lunes, 10 de enero de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Lunes 1 de tiempo ordinario

Año Par

1Samuel 1, 1-8

    


         

   REFLEXIÓN

Fenina tenía hijos, y Ana no los tenía

Más que el caso de la estéril comparada con la fecunda, y el matiz de la infecundidad en una cultura volcada a la procreación, que se ha ido enunciando en diferentes narraciones como la de Sara y Agar, Raquel y Lía, es la intervención del Señor para asegurar su camino de salvación, que es su gloria, pero además en sinergia con la gloria de una mujer que es por su esterilidad menospreciada y vilipendiada.

Hoy tenemos en el mundo actual tendencias a la esterilidad voluntaria, por parte de mujeres cuya realización cristaliza en otras metas como el logro profesional, o mujeres que abortan por diferentes razones, aparentemente importantes.

Y tendencias a la fecundidad artificial de mujeres y hombres, que anhelan estrenar la maternidad y paternidad en escenarios no tradicionales como madres y padres solteros, y parejas homosexuales.

Ya en algunas sociedades se advierte una curva estadística de nacimientos descendente, con el consiguiente envejecimiento de la población y el aumento de inmigrantes para suplir la fuerza de trabajo.

En este mar de tendencias no tradicionales es importante discernir para abrirnos, más allá de patrones culturales, a la intervención del Señor que prosigue en su designio de salvación para todos y todas.

Su rival la insultaba, ensañándose con ella para mortificarla, porque el Señor la había hecho estéril

El designio del Señor es una forja de misericordia, que empareja las cargas y equilibra las desigualdades, mostrando que todos y todas, en sus diferentes circunstancias, son hijos e hijas amados y llamados a la gloria de la salvación.

Este pensamientos tradicional y en apariencia inocuo, tiene la oculta fuerza para sostener la impotencia y la marginación, e impulsar hacia metas de esperanza y redención.

No obstante su concepción, María la madre de Jesús, será bendecida también con una fecundidad desde lo alto. Un signo más claro de la equiparación de los que tienen dones naturales y quienes no, ante el amor equitativo del Señor.

Salmo responsorial: 115



REFLEXIÓN

¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que ha hecho? Alzaré la copa de la salvación, invocando su nombre

El Señor nos deja el don y su acción de gracias, como en Jesús de Nazareth, quien dispensaba los bienes de su Padre para el pueblo y agradecía en ese mismo gesto de distribución, tal generosidad.

La eucaristía es un don de acción de gracias del mismo Señor en su hijo, que se debe acompañar de la distribución de las riquezas de la creación, para que nadie pueda ser impedido de llegar a la salvación.

Marcos 1,14-20




REFLEXIÓN

"Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio."

Un mensaje que pretende ubicarnos ya, de una vez por todas en un dominio: el reino de Dios.

Por supuesto, si queremos. Por eso la necesidad de convertirse y creer. Nada de eso se puede procesar sin nuestra anuencia.

Y cómo queremos? Utilizando la tipología ignaciana de los ejercicios espirituales: como primer, segundo o tercer binario?

En esta tipología cabemos y caemos todos los que existimos, y a quienes conocemos.

Vemos personas, y hasta lo somos por tiempo, que nada que ver con el reino de Dios, mientras nos ocupamos de otras cosas. Un olvido de esa dimensión que nos lleva hasta la posibilidad de grandes crímenes y ofensas.

Vemos también otros y hasta lo somos, cómplices de la componenda y la corrupción, queriendo el reino a ratos, pero frenándose cuando se es afectado en los más caros intereses.

Pero para nuestra esperanza y reforzamiento vemos, y hasta ocasionalmente lo somos, a quienes se desgastan por el amor solidario y el Señor es la constante en el sentido de su vida corriente. Gente de bien en mejor subiendo.

Gracias a Dios tenemos hermanos así que nos jalan a mayor entrega.

Mensaje sencillo de realización de algo deseado y anhelado desde antiguo: un nuevo modo y orden de realidad.

Pero es una invitación a la co-responsabilidad, a la conversión. Un nuevo pacto.

El anuncio de Jesús es sobre un reino que está cerca, próximo, a la mano. Como el/la vulnerable que se me aproxima, se me hace cercano/a en su dolor para tocar mis entrañas de misericordia, que se aguan si accedo a convertirme.

"Venid conmigo y os haré pescadores de hombres."

Jesús da a entender un reino en convivencia cooperadora. Donde el líder que es él, gusta de formar equipo y comparte responsabilidades.

Un estilo de vida que podemos extender a nuestra familia, trabajo, estudio, amistades. Donde da gusto estar y juntos nos animamos a luchar.

Acto seguido llamó a la colaboración.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1480498010450808833?s=20

BEATO CARLO


SE PREOCUPÓ DE LOS MÁS VULNERABLES DESDE PEQUEÑO

 De la carta de san Clemente primero, papa, a los Corintios
(Cap. 59, 2--60, 4; 61, 3: Funk 1, 135-141)

 

EL VERBO DE DIOS FUENTE DE SABIDURÍA CELESTIAL

 

No cesamos de pedir y de rogar para que el Artífice de todas las cosas conserve íntegro en todo el mundo el número de sus elegidos, por mediación de su amado siervo Jesucristo, por quien nos llamó de las tinieblas a la luz, de la ignorancia al conocimiento de la gloria de su nombre. Haz que esperemos en tu nombre, tú que eres el origen de todo lo creado; abre los ojos de nuestro corazón, para que te conozcamos a ti, el solo altísimo en las alturas, el santo que reposa entre los santos; que terminas con la soberbia de los insolentes, que deshaces los planes de las naciones, que ensalzas a los humildes y humillas a los soberbios, que das la pobreza y la riqueza, que das la muerte, la salvación y la vida, el solo bienhechor de los espíritus y Dios de toda carne; tú que sondeas los abismos, que ves todas nuestras acciones, que eres ayuda de los que están en peligro, que eres salvador de los desesperados, que has creado todo ser viviente y velas sobre ellos; tú que multiplicas las naciones sobre la tierra y eliges de entre ellas a los que te aman por Jesucristo, tu Hijo amado, por quien nos has instruido, santificado y honrado.

 

Te pedimos, Señor, que seas nuestra ayuda y defensa. Libra a aquellos de entre nosotros que se hallan en tribulación, compadécete de los humildes, levanta a los caídos, socorre a los necesitados, cura a los enfermos, haz volver a los miembros de tu pueblo que se han desviado; da alimento a los que padecen hambre, libertad a nuestros cautivos, fortaleza a los débiles, consuelo a los pusilánimes; que todos los pueblos de la tierra sepan que tú eres Dios y no hay otro, y que Jesucristo es tu siervo, y que nosotros somos tu pueblo, el rebaño que tú guías.

 

Tú has dado a conocer la ordenación perenne del mundo, por medio de las fuerzas que obran en él; tú, Señor, pusiste los cimientos de la tierra, tú eres fiel por todas las generaciones, justo en tus juicios, admirable por tu fuerza y magnificencia, sabio en la creación y providente en el gobierno de las cosas creadas, bueno en estos dones visibles y fiel para los que en ti confían, benigno y misericordioso; perdona nuestras iniquidades e injusticias, nuestros pecados y delitos.

 

No tomes en cuenta todos los pecados de tus siervos y siervas, antes purifícanos en tu verdad y asegura nuestros pasos, para que caminemos en la piedad, la justicia y la rectitud de corazón, y hagamos lo que es bueno y aceptable ante ti y ante los que nos gobiernan.

 

Más aún, Señor, ilumina tu rostro sobre nosotros, para que gocemos del bienestar en la paz, para que seamos protegidos con tu mano poderosa, y tu brazo extendido nos libre de todo pecado y de todos los que nos aborrecen sin motivo.

 

Da la concordia y la paz a nosotros y a todos los habitantes del mundo, como la diste a nuestros padres, que piadosamente te invocaron con fe y con verdad. A ti, el único que puedes concedernos estos bienes y muchos más, te ofrecemos nuestra alabanza por Jesucristo, pontífice y abogado de nuestras almas, por quien sea a ti la gloria y la majestad, ahora y por todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amén.