jueves, 23 de septiembre de 2021

PALABRA COMENTADA

 

Jueves 25 de tiempo ordinario

Año Impar

 

Ageo 1,1-8



REFLEXIÓN

 

subid al monte, traed maderos, construid el templo, para que pueda complacerme y mostrar mi gloria -dice el Señor-

 

Como Palabra de Dios en boca de Ageo, se interpela al pueblo sobre sus prioridades: su propia comodidad antes que la reconstrucción del Templo. Y su efecto: la Gloria de Dios no los alcanza ni los sustenta, porque viven insatisfechos, en pobreza y escasez. La Gloria del Señor es el bienestar humano, con Él a la cabeza.

 

Mientras un templo cristiano se construya, así sea humilde o modesto, es indicio de la inquietud por el Señor de la Gloria en la humanidad, y su presencia suya entre nosotros.

 

Pero, aún más, mientras haya defensa de la dignidad de la persona humana, por pequeña o por nacer que sea, es indicio de la inquietud por el Señor del Ágape, y su presencia entre nosotros.

 

Salmo responsorial: 149



REFLEXIÓN

 

adorna con la victoria a los humildes

 

La victoria del Señor no es una revancha en la que los humillados pasan a ser ofensores.

 

Es una victoria de los humildes, quienes a pesar de su humillación, pusieron su esperanza en Dios y esperaron su justicia y justificación, aunque no vieran de vuelta a sus ofensores defenestrados.

 

Más bien la justicia de Dios los hizo capaces de amar al enemigo con el perdón.

 

Para lograr esa actitud se requiere que Él nos sostenga por su Espíritu como lo hizo con su hijo Jesucristo.

 

Lucas 9,7-9



REFLEXIÓN

unos decían que Juan había resucitado, otros que había aparecido Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas

 

¿Quién es este de quien oigo semejantes cosas?

 

Jesús encarnaba todo eso y más, porque en él la palabra pronunciada desde siempre cobraba vida y actuaba soberanamente.

 

Jesús suscitó una expectativa de la cual solo los evangelios dan testimonio.

 

Podría ser que en ellos se plasmara el engrandecimiento que las comunidades primeras cristianas iban haciendo de su maestro.

 

Y que en la realidad Jesús no hubiera tenido tanta fama real como se decía.

 

Sin embargo el mensaje más que hablar de la fama de Jesús nos deja ante una Palabra que aporta una novedad en la vida de los creyentes y seguidores de Jesús: es alguien trascendental, significativo, mesías.

 

Aunque no es el titular de los medios de comunicación de nuestro tiempo, muchos son los que van encontrando día a día esta verdad para sus existencias: Jesús es un mesías, un elegido para un designio, un plan, una novedad que el mismo llamó reino.

 

Cuán involucrados nos vemos en esta novedad?

 

Y tenía ganas de ver a Jesús.

 

El enigma de Jesús, paradójicamente en su indefensión como los anteriores profetas, hacía preocuparse a los poderosos, porque sus conciencias en ruina resurgían con culpas antiguas.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1440992286364557312?s=20

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

Si Jesús hoy me dice SEGUIME ¿De qué me levanto? ¿Qué dejo para seguirlo

Jueves, XXV semana

San Agustín Sermón sobre los pastores 7 46,24-25.27

Las sacaré de entre los pueblos, las congregaré de los países, las traeré a su tierra, las apacentaré en los montes de Israel. Compara a los autores de las sagradas Escrituras con los montes de Israel. En ellas habéis de apacentáos para pacer con seguridad. Saboread bien cuanto en ellas oigáis; rechazad cuanto venga de fuera. Para no extraviaros en la tiniebla, escuchad la voz del pastor. Recogéos en los montes de la sagrada Escritura. En ella se encuentran las delicias de vuestro corazón, en ella no hay nada venenoso, nada extraño; son pastos ubérrimos. Lo único que tenéis que hacer, las que estáis sanas, es acudir a apacentaros en los montes de Israel. En las cañadas y en los poblados del país. Porque de los montes, de los que hemos hablado, manaron los ríos de la predicación evangélica, ya que a toda la tierra alcanza su pregón, y la tierra entera se volvió abundante fecunda para pasto de las ovejas. Las apacentaré en ricos pastizales, tendrán sus dehesas en los montes más altos de Israel, o sea, donde puedan descansar y decir: «Se está bien»; donde digan: «Es verdad, está claro, no nos han engañado.» Descansarán en la gloria de Dios, como si fueran sus dehesas. Se recostarán, es decir, descansarán, en fértiles dehesas.

REFLEXIÓN

Muchos apacentadores profesionales, no conocen propiamente a las ovejas de su rebaño, pero ni siquiera los dejan conocer a Quien de verdad los conoce y sabe lo que necesitan. En vez de asistir al verdadero encuentro de un Juicio justo,  se interponen y desvían de ese encuentro. Se necesita una buena dosis de autoaprendizaje de la propia experiencia para no esperar tanto de los apacentadores, y profundizar más en la búsqueda de Quien hace justos juicios.