sábado, 12 de junio de 2021

PALABRA COMENTADA

 

Sábado 10 de tiempo ordinario

Año Impar

2Corintios 5,14-21



REFLEXIÓN

Nos apremia(sinejo: compeler, presionar) el amor de Cristo, al considerar que, si uno murió por todos

La naturaleza de la obligatoriedad en corresponder a este amor nos la puede ilustrar nuestro doméstico amor parental.

Muchos hijos e hijas hacen la experiencia de ser movidos desde dentro de sus conciencias y entrañas a corresponder al amor recibido por los padres con gestos de cuido y atención cuando ellos envejecen.

Hay como un compromiso piadoso y proporcionado según la propia sensibilidad para no dejar en el abandono a esos seres.

Y cuando muchas veces no se cumplió con esa obligatoriedad de la conciencia, sobreviene la pena por no haber estado a la altura de las circunstancias.

Algo parecido se siente en la exhortación de la Palabra sobre la obligatoriedad de la conciencia para corresponder al amor de Cristo, entregado por nosotros.

Muchos espirituales en la historia hicieron de este amor piadoso el núcleo de su experiencia religiosa y de fe, y a partir de ella movilizaron sus energías para prodigar el ágape a otros como correspondencia al gesto de Jesús.

Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado.

No es que los valores de la tierra y del mundo se nieguen y rechacen. Pero para los transfigurados por el amor de correspondencia al Señor Jesús, esos valores no llaman al absoluto, sino que son re-ubicados en nuestra estimativa.

Se puede decir que la ética y la estética se revolucionan desde ese punto referencial de la plenitud, la belleza, la armonía y el amor.

Ignacio de Loyola en su tercera manera de humildad eleva esta identificación con Jesús crucificado al rango de criterio eminencial para decidir más pobreza que riqueza, deshonor que gloria mundana.

Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo, sin pedirle cuentas de sus pecados, y a nosotros nos ha confiado la palabra de la reconciliación

En las tendencias actuales por la defensa de los derechos humanos como expresión de la dignidad de la persona humana se pudiera sentir el compromiso que tenemos de esparcir y multiplicar la reconciliación, como agentes del amor que el Señor nos ha tenido.

Pero como los lobos se disfrazan de ovejas eventualmente, nuestra prodigalidad tiene que ir acompañada del discernimiento del amor, o del amor discreto.

Salmo responsorial: 102



REFLEXIÓN

no está siempre acusando / ni guarda rencor perpetuo

El Señor no ostenta su absoluto como nosotros nuestra egolatría.

Porque permanecer en el rencor y persistir en la acusación hace de la víctima un victimario, a su vez.

Mateo 5,33-37



REFLEXIÓN

os basta decir "sí" o "no". Lo que pasa de ahí viene del Maligno

Porque la enseñanza de la Palabra comunicada por el Padre desde siempre y encarnada en Jesús de Nazareth se muestra como palabra y gesto, comunicación y contenido, anuncio y compromiso fiel.

Nuestro programa de contracultura por fe inicia por un código de comunicación de sí y no.

Ni adormecemos, sugestionamos o manipulamos mediante la palabra para lograr nuestros intereses.

Quizás así habría menos viajes y foros para erradicar la pobreza, pero más praxis de cambio. Porque la evidencia aportada consiste en hablar mucho sin actuar en consecuencia.

Pensar que los pobres desde las oportunidades que se les niega, hasta los impuestos que se les aplican, sostienen esas ingentes cantidades de reuniones y foros que hablan de ellos, pero no cambian su existencia.

El robo y latrocinio hipócrita se perfecciona en su perfidia.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1403679394216960003?s=20

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

Sábado, X semana



San Ambrosio Comentarios sobre los salmos 1,9-12

 ¿Qué cosa hay más agradable que los salmos? Como dice bellamente el mismo salmista: Alabad al Señor, que los salmos son buenos; nuestro Dios merece una alabanza armoniosa. Y con razón: los salmos, en efecto, son la bendición del pueblo, la alabanza de Dios, el elogio de los fieles, el aplauso de todos, el lenguaje universal, la voz de la Iglesia, la profesión armoniosa de nuestra fe, la expresión de nuestra entrega total, el gozo de nuestra libertad, el clamor de nuestra alegría desbordante. Ellos calman nuestra ira, rechazan nuestras preocupaciones, nos consuelan en nuestras tristezas. De noche son un arma, de día una enseñanza; en el peligro son nuestra defensa, en las festividades nuestra alegría; ellos expresan la tranquilidad de nuestro espíritu, son prenda de paz y de concordia, son como la cítara que aúna en un solo canto las voces más diversas y dispares. Con los salmos celebramos el nacimiento del día, y con los salmos cantamos a su ocaso. En los salmos rivalizan la belleza y la doctrina; son a la vez un canto que deleita y un texto que instruye. Cualquier sentimiento encuentra su eco en el libro de los salmos. Leo en ellos: Cántico para el amado, y me inflamo en santos deseos de amor; en ellos voy meditando el don de la revelación, el anuncio profético de la resurrección, los bienes prometidos; en ellos aprendo a evitar el pecado y a sentir arrepentimiento y vergüenza de los delitos cometidos. ¿Qué otra cosa es el Salterio sino el instrumento espiritual con que el hombre inspirado hace resonar en la tierra la dulzura de las melodías celestiales, como quien pulsa la lira del Espíritu Santo?

REFLEXIÓN

Los salmos tienen todas estas atribuciones y más, pero son musicalizados en sus respectivos contextos culturales, donde sorprenden con nuevos significados e inspiraciones, precisamente por ser Palabra viva que puede ser cantada. Si la encarnación se toma en serio no podría haber tanto reparo por el aspecto carnal histórico sino más bien se promovería. Aunque tales reparos en esta ocasión proviene de neoplatonismo cultural, sirven de referencia para poner alertas frente a cualquier desviación del buen uso. Muchos cantos en ritmos actuales llevan veneno en sus letras, y a mentes frágiles las impulsan al perjuicio propio y ajeno: drogas, violencia, depravación. No viene mal entonces un caveamur.