lunes, 24 de junio de 2024

SAN CARLO ACUTIS

BEATO CARLO



 De los Sermones de san Agustín, obispo
(Sermón 293, 1-3: PL 38, 1327-1328)


LA VOZ DEL QUE CLAMA EN EL DESIERTO

La Iglesia celebra el nacimiento de Juan como algo sagrado, y él es el único de los santos cuyo nacimiento se festeja; celebramos el nacimiento de Juan y el de Cristo. Ello no deja de tener su significado, y, si nuestras explicaciones no alcanzaran a estar a la altura de misterio tan elevado, no hemos de perdonar esfuerzo para profundizarlo y sacar provecho de él.

Juan nace de una anciana estéril; Cristo, de una jovencita virgen. El futuro padre de Juan no cree el anuncio de su nacimiento y se queda mudo; la Virgen cree el del nacimiento de Cristo y lo concibe por la fe. Esto es, en resumen, lo que intentaremos penetrar y analizar; y, si el poco tiempo y las pocas facultades de que disponemos no nos permiten llegar hasta las profundidades de este misterio tan grande,
mejor os adoctrinará aquel que habla en vuestro interior, aun en ausencia nuestra, aquel que es el objeto de vuestros piadosos pensamientos, aquel que habéis recibido en vuestro corazón y del cual habéis sido hechos templo.

Juan viene a ser como la línea divisoria entre los dos Testamentos, el antiguo y el nuevo. Así lo atestigua el mismo Señor, cuando dice: La ley y los profetas llegan hasta Juan. Por tanto, él es como la personificación de lo antiguo y el anuncio de lo nuevo. Porque personifica lo antiguo, nace de padres ancianos; porque personifica lo nuevo, es declarado profeta en el seno de su madre. Aún no ha nacido y, al venir la Virgen María, salta de gozo en las entrañas de su madre. Con ello queda ya señalada su misión, aun antes de nacer;
queda demostrado de quién es precursor, antes de que él lo vea. Estas cosas pertenecen al orden de lo divino y sobrepasan la capacidad de la humana pequeñez. Finalmente, nace, se le impone el nombre, queda expedita la lengua de su padre. Estos acontecimientos hay que entenderlos con toda la fuerza de su significado.

Zacarías calla y pierde el habla hasta que nace Juan, el precursor del Señor, y abre su boca. Este silencio de Zacarías significaba que, antes de la predicación de Cristo, el sentido de las profecías estaba en cierto modo latente, oculto, encerrado. Con el advenimiento de aquel a quien se referían estas profecías, todo se hace claro. El hecho de que en el nacimiento de Juan se abre la boca de Zacarías tiene el mismo significado que el rasgarse el velo al morir Cristo en la cruz. Si Juan se hubiera anunciado a sí mismo, la boca de Zacarías habría continuado muda. Si se desata su lengua es porque ha nacido aquel que es la voz; en efecto, cuando Juan cumplía ya su misión de anunciar al Señor, le dijeron: Dinos quién eres. Y él respondió: Yo soy la voz del que clama en el desierto. Juan era la voz; pero el Señor era la Palabra que existía ya al comienzo de las cosas. Juan era una voz pasajera, Cristo la Palabra eterna desde el principio.

domingo, 23 de junio de 2024

PALABRA COMENTADA

PALABRA COMENTADA

 

Domingo 12 de tiempo ordinario B

Job 38,1.8-11



REFLEXIÓN

El Señor habló a Job desde la tormenta

Desde dónde habla Dios? Hay muchas opiniones, muchas teorías, muchas experiencias y éstas son decisivas, porque implican un convencimiento sólido y un cambio en el sentido de la existencia.

Para Job se trató de la coyuntura del Dios que se transparenta en la tormenta y desde ella pronuncia un mensaje de libertad y poderío inapelable.

La tormenta, los árboles, los montes, fueron lugares mencionados como favorables al encuentro con el hoyo negro de la divinidad, aquél en el que todo cambia, porque se pierde el punto de referencia.

En cierto modo, qué más da si se trata de metáforas, imaginería popular, símbolos poéticos y demás, si al cabo lo que importa es el testimonio de una experiencia y cómo se hizo creíble.

Nuestro lugar de encuentro teofánico hoy? No se puede inventar cualquiera, aunque tampoco impedir. 

Una vez que ya vivimos en un orden de encarnación, donde el hombre nuevo, hecho carne y sangre en Jesús de Nazareth, nos gesticula y gestiona como el Padre, que ama los pequeños, y desde los pequeños expresa su grandeza y gloria, tenemos el punto de referencia de aquí en adelante, si pretendemos unirnos al hombre nuevo.

Otros podrán seguir con diversos símbolos de encuentro y experiencia. Hay para todos.

Pero nosotros, los que más nos quisiéramos señalar y adelantar en el seguimiento, no podemos ni debemos sustituir a Jesús de Nazareth.

Salmo responsorial: 106



REFLEXIÓN

Apaciguó la tormenta en suave brisa, / y enmudecieron las olas del mar

Qué decir del cambio climático controvertido, para unos dogma y para otros mera conjetura, que en sus efectos trastorna el clima del planeta?

Quienes sucumbieron a la furia del agua, la tierra y el fuego, sólo balbucean el miedo que grabaron en su intimidad, destruyendo realizaciones, metas logradas, riquezas, sustentos y vidas, adjudicándole omnipotencia destructiva.

Sin embargo, inexplicable y tercamente la Palabra da cuenta de un poder superior que domina la rebeldía de la naturaleza, que muchas veces hemos desatado con nuestro desatino.

2Corintios 5,14-17



REFLEXIÓN

Cristo murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió y resucitó por ellos

Los que viven de la vida que mana del Espíritu de Jesús de Nazareth resucitado. Para donar esa vida murió. Y no simplemente murió, y con él los demás, como Adán.

Vivir para… implica dedicación, entrega, misión, sentido de vida, norte y derrotero.

Una vida nueva nos ha sido donada para un sentido nuevo.

Cristo es una criatura nueva. Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado

Por lo tanto lo histórico, el pasado, requiere una visión desde una novedad.

Hoy para los creyentes creer, esperar y amar es el paso inicial del Señor en nosotros y de nosotros a Él.

Como novedad Jesús transmite con renovada eficacia la benignidad de Dios como Padre Madre, con registros insospechados.

Marcos 4,35-40



REFLEXIÓN

Él les dijo: "¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?”

Porque la fe disminuye y aumenta el miedo, no lo niega. Máxime cuando se alimenta del codo con codo en la vivencia de Jesús de Nazareth.

"¿Pero quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!"

Cuando parecía que nada más se podía inventar en materia de dioses y portentos, apareció un hombre que lo humanizaba, y barría con los terrores que infunden otras potestades.

Somos asiduos homo-dei-faber, hacedores de dioses que meten miedo a los demás para propiciar nuestra ganancia y ahuyentar los testigos. 

La novedad consiste en un orden donde no hay miedo a la verdad, la justicia, el amor, la misericordia, la solidaridad.

Sin este reino de valores tendemos a endiosar muchas tormentas que nos oprimen.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1406583107411660801?s=20

motivaciondehoy


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Domingo 12 de tiempo ordinario B

Job 38,1.8-11

Salmo responsorial: 106

2Corintios 5,14-17

Marcos 4,35-40