martes, 6 de julio de 2021

PALABRA COMENTADA

 

MARTES 14 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Génesis 32,22-32



REFLEXIÓN

"Ya no te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado con dioses y con hombres y has podido."

"He visto a Dios cara a cara y he quedado vivo."

La obediencia sumisa, sin lucha y resistencia, no lo subraya la Palabra del Señor.

Debe costar para señalar un crecimiento, una superación, un vencimiento, una muerte.

Incluso, el camino de la obediencia puede pasar por la desviación y la equivocación, al descifrar la voluntad de Dios.

Se trata de actuar el discernimiento de Espíritus como actitud fundamental de la existencia, como aquello que nos inspira el Espíritu del Señor para probarlo todo y quedarse con lo bueno.

Solemos satisfacernos con clichés que acotan la comprensión de la realidad, para conformarnos con lo conocido, pero que evitan el proceso de su re-edición o re-invención.

Los clichés de obediencia a la voluntad de Dios pueden ser en asuntos muy buenos y santos, pero es su aplicación concreta e histórica la que revela su naturaleza específica.

No todo el que dice Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos.

Podemos parafrasear diciendo: no todo el que clama el cliché de moda, entrará en el reino de los cielos.

Salmo responsorial: 16

REFLEXIÓN

Señor, escucha mi apelación

Para ser escuchado debo entrar en una lucha, y así obedecer más íntegramente.

Sin embargo no se puede descartar la obediencia que implica la rendición y el obsequio al misterio de la libertad del Señor.

Se lucha hasta donde se debe y puede para  finalmente adorar su voluntad.

no encontrarás malicia en mí

Más que una realidad es un desafío: ser tan transparente que la malicia por complicidad con mis motivaciones egoístas, no prevalezca.

Mateo 9,32-38



REFLEXIÓN

La gente decía admirada: "Nunca se ha visto en Israel cosa igual." En cambio, los fariseos decían: "Éste echa los demonios con el poder del jefe de los demonios."

Los fariseos, los judíos, los adversarios, el bando opositor. Incapaces de ver y admitir que también otros pueden hacer el bien, y lo correcto.

Al ver a las gentes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, "como ovejas que no tienen pastor".

La interpretación sociológica pone a Jesús de Nazareth al frente de un movimiento de descamisados y descastados. Puede ser.

Las imágenes que elaboran las diferentes ciencias pueden ayudar a tener un idea más aquilatada de lo que pudo ser el escenario original.

Lo que no se puede dejar de señalar es el énfasis del evangelio sobre la dedicación personal de Jesús a las personas necesitadas de salvación humana y trascendente.

Un énfasis en la persona como centro del reino, que haríamos bien en transferir a otros dominios.

El celo apostólico inagotable viene del Señor, es su inspiración. Y más auténtico mientras más persecución e incomprensión suscite.

rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies

Es parte de la responsabilidad del apóstol: pedir al Señor por más apóstoles, cuando se capta la inmensidad de la necesidad de Buena Nueva.

En el ethos de disentimiento, del espíritu del siglo que vivimos, echamos de menos el liderazgo que proclame, no obstante, una buena noticia.

Hay algunos que fabrican buenas noticias que al rato se convierten en malas, porque camuflan la Verdad, para usufructuar tenebrosos beneficios.

El padre de la mentira está lleno de hijos.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1412364106934501377?s=20

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

Martes, XIV semana



San Agustín Comentario sobre los salmos 32,29

Hermanos, os exhortamos vivamente a que tengáis caridad no sólo para con vosotros mismos, sino también para con los de fuera, ya se trate de los paganos, que todavía no creen en Cristo, ya de los que están separados de nosotros, que reconocen a Cristo como cabeza, igual que nosotros, pero están divididos de su cuerpo. Deploremos, hermanos, su suerte, sabiendo que se trata de nuestros hermanos. Lo quieran o no, son hermanos nuestros. Dejarían de serlo si dejaran de decir: Padre nuestro. Dijo de algunos el profeta: A los que os dicen: «No sois hermanos nuestros», decidles: ·«Sois hermanos nuestros». Atended a quiénes se refería al decir esto. ¿Por ventura a los paganos? No, porque, según el modo de hablar de las Escrituras y de la Iglesia, no los llamamos hermanos. ¿Por ventura a los judíos, que no creyeron en Cristo? Leed los escritos del Apóstol, y veréis que, cuando dice «hermanos» sin más, se refiere únicamente a los cristianos: Tú, ¿por qué juzgas a tu hermano?, o ¿por qué desprecias a tu hermano? Y dice también en otro lugar: Sois injustos y ladrones, y eso con hermanos vuestros. Ésos, pues, que dicen: «No sois hermanos nuestros», nos llaman paganos. Por esto, quieren bautizarnos de nuevo, pues dicen que nosotros no tenemos lo que ellos dan. Por esto, es lógico su error, al negar que nosotros somos sus hermanos. Mas, ¿por qué nos dijo el profeta, Decidles: «Sois hermanos nuestros», sino porque admitimos como bueno su bautismo y por esto no lo repetimos? Ellos, al no admitir nuestro bautismo, niegan que seamos hermanos suyos; en cambio, nosotros, que no repetimos su bautismo, porque lo reconocemos igual al nuestro, les decimos: Sois hermanos nuestros. Si ellos nos dicen: «¿Por qué nos buscáis, para qué nos queréis?», les respondemos: Sois hermanos nuestros

REFLEXIÓN

En tiempos de división la unidad se pronuncia como una gran falacia o hipocresía, a menos que al hacerlo se esté dando un compromiso activo de restaurarla allí donde no exista o se desgarre. Se da la paradoja hoy que salimos a buscar unidad con religiones e iglesias distintas y diversas, pero mantenemos el enfrentamiento o la indiferencia  en la familia, la calle, el barrio, el trabajo, la escuela, la fe.