lunes, 10 de mayo de 2021

PALABRA COMENTADA

 

Lunes 6 de Pascua

Hechos 16,11-15



REFLEXIÓN

Una de ellas, que se llamaba Lidia, natural de Tiatira, vendedora de púrpura, que adoraba al verdadero Dios, estaba escuchando; y el Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pablo.

Cuando se sigue en un mapa las localidades que Pablo visitó en sus viajes, y se leen detalles de ciertos personajes que se encontraron con él, se siente un ambiente de realismo y veracidad.

Hay mucho de una crónica de viajes al estilo moderno, pero salpicada de la mención del Espíritu de Dios, como viendo dos dimensiones en una, dos historias en una sola narración.

Una mirada de fe de Lucas, que documenta el paso del Señor a través de su apóstol en medio de gentes diversas, lenguas diversas, geografías diversas.

Y la respuesta multiforme de las conciencias al toque del Señor para convertirse más al verdadero Dios, el más cercano y convincente.

Cuánta gente humilde, trabajadora, con su corazón inquieto por la búsqueda de un Bien mayor, hasta que el Señor mediante su Espíritu los abre desde dentro, para recibir a raudales la luz que no se extingue y el gozo que no puede ser arrebatado.

El paso del Espíritu de Jesús de Nazareth glorificado es para abrirnos, como la mano que se abre para dar con generosidad y no se cierra como un puño posesivo y rígido.

Dejarnos llevar del Espíritu Santo significa trabajar por evitar la rigidez de la posesividad, de la acumulación codiciosa-no sólo de dinero- con la vista fija en el horizonte, desde donde el Señor nos ofrece signos de su inextinguible providencia.

Salmo responsorial: 149



REFLEXIÓN

porque el Señor ama a su pueblo / y adorna con la victoria a los humildes

Encontrar la victoria de los humildes y no de la prepotencia, es como leer la historia al revés de la trama.

Esa lectura la podemos hacer diariamente si queremos, cuando buscamos en los titulares la marcha del mundo.

Juan 15,26-16,4ª



REFLEXIÓN

también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo

Este criterio es el que se usará para la selección del apóstol reemplazo de Judas Iscariote. Se menciona también en Hechos de los Apóstoles.

Es un criterio básico y tiene mucho sentido: quién mejor que sus allegados y formados para presentarlo cuando ya no estuviera?

Impresiona que ellos aparezcan en las narraciones de los evangelios como torpes en su fe y al dar testimonio después, se manifiesten transformados.

Os he hablado de esto, para que no tambaleéis

La convicción del Espíritu, la que Él hace en nosotros, abarca la vida entera, como un acompañante.

La vivencia sicológica de abandono, como herida profunda, es la conducta opuesta, tolerable en la vida espiritual, con tal que no afecte lo más profundo.

Es importante tenerse paciencia en el malestar, como lo recomienda Ignacio en sus reglas de discernimiento respecto de la desolación.

En el proceso de maduración de la fe, para unos más largo que para otros, las ocasiones de probarla y estremecerla pueden hacernos tambalear.

Os excomulgarán de la sinagoga

Una situación que no corresponde al mismo Jesús, sino a sus seguidores y la iglesia del evangelista, pero que reconocen anticipada en la hostilidad de algunos dirigentes contra Jesús.

el que os dé muerte pensará que da culto a Dios.

Otros cultos, otras devociones, otros religiosos y creyentes, podrán atentar en nombre del verdadero Dios.

Entre hermanos se tiene una experiencia singular cuando confrontan entre sí lo que conocen del padre común.

Una situación de gran inseguridad, e incertidumbre, en la que la fe debe haber cubierto un proceso de fortalecimiento y robustez para hacerle frente a otras convicciones.

no han conocido ni al Padre ni a mí

Con el conocimiento que da la familiaridad del amor, la identidad y la pertenencia.

Aun el cuerpo con el que se ama conoce a quien se ama, por encima de otros. Cuánto más el espíritu.

El adulterio y la promiscuidad son señales, más bien, de no conocer por amor al otro u otra.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1391714133079375872?s=20

BEATO CARLO

BEATO CARLO



 Del tratado de Dídimo de Alejandría sobre la Santísima Trinidad

(Libro 2,12: PG 39, 667-674)

EL ESPÍRITU SANTO NOS RENUEVA EN EL BAUTISMO

En el bautismo nos renueva el Espíritu Santo como Dios que es, a una con el Padre y el
Hijo, y nos devuelve desde el informe estado en que nos hallamos a la primitiva belleza,
así como nos llena con su gracia de forma que ya no podemos ir tras cosa alguna que no
sea deseable; nos libera del pecado y de la muerte; de terrenos, es decir, de hechos de
tierra y polvo, nos convierte en espirituales, participes de la gloria divina, hijos y herederos
de Dios Padre, configurados de acuerdo con la imagen de su Hijo, herederos con él,
hermanos suyos, que habrán de ser glorificados con él y reinaran con él; en lugar de la
tierra nos da el cielo y nos concede liberalmente el paraíso; nos honra más que a los
ángeles; y con las aguas divinas de la piscina bautismal apaga la inmensa llama
inextinguible del infierno.
En efecto, los hombres son concebidos dos veces, una corporalmente, la otra por el
Espíritu divino. De ambas escribieron acertadamente los evangelistas, y yo estoy dispuesto
a citar el nombre y la doctrina de cada uno.
Juan: A cuantos lo recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su
nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de
Dios. Todos aquellos, dice, que creyeron en Cristo recibieron el poder de hacerse hijos de
Dios, esto es, del Espíritu Santo, para que llegaran a ser de la misma naturaleza de Dios.
Y, para poner de relieve que aquel Dios que engendra es el Espíritu Santo, añadió con
palabras de Cristo: Te lo aseguro, el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar
en el reino de Dios.
Así, pues, de una manera visible, la pila bautismal da a luz a nuestro cuerpo mediante
el ministerio de los sacerdotes; de una manera espiritual, el Espíritu de Dios, invisible para
cualquier inteligencia, bautiza en sí mismo y regenera al mismo tiempo cuerpo y alma, con
el ministerio de los ángeles.
Por lo que el Bautista, históricamente y de acuerdo con esta expresión de agua y deEspíritu, dijo a propósito de Cristo: Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. Pues el vaso
humano, como frágil que es, necesita primero purificarse con el agua y luego fortalecerse
y perfeccionarse con el fuego espiritual (Dios es, en efecto, un fuego devorador): y por
esto necesitamos del Espíritu Santo, que es quien nos perfecciona y renueva: este fuego
espiritual puede, efectivamente, regar, y esta agua espiritual es capaz de fundir como el
fuego.