Reflexiones o Comentarios para compartir, orientar, iluminar la fe, la esperanza y el amor. Dirigido a todos y todas que sientan algún provecho. Tanto cuanto
martes, 15 de septiembre de 2020
SANTA MARIA DE LOS DOLORES
De los Sermones de san Bernardo, abad
lunes, 14 de septiembre de 2020
PALABRA COMENTADA
Exaltación de la Santa Cruz
En este
día conviene pensar en la cruz, instrumento de tortura originalmente, símbolo
de redención desde Jesús de Nazaret.
Es el
equivalente del destino, fatum, imponderable, suerte, que le toca a cada uno
asumir en su existencia.
Puede
mirarse con resignación, con gozo, con paciencia, con ansiedad, como lucha.
En todas
estas actitudes profundas vivenciales y existenciales se entrelazan la fe, la
esperanza y el amor como fuerzas que la transforman, en diálogo con nuestra
libertad, en una cruz gloriosa.
Así nos
lo enseña el crucificado Jesús de Nazareth.
Números 21,4b-9
4Partieron del Monte Hor, por el camino del Mar Rojo, para rodear la tierra
de Edom, y el pueblo se impacientó por causa del viaje. 5Y el pueblo habló contra Dios y Moisés: "¿Por qué nos han sacado de
Egipto para morir en el desierto? Pues no hay comida (pan) ni agua, y
detestamos este alimento tan miserable."
6Y el SEÑOR envió serpientes abrasadoras entre el pueblo, y mordieron al
pueblo, y mucha gente de Israel murió. 7Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: "Hemos pecado, porque hemos
hablado contra el SEÑOR y contra ti; intercede con el SEÑOR para que quite las
serpientes de entre nosotros." Y Moisés intercedió por el pueblo. 8El SEÑOR dijo a Moisés: "Hazte una serpiente abrasadora y ponla sobre
un asta; y acontecerá que cuando todo el que sea mordido la mire, vivirá." 9Y Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso sobre el asta; y sucedía
que cuando una serpiente mordía a alguien, y éste miraba a la serpiente de
bronce, vivía.
COMENTARIO
el pueblo estaba extenuado del camino, y
habló contra Dios y contra Moisés: "¿Por qué nos has sacado de Egipto para
morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin
cuerpo
Pueblo,
comunidad y masa. Tres modos de referirse al grueso de la gente, a la
muchedumbre, a los rasos que soportan y se conducen por donde les mandan.
Pero se
puede establecer algún matiz de diferencia ya que del Pueblo proviene la voz de
Dios, las necesidades sentidas, la sabiduría de vida.
La
comunidad es el modo de designar cierto grado de fraternidad y conocimiento,
más allá del anonimato.
La masa
se encuentra al nivel de lo amorfo, de la ignorancia de su destino, de la
conducta gregaria, para lo bueno o lo malo.
Pues hay
un sentido de Pueblo, comunidad o masa que se opone con rebeldía al Señor, y se
muestra desagradecido, e incurre en el fastidio de Dios, usando una expresión
antropomórfica.
Hay
evangelizadores desprevenidos que toman al Pueblo indiscriminadamente, sin caer
en cuenta de estrategias pastorales diversificadas ante los diferentes niveles
de conciencia popular.
Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el
Señor le respondió: "Haz una serpiente venenosa y colócala en un
estandarte: los mordidos de serpiente quedarán sanos al mirarla
El Señor
suscita un liderazgo con mayor paciencia que se va relevando en la historia,
para insistir en el anuncio del verdadero camino.
Un
liderazgo que no satisface a muchos cuando no cumple ciertos deseos, pero es
requerido para insistir que abogue por la misericordia ante el Señor.
Así por
vía de paradoja el pararayos se convierte por momentos en chivo expiatorio.
Salmo responsorial: 77
COMENTARIO
Lo adulaban con sus bocas, / pero sus
lenguas mentían: / su corazón no era sincero con él, / ni eran fieles a su
alianza
La
verdad que viene del Señor y la sinceridad que brota por ello, son un don para
disponerse a recibirlo.
Rasga
nuestras distorsiones interpretativas y apreciaciones parcializadas e
interesadas.
Somos
cómplices de la mentira porque nos autojustificamos hasta el fin de nuestros
días.
Y en el
camino de la cruz, se nos ofrece la oportunidad de acercarnos e iluminarnos con
la justicia de Dios, aun a pesar de nosotros mismos.
Filipenses 2,6-11
6el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios
como algo a qué aferrarse, 7sino que Se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose
semejante a los hombres. 8Y hallándose en forma de hombre, se humilló El mismo, haciéndose obediente
hasta la muerte, y muerte de cruz. 9Por lo cual Dios también Lo exaltó hasta lo sumo, y Le confirió el nombre
que es sobre todo nombre, 10para que al nombre de Jesús SE DOBLE TODA RODILLA de los que están en el
cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra, 11y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre
COMENTARIO
no hizo alarde de su categoría de Dios
Dios
silente, Dios anónimo, tanto que cuesta hoy en día divinizarlo, en nuestro
mundo que mitifica la materia, y la dota de rasgos divinos.
Es la
que todo lo puede. Sólo es asunto de evolución y tiempo.
se despojó de su rango y tomó la condición
de esclavo, pasando por uno de tantos
Quizás
lo que pretende no es que se le tome como un Dios clásico, sino estrenar
constantemente su paternidad inédita.
Tan
totalmente otro es, que su pedagogía casi consiste en hacerse pasar por alguien
que está de más.
Nos
enseña a amar para hacernos libres, no para acaparar protagonismos ni focos.
No se
ajusta a los cánones mediáticos actuales
Juan 3,13-17
13"Nadie ha subido al cielo, sino Aquél que bajó del cielo, es decir,
el Hijo del Hombre que está en el cielo. 14"Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario
que sea levantado el Hijo del Hombre, 15para que todo aquél que cree, tenga en El vida eterna.
16"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito
(único), para que todo aquél que cree en El, no se pierda, sino que tenga vida
eterna. 17"Porque Dios no envió a Su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino
para que el mundo sea salvo por El.
COMENTARIO
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: "Nadie ha
subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que
Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del
hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al
mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen
el él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para
condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él."
Bajar y
subir es una consideración de espacio significativo: arriba lo perfecto, abajo
lo imperfecto.
Y como
Moisés nosotros asignamos símbolos que nos orienten en el arriba y debajo de nuestras existencias y caminar.
Jesús de
Nazareth, un hijo de hombre, toma la cruz como el signo que desde el
abajamiento catapulta a la exaltación.
Llorar,
lamentarse, suspirar y resignarse no es la única estrategia para hacer de la
cruz ese tránsito, pues el modo de proceder de Jesús de Nazareth, torturado en
la cruz, nos da visos de muchas otras actitudes de fe para elevarnos.
Eso sí,
la única convicción capaz de transformar todo al modo de Jesús es la convicción
del amor del Padre en su hijo entregado.