domingo, 17 de octubre de 2021

PALABRA COMEN TADA

 

Domingo 29 de tiempo ordinario

Isaías 53, 10-11



REFLEXIÓN

El Señor quiso(chapets:aprobó) triturarlo(daka:aniquilar) con el sufrimiento

La Palabra revela el Misterio absoluto del Señor en el decir histórico-cultural humano. Esto ayuda y estorba.

Alguien amado del Señor, su siervo por decir su enviado, su ungido, su elegido, es triturado, hecho trizas por el sufrimiento.

En el aire está el escándalo que se levanta en los corazones por una víctima inocente.

Qué decir de nuestra sensibilidad humana crece a sus máximos de queja y reclamo cuando topa con el sufrimiento de una víctima inocente.

Es un escándalo para lo que creemos del Señor, porque pone en tela de juicio su bondad y el resto de su revelación, su designio.

Será que el Señor no ha encontrado otro lenguaje, para que el corazón humano se convierta de su dureza?

Y así el sufrimiento de la víctima inocente no es precisamente para reclamarle a Él, sino para que Él nos reclame a nosotros por nuestra falta de ternura y compasión para los demás.

A veces un padre o madre recurre al sufrimiento de algún hijo, negándole algún bien o satisfacción, para que despierte de su engreimiento y egoísmo, y mire más por sus hermanos.

y entregar su vida como expiación

Y así la expiación es ante sus hermanos, para que se conmuevan y salgan de su desvío de la fraternidad.

Por los trabajos de su alma verá la luz,

el justo se saciará de conocimiento.

En la fe activa que portamos se ofrece esa secreta voz que nos asegura, que los trabajos de la solidaridad y la fraternidad, no quedarán sin reconocimiento.

Mi siervo justificará a muchos,

porque cargó con los crímenes de ellos

Es como si un representante de una víctima inocente proclamara ante los verdugos, que salgan de la culpabilidad de su crimen y daño, y se abran a una realidad de ternura, perdón y fraternidad.

Porque los victimarios necesitan una voz que los haga encontrar el camino de vuelta y mostrar su conversión en la reparación del daño.

Salmo responsorial: 32



REFLEXIÓN

Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti

Pero que venga como una responsabilidad para ser misericordiosos con los hermanos y las víctimas, que puedo producir en mi existencia. Las que produzco intencionalmente pero también por omisión.

Por eso pedimos las entrañas de misericordia del Dios leal, para hacernos en nuestra escala como Él.

Hebreos 4, 14-16



REFLEXIÓN

ha atravesado el cielo

En esto radica la angustia existencial humana ante la evidencia de su final eventual pero seguro: la inseguridad sobre el reinado de Dios.

Porque no es suficiente despejar la existencia o no de Dios, sino lo que significa en términos salvíficos: es qué tiene consecuencia signficativas para mi vida? Para nuestro mundo?.

Por eso Jesús contribuye a nuestra fe en nosotros como humanidad, con destino significativo, porque en él se revela la comunicación del Misterio del Señor. En él el cielo está abierto.

acerquémonos con seguridad

La seguridad nos la da el mediador, no el resultado pronosticado por nuestra sabiduría.

Marcos 10, 35-45



REFLEXIÓN

"Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir."

La ambición y el poder son nuestros acompañantes frecuentes y constantes. Están disponibles para que aparezcan en cualquier coyuntura de poder, o cuando creemos estar cerca de él. Los seguidores de Jesús eran muy ambiciosos y esperaban, como mercenarios, recibir buena paga.

Nos extrañamos de la impureza de las motivaciones nuestras y de otros, en las mejores causas. Más bien es con lo que debemos contar inicialmente.

¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?

El siervo Jesús deberá enderezar esos mercenarios a una conversión de servicio al reino. El sufrimiento ayudará a ver, en el testimonio de sus seguidores, que no iban por ambición de poder.

el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos

Los creyentes de Jesús de Nazareth con nuestro sufrimiento podemos dar testimonio a favor de Jesús: víctima inocente, y del compromiso para la reparación solidaria a toda víctima inocente.

Porque nuestra solidaridad no es un generoso excedente de nuestra bondad, sino una deuda de reparación frente a un orden injusto, que se manifiesta poblando la creación con víctimas inocentes.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1449706225520848899?s=20

DOCTORES DE LA IGLESIA

 


LA ORACIÓN DE CARLO ERA EN LO OCULTO

Domingo, XXIX semana

San Agustín Carta a Proba 130,8,15.17- 9,18

¿Por qué en la oración nos preocupamos de tantas cosas y nos preguntamos cómo hemos de orar, temiendo que nuestras plegarias no procedan con rectitud, en lugar de limitarnos a decir con el salmo: Una cosa pido al Señor, eso buscaré: habitar en la casa del Señor por los días de mi vida; gozar de la dulzura del Señor, contemplando su templo? En aquella morada, los días no consisten en el empezar y en el pasar uno después de otro ni el comienzo de un día significa el fin del anterior; todos los días se dan simultáneamente, y ninguno se termina allí donde ni la vida ni sus días tienen fin. Para que lográramos esta vida dichosa, la misma Vida verdadera y dichosa nos enseñó a orar; pero no quiso que lo hiciéramos con muchas palabras, como si nos escuchara mejor cuanto más locuaces nos mostráramos, pues, como el mismo Señor dijo, oramos a aquel que conoce nuestras necesidades aun antes de que se las expongamos. Puede resultar extraño que nos exhorte a orar aquel que conoce nuestras necesidades antes de que se las expongamos, si no comprendemos que nuestro Dios y Señor no pretende que le descubramos nuestros deseos, pues él ciertamente no puede desconocerlos, sino que pretende que, por la oración, se acreciente nuestra capacidad de desear, para que así nos hagamos más capaces de recibir los dones que nos prepara. Sus dones, en efecto, son muy grandes, y nuestra capacidad de recibir es pequeña e insignificante.

REFLEXIÓN

Orar para cambiarnos en lo que vamos recibiendo: al Señor de la Gloria. No es un beneficio para Él, es para nosotros, que podemos orando, transformarnos. De ahí que lo de menos es el qué vamos a pedir, sino el cómo pedimos, al que nos va  dando. Capaces de Dios, nos hace el orar, capaces de asumirlo, profundizarlo, saborearlo, más no entenderlo, porque el que se nos va dando es Misterio absoluto.