miércoles, 6 de julio de 2022

BEATO CARLO


 

Del Comentario de Procopio de Gaza, obispo, sobre el libro de los Proverbios.
(Cap. 9: PG 87, 1, 1299-1303)

 

LA SABIDURÍA DE DIOS NOS MEZCLÓ SU VINO Y PUSO SU MESA

 

La Sabiduría se ha construido su casa. La Potencia personal de Dios Padre se preparó como casa propia todo el universo, en el que habita por su poder, y también lo preparó para aquel que fue creado a imagen y semejanza de Dios y que consta de una naturaleza en parte visible y en parte invisible.

 

Plantó siete columnas. Al hombre creado de nuevo en Cristo, para que crea en él y observe sus mandamientos, le ha dado los siete dones del Espíritu Santo; con ellos, estimulada la virtud por el conocimiento y recíprocamente manifestado el conocimiento por la virtud, el hombre espiritual llega a su plenitud, afianzado en la perfección de la fe por la participación de los bienes espirituales.

 

Y así, la natural nobleza del espíritu humano queda elevada por el don de fortaleza, que nos predispone a buscar con fervor y a desear los designios divinos, según los cuales ha sido hecho todo; por el don de consejo, que nos da discernimiento para distinguir entre los falsos y los verdaderos designios de Dios, increados e inmortales, y nos hace meditarlos y profesarlos de palabra al darnos la capacidad de percibirlos; y por el don de entendimiento, que nos ayuda a someternos de buen grado a los verdaderos designios de Dios y no a los falsos.

 

Ha mezclado el vino en la copa y ha puesto la mesa. Y en el hombre que hemos dicho, en el cual se hallan mezclados como en una copa lo espiritual y lo corporal, la Potencia personal de Dios juntó a la ciencia natural de las cosas el conocimiento de ella como creadora de todo; y este conocimiento es como un vino que embriaga con las cosas que atañen a Dios. De este modo, alimentando a las almas en la virtud por sí misma, que es el pan celestial, y embriagándolas y deleitándolas con su instrucción, dispone todo esto a manera de alimentos destinados al banquete espiritual, para todos los que desean participar del mismo.

 

Ha despachado a sus criados para que anuncien el banquete. Envió a los apóstoles, siervos de Dios, encargados de la proclamación evangélica, la cual, por proceder del Espíritu, es superior a la ley escrita y natural, e invita a todos a que acudan a aquel en el cual, como en una copa, por el misterio de la encarnación tuvo lugar una mezcla admirable de la naturaleza divina y humana, unidas en una sola persona, aunque sin confundirse entre sí. Y clama por boca de ellos: «El insensato, que venga a mí. El insensato, que piensa en su interior que no hay Dios, renunciando a su impiedad, acérquese a mí por la fe, y sepa que yo soy el Creador y Señor de todas las cosas.»

 

Y dice: Quiero hablar a los faltos de juicio: Venid a comer de mi pan y a beber el vino que he mezclado. Y, tanto a los faltos de obras de fe como a los que tienen el deseo de una vida más perfecta, dice: «Venid, comed mi cuerpo, que es el pan que os alimenta y fortalece; bebed mi sangre, que es el vino de la doctrina celestial que os deleita y os diviniza; porque he mezclado de manera admirable mi sangre con la divinidad, para vuestra salvación.»

martes, 5 de julio de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Martes 14 de tiempo ordinario

Oseas 8, 4-7. 11. 13



REFLEXIÓN

Un escultor lo hizo, no es dios

El debate planteado por la voz de la Palabra en boca del profeta se centra en la identidad de Dios. Se denuncia a los poderes reales y sacerdotales y también al pueblo crédulo por entregarse a los ídolos. Dicho en otra forma: por alienarse con su propia fabricación.

Planteado en toda su crudeza se trata de Dios auténtico contra dios impostor. Y lo que se deriva de ello: o un tú interpelante o un algo que simula otro pero es mi propio reflejo.

Muchos ateos de todos los tiempos, y ahora también, echan en cara a los creyentes en un Dios, que son idólatras y se someten a su propia creación.

En esa perspectiva se sienten más honestos sin creer en algo o alguien, y hacerse responsables de sus propias decisiones. Su dios en el que creen, es su propia y libre autodeterminación.

Por un lado aciertan al criticar a los creyentes que creen en tal forma, que parecen idólatras. Su Dios es como una coartada para sus pasiones y egoísmo.

Por otro los que no creen se figuran que su libertad es pura y no quieren admitir que sucumbren también a sus propias y tramposas pasiones y proyecciones.

Hay alienación tanto en la creencia como en la increencia. En ningún lugar puedo escapar y esconderme a la responsabilidad de la propia autocrítica de mi conciencia, donde verifico cuán honesto soy, crea o no crea.

A esa voz profunda de la conciencia es que se dirige la voz de la Palabra para despertarla, fortalecerla y radicalizarla en su propio juicio.

Efraín multiplicó sus altares para pecar, para pecar le sirvieron sus altares.

Pecado es esa alienación de nuestra conciencia en la que el Señor nos fundamentó como su hacedor.

En la fraseología de Ignacio de Loyola, la conciencia como juicio del Señor es la discreta ley de la caridad, el amor discernido.

Aunque les dé multitud de leyes, las consideran como de un extraño

La conciencia alienada no reconoce al Señor porque se ha desviado del encuentro profundo con Él. Es el pecado: cuando perdemos el Tú del Señor.

Salmo responsorial: 113B



REFLEXIÓN

Tienen manos, y no tocan; / tienen pies, y no andan. / Que sean igual los que los hacen, / cuantos confían en ellos

Hay un concepción primitiva de la idolatría: figurillas que se adoran. Pero hoy somos más sofisticados: son los sistemas de diferente índole que parecen funcionar con autonomía y a los que llegamos a adorar: sistemas financieros, sistemas de información, sistema familiar, sistema de salud y demás, sistemas de gobierno.

Si en el centro de esos sistemas no se garantiza que la persona funcione y a la persona se atienda, los sistemas colapsan. Son  ídolos.

Mateo 9, 32-38



REFLEXIÓN

La gente decía admirada: "Nunca se ha visto en Israel cosa igual." En cambio, los fariseos decían: "Éste echa los demonios con el poder del jefe de los demonios."

Los fariseos, los judíos, los adversarios, el bando opositor. Incapaces de ver y admitir que también otros pueden hacer el bien, y lo correcto.

Al ver a las gentes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, "como ovejas que no tienen pastor".

La interpretación sociológica pone a Jesús de Nazareth al frente de un movimiento de descamisados y descastados. Puede ser.

Las imágenes que elaboran las diferentes ciencias pueden ayudar a tener un idea más aquilatada de lo que pudo ser el escenario original.

Lo que no se puede dejar de señalar es el énfasis del evangelio sobre la dedicación personal de Jesús a las personas necesitadas de salvación humana y trascendente.

Un énfasis en la persona como centro del reino, que haríamos bien en transferir a otros dominios.

El celo apostólico inagotable viene del Señor, es su inspiración. Y más auténtico mientras más persecución suscite.

rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies

Es parte de la responsabilidad del apóstol: pedir al Señor por más apóstoles, cuando se capta la inmensidad de la necesidad de Buena Nueva.

En el ethos de disentimiento del espíritu del siglo que vivimos, echamos de menos el liderazgo que proclame, no obstante, una buena noticia.

Hay algunos que fabrican buenas noticias que al rato se convierten en malas, porque camuflan la Verdad, para usufructuar tenebrosos beneficios.

El padre de la mentira está lleno de hijos.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1544276014179696640?s=20&t=6E1Iv_LmtGiD-scditIguw