Miércoles 24 de tiempo ordinario
Año Impar
1Timoteo 3,14-16
REFLEXIÓN
grande es el misterio que veneramos: Manifestado en la carne, justificado en el Espíritu, contemplado por los ángeles, predicado a los paganos, creído en el mundo, llevado a la gloria.
Misterio, sacramentum, símbolo que transmite energía, y no sólo se da a conocer como información: en tres pares, que configuran los mundos puestos en conexión y contraposición Carne-Espíritu, ángeles-paganos, mundo-gloria.
Este misterio lo veneramos: amor respetuoso que glorifica.
Enseñados por Jesús veneramos el misterio del Padre en el Padrenuestro. Un Misterio personalizado, un Tú con el que podemos dialogar y no una fuerza arrolladora pero ciega como las que se desatan en la naturaleza.
Por eso un misterio así nos mete miedo. Por la asociación con la irracionalidad destructiva.
La fe nos enseña a domesticar ese miedo que impele a la adoración animista, latente en nuestro cerebro, para superarlo en confianza hacia la persona total que es el Señor.
Salmo responsorial: 110
REFLEXIÓN
Esplendor y belleza son su obra, / su generosidad dura por siempre; / ha hecho maravillas memorables, / el Señor es piadoso y clemente
Vivir la realidad como creación-cuidado por parte del Señor Creador, y experimentar su historia
como salvación personal y comunitaria, es su don por la fe.
Quien emprende el estilo de vida constructor de sentido, pero no llana y exclusivamente productor de bienes, atesora la comprensión del cosmos como lenguaje dialogal de un Padre, un Hijo y un Espíritu Santo.
Se sabe incluido en una comunidad amorosa.
Lucas 7, 31-35
REFLEXIÓN
Tocamos la flauta y no bailáis, cantamos lamentaciones y no lloráis
Cuál es el ethos de nuestra generación? Nuestros sistemas de educación debe necesariamente resolver esta cuestión investigando y conociendo.
Pero también debe llegar al punto de la decisión.
Por eso el punto de llegada de toda instrucción es ético: lo que se debe hacer de bueno y correcto con amor.
los discípulos de la sabiduría le han dado la razón
Es la sabiduría que alaba Jesús cuando se revela en Pedro, en los pequeños, los que sí entienden de qué se trata todo.
El Espíritu forma en el corazón una sabiduría, una actitud que no se arrebata, sino se recibe con agradecimiento, y es como un tesoro en vasos de barro.
Analizarla puede destruirla. Más bien hay que intuirla, como una visión de totalidad.
Su imagen es la del publicano. Actualmente es oportuno pensar en una figura como el Juan Diego de la Virgen de Guadalupe.
Cuando el amor resuelve hacer lo bueno y lo correcto con misericordia, es sabio.
La decisión de Jesús de Nazareth de entregarse a la pasión y la muerte por todos, es la decisión por lo bueno y lo correcto, con misericordia.
Es sabiduría de la cruz.
https://x.com/motivaciondehoy/status/1704454894084591957?s=20
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1Timoteo 3,14-16
Los signos del Misterio Absoluto no se dan en lo relativo sino como eso, como signos. Hay que entrar en Mistagogia, aprendizaje del Misterio para captar algo de ese dominio. No es por elitismo, sino por realidad ineludible: La distancia del Origen y fuente respecto de lo vivido en el tiempo y el espacio donde la verdad asequible se construye con evidencias. En este firmamento hay hoyos negros que permiten otear dimensiones insospechadas.
Salmo responsorial: 110
La admiración que suscita lo creado es una posibilidad de trascender. Sirve a la Mistagogia. Aprendizaje del Misterio. Su estudio se ofrece como vocación y método cuando es consciente de su pequeñez.
Lucas 7,31-35
No hay otra sabiduría sino la de Jesús, muerto y resucitado. Es la única que nos permite superar las etiquetas fundmentales del Mundo anti-reino: Aniquilación de lo existente como ayuno, o exaltación materialista como comilona.