Deuteronomio 18,15-20
Moisés habló al pueblo, diciendo: "Un profeta, de entre los
tuyos, de entre tus hermanos, como yo, te suscitará el Señor, tu Dios. A él lo
escucharéis. Es lo que pediste al Señor, tu Dios, en el Horeb, el día de la
asamblea: "No quiero volver a escuchar la voz del Señor, mi Dios, ni quiero
ver más ese terrible incendio; no quiero morir." El Señor me respondió:
"Tienen razón; suscitaré un profeta de entre sus hermanos, como tú. Pondré
mis palabras en su boca, y les dirá lo que yo le mande. A quien no escuche las
palabras que pronuncie en mi nombre, yo le pediré cuentas. Y el profeta que
tenga la arrogancia de decir en mi nombre lo que yo no le haya mandado, o hable
en nombre de dioses extranjeros, ese profeta morirá.""
REFLEXIÓN
Moisés
Es el líder israelita que
engrandece sobre cualquier otro la memoria histórica colectiva.
Es para judíos y cristianos,
aunque superado por Jesús de Nazaret para éstos, la voz del Dios único e irrepresentable.
Al hacerlo la cultura hebrea
emplea esta realidad sutil, ahora por escrito: la voz, para representar al
inombrable e invisible.
Por qué elige la voz esta
cultura? Para la fe bíblica no es una elección humana sino divina. La voz es
aliento: ruah, materia sutil que no se ve pero comunica, y es signo de vida por
la respiración.
Así la densidad simbólica de la
autorevelación del Dios Omnipotente está garantizada en esta polivalencia:
comunicar la vida.
Es una comunicación vital,
superior por la realidad que comunica al sexo, que también comunica vida
natural: carne y sangre, carne y deseo.
suscitaré
un profeta de entre sus hermanos
Se apartó este colectivo semita
de la dependencia embrujada por los fenómenos naturales. Prefiere la voz humana
como representación de su Dios.
el
profeta que tenga la arrogancia de decir en mi nombre lo que yo no le haya
mandado
Con esto entramos en la
ambigüedad de la voz humana, que por más que truene, no mete el miedo de un
volcán o una tempestad.
Pero cómo saber cuando es
auténtica voz de Dios?
Ingresamos así en la
espiritualidad del discernimiento, en un proceso de conocimiento teológico, que
debe depurar las voces.
No es lo mismo un profeta que un
equizofrénico. Y el pueblo ha caído tantas veces en manos de éste creyendo que
era aquél.
Salmo responsorial: 94
Venid,
aclamemos al Señor, / demos vítores a la Roca que nos salva; / entremos a su
presencia dándole gracias, / aclamándolo con cantos.
Entrad,
postrémonos por tierra, / bendiciendo al Señor, creador nuestro. / Porque él es
nuestro Dios, / y nosotros su pueblo, / el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis
hoy su voz: / "No endurezcáis el corazón como en Meribá, / como el día de
Masá en el desierto; / cuando vuestros padres me pusieron a prueba / y me
tentaron, aunque habían visto mis obras."
REFLEXIÓN
Porque
él es nuestro Dios, / y nosotros su pueblo
Nos pertenecemos mutuamente. Por
eso la comunicación va abriéndose históricamente al amor, no al miedo ni al
terror.
Ojalá
escuchéis hoy su voz:
De esto se trata todo: escuchar
la voz, obedecer.
1Corintios 7,32-35
Quiero que os ahorréis preocupaciones: el soltero se preocupa de los
asuntos del Señor, buscando contentar al Señor; en cambio, el casado se
preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su mujer, y anda
dividido. Lo mismo, la mujer sin marido y la soltera se preocupan de los
asuntos del Señor, consagrándose a ellos en cuerpo y alma; en cambio, la casada
se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su marido. Os digo
todo esto para vuestro bien, no para poneros una trampa, sino para induciros a
una cosa noble y al trato con el Señor sin preocupaciones.
REFLEXIÓN
induciros
a una cosa noble y al trato con el Señor sin preocupaciones.
Escuchar involucra
despreocupación. No irresponsabilidad. La responsabilidad surge del amor. La
preocupación es un efecto del apego excesivo.
Marcos 1,21-28
Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado
siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina,
porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad. Estaba precisamente en
la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar:
"¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con
nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios." Jesús le increpó:
"Cállate y sal de él." El espíritu inmundo lo retorció y, dando un
grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: "¿Qué es esto?
Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y
le obedecen." Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando
la comarca entera de Galilea.
REFLEXIÓN
tenía
un espíritu inmundo
Mas allá del folklore y sus
creencias mágicas, nos preguntamos por la existencia de fuerzas opuestas a
nosotros, a nuestros sueños, a nuestra realización, a nuestro proyecto. Por qué
me pongo a mí mismo estorbos para avanzar? O es alguien distinto a mí?
Lo que sea el evangelio como
buena nueva de la autoridad de Jesús de Nazaret, nos anima a una fe que supera
la creencia en cualquier fuerza, y el miedo también.
"Cállate
y sal de él."
Si no escuchamos la voz del Señor es probable que
nuestro espacio de conciencia se llene de voces que alientan apegos, obsesiones
y espejismos.
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