SAN CARLO
SAN CARLO
“La tristeza es dirigir la mirada hacia uno mismo, la felicidad es dirigir la mirada hacia Dios”
SALMO 93(92)
Tus mandatos son fieles y seguros
Con frecuencia no apreciamos esta solidez de los mandatos y sus valores sino hasta que estamos sumidos en el caos y la confusión causados por prescindir o minusvalorar los mismos.
Un enfoque favorito actualmente para cierta mentalidad tiene que ver con la dinámica y los procesos de cambio, que aprecian poco la estabilidad.
Ha contribuido la ciencia de la materia que aparece según las últimas teorías como un microcosmos en ebullición de partículas.
Lo interesante es que ese caos tiene orden también y genera una cierta estabilidad, por lo cual ambos, movimiento y estabilidad deben ser afirmados y mantenidos.
El discernimiento del qué, quién, dónde, cómo y cuándo nos irá asistiendo sobre el enfoque a aplicar. Es una sabiduría que también viene del Señor.
la santidad es el adorno de tu casa
Podríamos decir que la santidad que alabamos en el Señor y pretendemos en nuestro seguimiento, hoy se conoce como congruencia.
Porque en el Señor alabamos que dice y hace, y nosotros vivimos la fractura entre el decir y hacer. Es más, con frecuencia decimos pero no hacemos.
Con el tiempo y más allá del dogma de la presencia del Señor en el templo, el creyente aprendió a reverenciar la santidad en otro modo de manifestarse el Señor.
Cuál es el lugar de su santidad para nuestro tiempo? El dogma que se construye mediáticamente o el que es fiel al camino de Jesús de Nazaret.?
La visión con características antropomórficas, es importante por el cambio que propicia en el visionario: sus actitudes, su modo de concebir la vida y su relación con Dios; y por la disponibilidad a cumplir una misión.
Se puede parafrasear como una oportunidad para un aprendizaje significativo, relacionado con la disponibilidad para un encargo, con impacto fuera de la propia subjetividad.
El encargo o misión tienen como referente al Señor. Es un testimonio cualificado de la intervención o presencia del Señor en circunstancias específicas.
La misión intenta producir una audición de la palabra de salvación del Señor para una coyuntura particular.
Y se presenta como una propuesta que no incluye la imposición o la fuerza, sino un dominio que brota desde dentro de un convencimiento. Se trata de un servicio a la convicción.