanos todos aun no cristianos tienen acceso a la salvación abierta por Jesús, según nuestra fe en la misericordia del Padre.

Lucas 19, 41-44

41Cuando Jesús se acercó, al ver la ciudad, lloró sobre ella, 42diciendo: "¡Si tú también hubieras sabido en este día lo que conduce a la paz! Pero ahora está oculto a tus ojos. 43"Porque sobre ti vendrán días, cuando tus enemigos echarán terraplén delante de ti, te sitiarán y te acosarán por todas partes. 44"Te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no conociste el tiempo de tu visitación."



REFLEXIÓN

En aquel tiempo, al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, le dijo llorando: "¡Si al menos tú comprendieras en este día lo que conduce a la paz! Pero no: está escondido a tus ojos. Llegará un día en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el momento de mi venida".

Fiel israelita, Jesús se conmueve y se duele por la falta de respuesta del mundo, encriptado en la ciudad santa.

Su dureza y rebeldía lo afectan. No sabe qué más hacer para persuadir hacia la conversión.

Se trata de una profecía, cree el evangelista que cumplida con la destrucción romana de Jerusalén. Son lecturas posteriores al hecho, que se ven conectadas a Jesús y su significación.

Mas nosotros qué? Leemos en Jesús la historia que participamos como testigos? O nos inhibimos para no ser etiquetados de fundamentalistas?

comprendieras en este día lo que conduce a la paz!

Porque las cosas podrían ser diferentes si viviéramos en otra forma.

Como puede estarnos enseñando la crisis financiera que ahora se extiende por Europa, y se teme que nos alcance en Latinoamérica.

Se teme el aumento en millones de pobres.

Pero no parece que entendamos que debemos convertir nuestro estilo consumista, que llena su existencia con cosas e imagen, pero no con valores de conciencia.

te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el momento de mi venida

Es la lectura que hace la comunidad del evangelista desde sus circunstancias post-destrucción de Jerusalén en el año 70 dC, sobre la consecuencia de no haber escuchado a Jesús.

No cualquiera admite el sentido de esta lectura. Sin embargo no es sólo la persona de Jesús, crucificada cuarenta años antes, sino su mensaje encarnado lo que hubiera podido atraer la paz.

Mensaje de justicia para los pecadores y pobres y excluídos. Mensaje de unidad del pueblo y sus dirigentes, en un orden y paz por el amor y la justicia.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1329386255931600896?s=20

https://youtu.be/QJgwF_9cl1M

LETRA DE JERUSALEMA EN ESPAÑOL

Jerusalema ikhaya lami | Jerusalén es mi hogar

Ngilondoloze | Sálvame

Uhambe nami | Se fue conmigo

Zungangishiyi lana | No me dejes aquí

Jerusalema ikhaya lami | Jerusalén es mi hogar

Ngilondoloze | Sálvame

Uhambe nami | Se fue conmigo

Zungangishiyi lana | No me dejes aquí

Ndawo yami ayikho lana | Mi lugar no está aquí

Mbuso wami awukho lana | Mi reino no está aquí

Ngilondoloze | Sálvame

Zuhambe nami | Ve conmigo

Ndawo yami ayikho lana | Mi lugar no está aquí

Mbuso wami awukho lana | Mi reino no está aquí

Ngilondoloze | Sálvame

Zuhambe nami | Ve conmigo

Ngilondoloze | Sálvame

Ngilondoloze | Sálvame

Ngilondoloze | Sálvame

Zungangishiyi lana | No me dejes aquí

Ngilondoloze | Sálvame

Ngilondoloze | Sálvame

Ngilondoloze | Sálvame

Zungangishiyi lana | No me dejes aquí

Ndawo yami ayikho lana | Mi lugar no está aquí

Mbuso wami awukho lana | Mi reino no está aquí

Ngilondoloze | Sálvame

Zuhambe nami | Ve conmigo

Ndawo yami ayikho lana | Mi lugar no está aquí

Mbuso wami awukho lana | Mi reino no está aquí

Ngilondoloze | Sálvame

Zuhambe nami | Ve conmigo

Jerusalema ikhaya lami | Jerusalén es mi hogar

Ngilondoloze | Sálvame

Uhambe nami | Se fue conmigo

Zungangishiyi lana | No me dejes aquí

Jerusalema ikhaya lami | Jerusalén es mi hogar

Ngilondoloze | Sálvame

Uhambe nami | Se fue conmigo

Zungangishiyi lana | No me dejes aquí

Ndawo yami ayikho lana | Mi lugar no está aquí

Mbuso wami awukho lana | Mi reino no está aquí

Ngilondoloze | Sálvame

Zuhambe nami | Ve conmigo

Ngilondoloze | Sálvame

Ngilondoloze | Sálvame

Ngilondoloze | Sálvame

Zungangishiyi lana | No me dejes aquí

Ngilondoloze | Sálvame

Ngilondoloze | Sálvame

Ngilondoloze | Sálvame

Zungangishiyi lana | No me dejes aquí


MARIA VIRGEN DE LA PROVIDENCIA

 



Nuestra Señora de la Divina Providencia es una advocación mariana de la Iglesia católica que se originó en Italia en el siglo XIII. Actualmente posee una gran veneración en Puerto Rico. De hecho, es la patrona de Puerto Rico. Su imagen se encuentra en una capilla en la Catedral Metropolitana de San Juan en la capital puertorriqueña

Oración a la Virgen de la Divina Providencia

Virgen María Inmaculada, Madre de la Divina Providencia, protege mi alma con la plenitud de tu gracia; gobierna mi vida y dirígela por el camino de la virtud al cumplimiento de la voluntad divina.

Alcánzame el perdón de mis culpas. Sé mi refugio, mi protección, mi defensa y mi guía en la peregrinación por este mundo. Consuélame en mis aflicciones, rígeme en los peligros, y en la tempestades de mi adversidad, ofréceme tu segura tutela.

Alcánzame, ¡Oh Maria!, la renovación interior de mi corazón para que se convierta en morada santa de tu divino Jesús. Aleja de mi que soy débil, toda suerte de pecado, de descuido, de pereza, de debilidad y de respeto humano.

¡Oh, dulcísima Madre de la Divina Providencia! Dirige hacia mí tu mirada maternal y si por fragilidad o por malicia he provocado las amenazas del eterno juez, y he amargado el corazón sacratísimo de mi amado Jesús, cúbreme con el manto de tu protección y seré salvo.

Tú eres madre misericordiosa; tú, la virgen del perdón; tú, mi esperanza en la tierra. Haz que pueda yo tenerte por madre en la gloria del cielo.

Amén