lunes, 5 de julio de 2021

BEATO CARLO

 BEATO CARLO



SALMO 31(30)

 

ven aprisa a librarme

Que el dominio eterno se nos haga asimilable por la prontitud de la respuesta de salvación del Señor.

tú que eres mi roca y mi baluarte

Si este fuera el eco de la meditación del rey David, quien como guerrero buscaba dónde ponerse a salvo de sus perseguidores, se podría entender la roca como el lugar de refugio que lo protegería.

El genio religioso de este pueblo les permite encontrar realidades concretas y operativas como señales de la presencia activa y dinámica del Señor en sus circunstancias vividas y en los escenarios geográficos concretos.

En esto también la palabra es nuestra maestra, para que aprendamos a leer y descifrar su presencia en las realidades de nuestra existencia, que actúan como señales de su intervención constante.

Sácame de la red que me han tendido, / porque tú eres mi amparo. / A tus manos encomiendo mi espíritu: / tú, el Dios leal, me librarás

Es Jesús quien ora en la cruz porque sigue esperando.

Plegarias como ésta tienen sentido en el corazón de Jesús, cuando temía en vísperas de la crucifixión.

Eran oraciones para encontrar fortaleza y esperanza. Confiar con todas las fuerzas y dejar en manos de su Padre su suerte. La liberación puede ser en el ofrecimiento de una cautividad presente y activa.

Jesús en su última hora no desistía de abandonarse en su Padre, como clave definitiva de todo el horror que vivía.

Aprendemos con Jesús que en todo y sobre todo, en su Padre podemos confiar.

Pero yo confío en ti, Señor,

La resistencia de Jesús, en la prueba de chivo expiatorio, estuvo en su apoyo en el Padre y la confianza en su designio.

Soy la burla de todos mis enemigos, / la irrisión de mis vecinos, / el espanto de mis conocidos; / me ven por la calle, y escapan de mí. / Me han olvidado como a un muerto, / me han desechado como a un cachorro inútil.

Esta es la cautividad en la que existe la esperanza de ser librado.

Qué bondad tan grande, Señor, / reservas para tus fieles, / y concedes a los que a ti se acogen / a la vista de todos

Este testimonio del Padre sobre su hijo debió ser conocido, para ser creído libremente, sino no hubiera podido darse la corriente de agua viva, que salta hasta la vida definitiva.

En el asilo de tu presencia los escondes / de las conjuras humanas

Efectivamente, en la presencia por fe del Señor hallamos, la reciedumbre y la inmunidad, frente a las acechanzas que buscan perjudicarnos, en la lucha por la vida.

Y si son nuestra responsabilidad, nos llevan a una mayor conciencia de ella, para no llegar a proyectar nuestras culpas a otros.

Los perdedores para el mundo requieren de una energía que los afirme y estabilice para soportar la conjura de los ganadores.

Y así el acompañamiento fraterno consistirá en promover esa energía que no se compra ni se vende, sino que el Señor dona.

Entonces los vulnerables podrán hacer frente a la conjura y caminar con la cabeza alta y la mirada enfocada en la consumación.

Los perdedores para el mundo requieren de una energía que los afirme y estabilice para soportar la conjura de los ganadores.

Sed fuertes y valientes de corazón, / los que esperáis en el Señor

Es la fortaleza que sentimos cuando pedimos en oración, creyendo que nuestra salvación tarda, por nuestro modo de vivir el tiempo, y nos abrimos al paso del Señor que tiene su propio tiempo.

La espiritualidad que acompañó la conquista y colonización de América, propia del siglo de oro español, hizo un fuerte énfasis en el sufrimiento y la resignación.

Nos acostumbramos a mirar y ser víctimas impotentes, que utilizaban la paciencia para sobrevivir, y hacer de la obligación virtud.

Es una distorsión del sufrimiento, que siempre existirá por nuestra limitada y contingente condición humana.

Jesús vive el sufrimiento como resistencia, que es su misión a cumplir. Es el gesto de quien no transige con el pecado, la mala voluntad, la injusticia.

Es el salario del justo, no del corrupto.

Sufre quien no hace las paces con la iniquidad y se rehúsa a formar parte de ella.

No es un ejercicio de aguante, sino de confianza en el Señor, fuerza nuestra.

Amad al Señor, fieles suyos; / el Señor guarda a sus leales, / y a los soberbios les paga con creces

Lo que importa es que nos guarda, y lo secundario cómo pagan los soberbios que conspiran. Eso queda en las manos del Señor.

Así nos alejamos de la sed de venganza y la ansiedad del resentimiento se evapora.

domingo, 4 de julio de 2021

PALABRA COMENTADA

 

Domingo14 de tiempo ordinario



Ezequiel 2,2-5

REFLEXIÓN

el espíritu entró en mí, me puso en pie, 

A diferencia del régimen de la Palabra en el Antiguo o Primer Testamento, la posesión del Espíritu es definitiva y permanente.

Sin embargo se nos recuerda que no siempre estamos alerta a su presencia y que la sensibilidad de ella se nos activa en ciertas coyunturas, más que nada por nuestra manera emocional de ser.

Así la cercanía de un ser querido, con el que convivimos, se puede decir que es permanente, pero no siempre estamos sensibles y alertas a esa él. Porque el estar entre humanos fluctúa en intensidad.

Ciertos acontecimientos de la vida son a los ojos de la fe como disparadores de la conciencia de la presencia activa del Espíritu del Señor.

Éstos son los momentos fuertes o Kayrós del sentido de unión. Entonces nos postramos por fe y esperanza ante su amor que nos colma con su misericordia.

También los hijos son testarudos y obstinados

Nos recuerda la Palabra nuestra responsabilidad como mayores respecto a las generaciones venideras. Si nuestro patrimonio y legado es de escucha y obediencia nuestros hijos serán obedientes en el sentido de la salvación. Lo cual no se identifica necesariamente con la obediencia por cualquier causa cultural.

Salmo responsorial: 122



REFLEXIÓN

Como están los ojos de la esclava / fijos en las manos de su señora, / así están nuestros ojos / en el Señor, Dios nuestro, / esperando su misericordia

En este tiempo de autosuficiencia, autoglorificación y autocomplacencia tecnológica, todavía se nos presentan como profetas inéditos, ciertos acontecimientos que son como callejones sin salida para nuestra arrogancia cultural.

Son las oportunidades, el Kayrós, el tiempo oportuno de levantar los ojos pendientes de la misericordia del Señor. Entonces somos llamados a descubrir el amor gratuito que no nos debe nada y al que debemos todo, porque todo nos lo ha dado en Jesús de Nazareth.

2Corintios 12,7b-10



REFLEXIÓN

 Para que no tenga soberbia, me han metido una espina en la carne: un ángel de Satanás que me apalea

Pablo entiende su humillación-la cual no se ha aclarado sobre qué trata-como una gracia del amor del Señor para que no se haga el protagonista de las iluminaciones recibidas.

Ciertas pruebas son ocasión en la vida para volvernos al tamaño verdadero de nuestra autenticidad, y cuánto debemos al Señor por nuestro crecimiento.

Con ésta estrategia, que nos dimensiona en nuestro real valor, se ofrece un paradigma que resulta lo contrario del encumbramiento que se vive en nuestra cultura. Más bien nuestro pan de cada día son los ejemplos de protagonismo y autoproclamación de méritos.

Una cultura de fraternidad, más bien se construye sobre actitudes de cooperación y solidaridad, que disminuyen el ego ávido y codicioso de fama propia.

Tres veces he pedido al Señor verme libre de él; y me ha respondido: "Te basta mi gracia; la fuerza se realiza en la debilidad." 

Es posible que oremos por librarnos de un daño o perjuicio en nuestra vida. Pero el mismo pudiera ofrecernos la gracia de nuestro verdadero yo immerso en la acogida paterna del Señor.

Por eso, muy a gusto presumo de mis debilidades, porque así residirá en mí la fuerza de Cristo

Entonces nuestra súplica también ha de solicitar la gracia de conocer y experimentar en nuestra debilidad la fuerza del Señor. No sólo pedirla, sino conocer como se da en nuestro sufrir concreto.

Por eso, vivo contento en medio de mis debilidades, de los insultos, las privaciones, las persecuciones y las dificultades sufridas por Cristo. Porque, cuando soy débil, entonces soy fuerte

Así es nuestro gozo cristiano: una paradoja que se vive de fuerza en la debilidad y contento, en la privación.

Marcos 6,1-6



REFLEXIÓN

¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es ésa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?" 

Porque Jesús de Nazareth vivió en carne propia la comidilla y el menosprecio que produce la envidia y los celos de la buena fama de un paisano.

Su autenticidad humana era tan original y genuina que compartió con nuestra raza hasta esa mezquindad frecuente por la cual reducimos la importancia de alguien para no escuchar su dignidad.

Se trata de un recurso que utilizamos para no vernos comprometidos a realizar la palabra y el mensaje de cambio y conversión que nos podemos estar comunicando unos a otros.

"No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa."

No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos.

En el reino se trata de vivir una fraternidad en la que aprendemos unos de otros gozosamente. Nada tiene que ver con la sociedad de mercado, donde la competividad es la base de las relaciones.

 Y se extrañó de su falta de fe

Esperaba una mejor receptividad, y hasta tuvo quizá ilusión por la reacción positiva a su mensaje y aporte. Jesús vivió la frustración de arar en el mar.

Y recorría los pueblos de alrededor enseñando

Pero siguió adelante en su misión modelando para nosotros por si queremos seguirlo.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1411656819244781581?s=20