24º domingo de tiempo ordinario
Eclesiástico
27,33-28,9
REFLEXIÓN
El furor y la cólera
son odiosos; el pecador los posee
En
la cultura globalizada actual sin embargo son emociones apreciadas.
Están a la base de las protestas de los activistas. Se vienen dando
muestras intensas de ellas por todas partes. Una primera ojeada
parece retener la impaciencia: la gente está harta de ser
victimizada por los gobiernos, por las autoridades de todo tipo, por
el secreto impuesto durante generaciones, por el crimen y la
violencia, por las exclusiones de diferente tipo.
Este
fenómeno parece desmentir la eficacia del perdón, tolerancia,
aceptación de las negatividades. Es como si los cristianos y
antiguos cristianos hubieran tomado un extracto del pensamiento
nitzcheano, y sintieron vergüenza de ser sufridos y pacíficos,
porque eso no ha sido eficaz para erradicar el mal y el sufrimiento.
Es
como una onda amplia de desesperanza que va contagiando personas y
regiones. Un clamor desbordado e irritado. Un imperativo casi
impuesto con exigencia, que parece haber contaminado el clamor de los
pobres, reconocido en 1968 por los documentos de Medellín inspirados
en el libro del Éxodo.
Será
que en ese clamor global que parece voz del Espíritu, se puede colar
también el mal espíritu de la decepción y la desesperanza?
Como
sí más importante que aguardar una solución justa, sea desahogar
el malestar, aunque el problema subsista.
Del vengativo se
vengará el Señor y llevará estrecha cuenta de sus culpas
Porque
es un círculo infernal del que no se puede casi salir.
Perdona la ofensa a
tu prójimo, y se te perdonarán los pecados cuando lo pidas.
El
paradigma de oración de Jesús recoge un tema sapiencial del perdón.
No tiene compasión
de su semejante, ¿y pide perdón de sus pecados?
Recuerda los
mandamientos, y no te enojes con tu prójimo; la alianza del Señor,
y perdona el error.
Salmo
responsorial: 102
REFLEXIÓN
y no olvides su
beneficios
Él perdona todas
tus culpas
No está siempre
acusando / ni guarda rencor perpetuo
Reconocer
ante el Señor nuestra actitud intolerante en ocasiones, y persistir
en nuestra murmuración y atribución de bajas motivaciones a otros.
Romanos
14,7-9
REFLEXIÓN
en la vida y en la
muerte somos del Señor
Ir
cayendo en cuenta de esta posesión y pertenencia. Es como nuestro
ecosistema en el que encontramos el calor, la humedad, la energía,
el oxígeno para crecer.
Mateo
18,21-35
REFLEXIÓN
"No te digo
hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
Jesús
rompe frecuentemente desde la perspectiva del Reino nuestros puntos
éticos de referencia. Nuestros paradigmas y modelos lo encontramos
en él: perdón sin agotamiento hasta el último suspiro. Aunque
otros grupos hayan dado orientaciones, él los supera a todos en
radicalidad, pero en la entrega, la fraternidad.
¿No debías tú
también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión
de ti?"
Parece
que se dan casos límite, en los que humanamente no es posible salir
de la duda sobre si hay que seguir perdonando porque se sospecha una
insinceridad. El perdón es fruto del discernimiento y del ágape, no
una terapia sicológica.
Lo mismo hará con
vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su
hermano.
Perdonar
de corazón a los hermanos que me agravian o parecen agraviarme.Allí
donde se conjuga el amor de ágape fraterno, por el reino de Dios, y
el distanciamiento humilde de mi propio interés y autojustificación,
pero
no del legítimo amor a mi propia dignidad e integridad. El perdón
no puede ser parte de mi autoaniquilación.
https://x.com/motivaciondehoy/status/1703370582920679446?s=20
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LA PALABRA
Eclesiástico
27,33-28,9
Importa mucho el control del rencor para no incurrir en
venganza y no guardar los mandamientos de amor al prójimo
Salmo
responsorial: 102
Si Dios no guarda rencor perpetuo,
quiénes somos nosotros para hacerlo?
Romanos
14,7-9
Vivir y hacer todo en Cristo equivale
a respirar su soberanía en todos los ámbitos de mi existencia, sin
excluir ninguno. Somos de Él, tenemos que actuar desde Él, por
tanto debemos perdonar siempre.
Mateo
18,21-35
Jesús
revierte la venganza Gn4,24 24"Si
siete veces es vengado Caín, Entonces Lamec lo será setenta veces
siete."
en
los mismos términos. Además, entra en la oración que nos legó con
la parábola que sitúa al Dueño que renuncia a su derecho y se
compadece, frente al no dueño perdonado, que usufructa un derecho
incomparablemente menor para no perdonar. Es una mezquindad que nos
revienta cada vez que oramos el Padre Nuestro.