MIÉRCOLES 17 DE TIEMPO ORDINARIO
Año Impar
REFLEXIÓN
Los israelitas
veían la piel de su cara radiante
La imagen radiante de Jesús transfigurado o
resucitado, querría mostrar su superioridad en participación del Señor a la de
Moisés, como la alianza perfecta.
El motivo de la superioridad de Jesús, como
Hijo de Dios, igual a Dios, autorizado y auspiciado por Dios, fue un motivo
suficiente de discordia y enfrentamiento con los judíos, entonces y ahora.
Entonces los relatores de esa versión se
coronaban con ella como seguidores de la más excelsa forma de culto y fe. Podían
así pasar por extremistas y fundamentalistas.
Pero fueron capaces de mantenerse en la
persecución y la exclusión por siglos, como pago de manifestar su fe.
Sólo la revaluación de Jesús y su singular
rol en la historia de las religiones, no tanto como el competidor o
descalificdor sino como la convergencia suma, permite una base de diálogo
respetuoso con y entre las religiones cristiana, judía e islámica.
Salmo responsorial: 98
REFLEXIÓN
Santo es el Señor,
nuestro Dios.
La perfección
lograda por Moisés y Jesús estriba en su desarrollo humano al máximo del
compromiso con un servicio a otros por un bien y felicidad común, olvidándose
bastante de su propia comodidad, seguridad y bienestar, aunque no fueran
recompensados, reconocidos y bien pagados.
Mateo 13,44-46
REFLEXIÓN
"El reino de
los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra, lo
vuelve a esconder, y, lleno de alegría, va a
vender todo lo que tiene y compra el campo. El reino de los cielos se
parece también a un comerciante en perlas finas, que, al encontrar una de gran
valor, se va a vender todo lo que tiene
y la compra."
Se requiere en la construcción del reino una
actitud semejante a la del emprendedor: audacia para asumir riesgos.
Eso somos los creyentes y más vale serlo con
lucidez: personas que apostamos por un valor y decidimos correr el riesgo. Nos
estamos jugando la vida definitiva.
El Reino es comparado con un encuentro
inesperado de una realidad muy valiosa por la que vale la pena invertir
fuertemente.
Es como una oportunidad propicia para
beneficiarse notablemente.
Es un encuentro que difícilmente se puede
despreciar.
Un encuentro así implica para quien lo
experimenta que sabe se trata de una realidad valiosa a pesar del riesgo y el
esfuerzo.
Por lo tanto requiere una estimativa del
valor de la realidad que encuentra.
Precisa una cierta información del valor
relativo de esa realidad.
Es un encuentro que impulsa a cualquier
sacrificio con tal de obtenerlo.
El Reino se parece al encuentro de un bien
eminente de vida o muerte, que merece se le entreguen todas las energías para
conseguirlo.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1420352047262601218?s=20