viernes, 16 de diciembre de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Viernes 3 de Adviento

Isaías 56,1-3a.6-8



REFLEXIÓN

"Guardad el derecho, practicad la justicia,

A esta voz si estamos en sintonía y confianza con el Señor más que nos nuestro ego, nos comprometemos desde el fondo, con gusto y gozo, echando un haz de luminosidad sobre nuestra existencia en relación con los demás y el entorno. Esta voz suscita una docilidad amorosa en quien nos llama a su redil y simplifica las interpretaciones, la casuísitica, la jurisprudencia, que como enredadera relativista crece con nuestro conocimiento, de lo que es o lo que no es. Esta voz nos vuelve al lenguaje del sí o no y nos aleja del sí pero, no pero, no sé, sin embargo, aunque … que son los subterfugios y trincheras en los que se afinca nuestra inteligencia caída.

Dichoso el hombre que obra así, dichoso el mortal que persevera en ello, que guarda el sábado sin profanarlo y guarda su mano de obrar el mal

אַשְׁרֵי (eh'-sher)

Bendito, bendecido, feliz, recto, honesto. Un cúmulo de cualificaciones para el hombre que vive según Dios. Es la vivencia de la felicidad, apreciada por aquél a quien se concede, pero no según el mundo. Una felicidad que es como plenitud en proceso mientras se hace el itinerario de la vida, con sus altos y bajos.

El dichoso y bendito se identifica con el Señor en su designio y habita en su voluntad todos lo días de su vida. Pone su confianza en el Señor, más allá de las apariencias que lo llaman a desistir.

aceptaré sobre mi altar sus holocaustos y sacrificios; porque mi casa es casa de oración,

El contexto es la aceptación de los extranjeros en el pueblo elegido a la par de los hijos nativos. Sólo la miopía y astigmatismo hace del extranjero un excluído de la bendición y la elección. El único requisito es proceder con entrega a su alianza.

Es un texto que resuena en la expulsión de los comerciantes del Templo por Jesús.La codicia hizo el templo cueva de ladrones.

Salmo responsorial: 66



REFLEXIÓN

Que Dios nos bendiga

Que el Señor nos bendiga con la felicidad que sólo Él sabe dar. La felicidad que se expresa en el discurso de Jesús en el monte, y se muestra en las situaciones que el mundo y su sabiduría no llamaría felicidad precisamente: pobreza material, duelo, hambre y sed de justicia, persecución, llanto, paciencia y mansedumbre.

Juan 5,33-36



REFLEXIÓN

No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis

Quienes necesitamos la verdad somos nosotros para nosotros mismos. La verdad del Señor es nuestra felicidad. Y Él será verdad lo aceptemos o no. Lo incluyamos en nuestra vida o no. Es un camino de felicidad para nosotros, pero de felicidad al estilo del Señor.

esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado

Nuestra fe y felicidad siempre andará hambrienta de confirmación. El Espíritu del Señor Jesús nos enseña a distinguir sus obras que nos confirman el camino del Padre.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1603713881477713921?s=20&t=IF7cvzI_mSJdwVNs7dlvsQ

 

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


Viernes III

San Agustín Comentario sobre los salmos 37,13-14

Los gemidos de mi corazón eran como rugidos. Hay gemidos ocultos que nadie oye; en cambio, si la violencia del deseo que se apodera del corazón de un hombre es tan fuerte que su herida interior acaba por expresarse con una voz más clara, entonces se busca la causa; y uno piensa para sí: «Quizá gima por aquello, y quizá fue aquello lo que le sucedió». ¿Y quién lo puede entender como no sea aquel a cuya vista y a cuyos oídos llegaron los gemidos? Por eso dice que los gemidos de mi corazón eran como rugidos, porque los hombres, si por casualidad se paran a escuchar los gemidos de alguien, las más de las veces sólo oyen los gemidos exteriores; y en cambio no oyen los gemidos del corazón. ¿Y quién iba a poder interpretar la causa de sus gemidos? Añade por ello: Todo mi deseo está en tu presencia. Por tanto, no ante los hombres, que no son capaces de ver el corazón, sino que todo mi deseo está en tu presencia. Que tu deseo esté en su presencia; y el Padre, que ve en lo escondido, te atenderá. Tu deseo es tu oración; si el deseo es continuo, continua también es la oración. No en vano dijo el Apóstol: Orad sin cesar.

REFLEXIÓN

Teóricos del inconsciente identifican la energía inacabable del deseo, porque no se extingue, aunque pase por muchos objetos, como un caballo en carrera de salto. Tal calidad de inextinguible se toma por su intensidad, y dominio, como tortura y sufrimiento muchas veces, porque no deja de provocar gemidos y como el espejismo, corre de uno tras otro objetivo. Pero si ello mismo por la filiación es entregado al Padre como oración, también deja de extinguirse como un ruego sempiterno.