Lunes 34 de tiempo ordinario
Apocalipsis 14, 1-3.
4b-5
1Miré que el Cordero estaba de pie sobre el Monte Sion, y con El 144,000
que tenían el nombre del Cordero y el nombre de Su Padre escrito en la frente. 2Oí una voz del cielo, como el estruendo de muchas aguas y como el sonido
de un gran trueno. La voz que oí era como el sonido de arpistas tocando sus
arpas. 3Y cantaban un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro
seres vivientes y de los ancianos. Nadie podía aprender el cántico, sino los
144,000 que habían sido rescatados (comprados) de la tierra. 4Estos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son castos.
Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va. Estos han sido
rescatados (comprados) de entre los hombres como primicias para Dios y para el
Cordero. 5En su boca no fue hallado engaño; están sin mancha.
REFLEXIÓN
cantando un cántico nuevo
Hay una
descripción hermosa, que trata de transmitir belleza y armonía, es como una
estética de lo invisible, de la dimensión desconocida y definitiva: seres inimaginables,
irreales e inexistentes; música, sonidos, descripciones extraordinarios; deseo
de transmitir novedad constante.
La
intención es comunicar un dominio que rebasa nuestra experiencia común, y
promueve nuestro anhelo más profundo de felicidad y de paz compartida. El
Shalom
los adquirieron como primicias de la humanidad
para Dios y el Cordero
Puede
vislumbrarse el final: hay ya gente, humanos, hombres y mujeres que forman
parte de la comunidad del Padre y su Hijo Jesucristo.
Podemos
ver en la declaratoria oficial de gente santa, una forma de expresar este
conocimiento revelado por la Palabra.
Esa
importancia de ser primicias les cabe para fundamentar en nosotros, que somos
viatores o peregrinos, el ansia de la coronación de la cumbre.
Todo
esto expresado en lenguaje simbólico porque se trata de realidades que se
expresan en nuestra inmanencia, pero provienen de la Trascendencia.
En sus labios no hubo mentira, no tienen
falta
Ellos
muestran una realidad anónima, que no merece titulares ni alto índices de
sintonía, ni filmes que recojan sus historias.
Es la
realidad cotidiana de quienes viven decididos a guardar la verdad y evitar la
mentira.
Una
forma de consistencia que requiere un pulimiento constante, en el que no se
puede dar uno tregua y lleva toda la vida persistir.
Salmo responsorial: 23
REFLEXIÓN
¿Quién puede subir al monte del Señor? /
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes / y puro
corazón, / que no confía en los ídolos
Desde
toda región, desde todo estrato, desde toda edad van surgiendo los que se
decantan por tal programa.
Los
ídolos están a nuestro alcance, podemos interactuar con ellos, pero no debemos
confiar. Cualquier realidad que se erige en nuestro absoluto y nos subyuga es
el ídolo propio. El proceso de conversión implica despegarse continua y
ascencionalmente.
Lucas 21, 1-4
1Levantando Jesús la vista, vio a los ricos que echaban sus
ofrendas en el arca del tesoro. 2Vio también a una viuda pobre que echaba allí dos pequeñas
monedas de cobre; 3y dijo: "En verdad les digo, que esta viuda tan pobre
echó más que todos ellos; 4porque todos ellos echaron en la ofrenda de lo que les sobra,
pero ella, de su pobreza, echó todo lo que tenía para vivir."
REFLEXIÓN
vio unos ricos que echaban donativos en el
arca de las ofrendas; vio también una viuda pobre que echaba dos reales
La mirada de Jesús se recrea en el compartir generoso. Si lo
supieran los que más pueden serían más generosos.
Una viuda es el símbolo de la carencia de casi todo: seguridad,
ingresos, estatus. Su aporte es el símbolo de la generosidad que se nos echa en
cara para nuestra vergüenza, confusión y conversión.
Es el estilo de comunicación evangélico: aupar la generosidad
en la entrega, aun en la denuncia de la
mezquindad e inequidad.
Jesús nos ha enseñado a ver y comparar las acciones que
llamamos buenas de unos y otros, y captar la congruencia o no, entre el
discurso y lo que se hace.
La ideología de la conspiración y sospecha, lo ha llevado a
extremos que desgastan su efectividad y también se convierten en pertrechos de
la guerra de las pasiones por el poder: la envidia, el resentimiento, la
injusticia, también pueden armar estrategias de denuncias para evadir la
autocrítica.
esa pobre viuda ha echado más que nadie
ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo
que tenía para vivir
Es una
imagen del pobre de espíritu, del pobre histórico, bienaventurado por compartir
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1330837902838927362?s=20