jueves, 1 de julio de 2021

DOCTORES DE LA IGLESIA

 

Jueves, XIII semana

San Jerónimo Homilía a los recién bautizados, sobre el salmo 41



Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío. Como la cierva del salmo busca corrientes de agua, así también nuestros ciervos, que salido de Egipto y del mundo, y han aniquilado en las aguas del bautismo al Faraón con todo su ejército, desde haber destruido el poder del diablo, buscan las fuentes de la Iglesia, que son el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Que el Padre sea fuente, lo hallamos escrito en el libro de Jeremías: Me abandonaron a mi fuente de agua viva y cavaron aljibes, aljibes agrietados, que no retienen el agua. Acerca del Hijo, leemos en otro lugar: Abandonaron la fuente de la sabiduría. Y del Espíritu Santo: El que bebe del agua que yo le daré, nacerá dentro de él un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna, palabras cuyo significado nos explica luego el evangelista, cuando nos dice que el Salvador se refería al Espíritu Santo. De todo lo cual se deduce con toda claridad que la triple fuente de la Iglesia es el misterio de la Trinidad. Esta triple fuente es la que busca el alma del creyente, el alma del bautizado, y por eso dice: Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo. No es un tenue deseo el que tiene de ver a Dios, sino que lo desea con un ardor parecido al de la sed. Antes de recibir el bautismo, se decían entre sí: ¿Cuándo entraré a ver el rostro de Dios? Ahora ya han conseguido lo que deseaban: han llegado a la presencia de Dios y se han acercado al altar y tienen acceso al misterio de salvación. Admitidos en el cuerpo de Cristo y renacidos en la fuente de vida, dicen confiadamente: Pasaré al lugar del tabernáculo admirable, hacia la casa de Dios. La casa de Dios es la Iglesia, ella es el tabernáculo admirable, porque en él resuenan los cantos de júbilo y alabanza, en el bullicio de la fiesta. Decid, pues, los que acabáis de revestiros de Cristo y, siguiendo nuestras enseñanzas, habéis sido extraídos del mar de este mundo, como pececillos con el anzuelo: «En nosotros, ha sido cambiado el orden natural de las cosas.

REFLEXIÓN

La Trinidad operativa en los creyentes, comparada con una fuente originaria, con un ojo de agua que mana sin cesar, y cuya agua es pura siempre, sin contaminación posible, porque brota de lo profundo de la montaña, ladera abajo. Los peces, imagen también de los creyentes, subvierten la imagen natural, del pez que muere fuera del agua, más bien para vivir en un nuevo contexto. El misterio de Dios comunicado trinitariamente como fuente, y las salvación encontrada fuera del mar, en la luz.

 

miércoles, 30 de junio de 2021

PALABRA COMENTADA

 

MIÉRCOLES 13 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Génesis 21,5.8-20



REFLEXIÓN

"Expulsa a esa criada y a su hijo, porque el hijo de esa criada no va a repartirse la herencia con mi hijo Isaac."

Una mujer que era estéril y fue bendecida con un hijo, heredero oficial por ser la esposa de Abraham, tiene miedo de la esclava y su hijo. Por qué? Qué teme? Perder su posición oficial y la herencia entera para su hijo? Nada legal ni cultural daría pie para eso, en ese cuadrante del tiempo histórico. Porque en todo caso, cada uno tendrá lo suyo.

Quizá nosotros ahora sí vemos ejemplos de aventureros y aventureras que en el último momento de una familia arrebatan el amor del esposo o esposa y la familia anterior pierde derechos ante la familia posterior. Se da comúnmente en los divorcios legales o no.

Por lo tanto la vieja rencilla entre islámicos y judeocristianos nace, como los arroyuelos de la montaña que caminan a crecer como ríos caudalosos, de un miedo a perder la herencia, la bendición, la posición privilegiada ante el Señor de la Promesa.

Es Jesús de Nazareth el que nos persuade con su ejemplo de hijo con un padre adoptivo, que el Padre de los cielos tiene muchas moradas y que todos cabemos. Que el privilegio y la elección se cifra en el llamado a servir los hermanos para juntos entrar en el reino, no en discutir sobre herencias.

Como al fin y al cabo era hijo suyo, Abrahán se llevó un gran disgusto

Se trata de otra perspectiva, quizá más realista, la de considerar que aunque pueda ser a través de un error, se da lugar a un ser humano con derechos humanos.

La legitimidad de la ley ayuda a proteger, pero no asegura toda la justicia. Porque seres llamados a la existencia sin su culpa, por responsabilidad de otros, deben ser reconocidos como personas también.

Aunque también del hijo de la criada sacaré un gran pueblo, por ser descendiente tuyo

Pueblos llamados a última hora, como los trabajadores de la viña, también gozarán del reino según la buena nueva de Jesús de Nazareth.

Ni los cristianos, ni los judíos, ni los islámicos, juntos, pueden tampoco sentirse los únicos, sino que son llamados a compartir la bendición. Lo que pasa de eso es mezquindad.

No temas, que Dios ha oído la voz del niño que está ahí. Levántate, toma al niño y tenlo bien agarrado de la mano, porque sacaré de él un gran pueblo

En nuestros tiempos, cuando las guerras arrasan aldeas y ciudades, se requiere de una fe robusta que espere para los niños víctimas soluciones a su hambre, llanto, orfandad y vulnerabilidad.

Dios le abrió los ojos, y divisó un pozo de agua; fue allá, llenó el odre y dio de beber al muchacho. Dios estaba con el muchacho, que creció, habitó en el desierto y se hizo un experto arquero

El Dios de la Promesa encarnada en Jesús de Nazareth interviene en la historia humana potenciando nuestras capacidades para superar nuestras limitaciones.

Él está con el limitado, como lo hizo Jesús en su momento, abriendo paso a un orden o reino para que el que se vea y sienta débil y pobre, se empodere.

Salmo responsorial: 33



REFLEXIÓN

Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha / y lo salva de sus angustias. / El ángel del Señor acampa / en torno a sus fieles y los protege

Los creyentes tenemos un compromiso de ser voz para fortalecer la voz de los afligidos, y persuadir la escucha del Señor a seguirse inclinando y acampando alrededor nuestro, mediante la oración frecuente, sincera, autocrítica, con fe viva.

los que buscan al Señor no carecen de nada

La carestía de bienes superfluos y valores de dominancia no es sentida por quienes el Señor acompaña y escucha.

os instruiré en el temor del Señor

La sabiduría que emana de ese temor no tiene nada que ver con el miedo y la culpa tóxica.

Es todo lo contrario. Es confianza y serenidad.

Mateo 8,28-34



REFLEXIÓN

Desde el cementerio, dos endemoniados salieron a su encuentro; eran tan furiosos que nadie se atrevía a transitar por aquel camino. Y le dijeron a gritos: "¿Qué quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido a atormentarnos antes de tiempo?"

Jesús puede haber transitado por ese camino sin enterarse que por allí no caminaba nadie por miedo a la agresión de los locos del cementerio.

El evangelista y su comunidad leen en ese gesto de Jesús la misión de curarlos.

Éstos pueden temer que Jesús como otros que han transitado los agredan, porque están confinados en el cementerio por ser energúmenos .

Donde eran relegados para esperar la muerte, porque no les quedaba más.

El evangelista y su comunidad leen en su rechazo el fondo de su resistencia: tienen miedo que se les atormente y haga sufrir más.

En estos enfermos lo religioso no es un consuelo sino un tormento, por su grado de obsesión y una conciencia cargada de sentimientos de culpa.

En un acomodo a las patologías de nuestro tiempo, digamos que eran esquizofrénicos, cuyas crisis los hace furiosos, en muchos casos, de manera que son difíciles de controlar y hasta peligrosos.

Vivían aislados en el cementerio, casi como muertos en vida, sin esperanza social alguna.

"¿Qué quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido a atormentarnos antes de tiempo?"

Sabemos que todo proceso curativo y sanador, genera sufrimiento o dolor, en alguna de sus fases.

Este evento, elevado por una reflexión teológica del evangelista, concibe la fase dolorosa como un juicio anticipado sobre las fuerzas diabólicas o demoníacas, para desterrarlas de la vida humana.

Se trata de un anticipo del reino que conlleva la salud y el bienestar integral.

Los demonios le rogaron: "Si nos echas, mándanos a la piara".

Demonios, piaras de cerdos y región pagana son un epítome de impureza y alejamiento del verdadero Dios. Una región de temor y sufrimiento sin visos de cambio.

Por lo cual el evangelista refuerza el sentido de la misión de Jesús en el título que cruza su obra: Hijo de Dios.

Jesús como un hijo de Dios, que hace bien a cualquiera, es confesado con mayor compromiso y radicalidad por Marcos.

Como si dijera: este hijo de Dios es verdadero Hijo de Dios.

Cambia el nivel hacia una existencia de los demonios que piden salir y entrar en los cerdos, animales impuros según la época.

Y en este nivel Jesús confirma su existencia, accediendo a su petición.

Luego no sólo hablamos de enfermos esquizofrénicos que sienten estar habitados. Sino de los que los poseen, y a quienes se les adjudica una consistencia existencial.

al verlo, le rogaron que se marchara de su país

En la dieta judía no cabe el cerdo, porque se considera animal impuro. Un lugar a propósito para que residan los demonios.

Pero los pobladores de la otra orilla no eran judíos, y los puercos son el medio de sustento del pueblo.

Jesús parece haber obrado favorablemente para los enfermos, pero no para la economía del pueblo.

Si nos ubicáramos en la búsqueda del bien común, parece que el bien del pueblo estaba por encima del de los enfermos o endemoniados.

Pero hay que detenerse en el énfasis que se da a la liberación que aporta el reino en cuanto a la opresión del maligno, que está por encima de otros bienes materiales.

Eso sucede con frecuencia entre los que no pueden o no quieren ver otra luz que las que conocen, y se niegan a una renovación y un cambio, que afecte otros intereses más apreciados.

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