jueves, 24 de febrero de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Jueves 7 de tiempo ordinario

Santiago 5,1-6



REFLEXIÓN

¡Habéis amontonado riqueza, precisamente ahora, en el tiempo final

El odio a los ricos no es el núcleo de la Palabra liberadora, sino la riqueza acumulada y amasada en la injusticia y la iniquidad, con daño de otros, y que atrinchera en la autosuficiencia y el menosprecio de los que no tienen.

Los ricos en el evangelio son objeto de la Palabra en Jesús de Nazareth para la invitación a la conversión y la reparación.

La tristeza de Jesús por los ricos es la posible dureza del corazón que les impida volverse al amor, la justicia, la fraternidad y la paz.

Predicar y promover el odio a los ricos no es es el punto del evangelio, que es Palabra de amor transformador para todos.

El rico merece nuestra oración, compasión y señalamiento para su conversión. Que vea que la riqueza es un don de Dios para todos.

El rico ha recibido un don social: la capacidad de generar riqueza. Puede aportar mucho en favor de la igualdad y el bienestar material para sus hermanos.

Si no lo hace traiciona su don, su misión y su camino de felicidad profunda.

El jornal defraudado a los obreros que han cosechado vuestros campos está clamando contra vosotros; y los gritos de los segadores han llegado hasta el oído del Señor de los ejércitos

Este autor es el obispo de Jerusalén, el primero, que pedía a Pablo limosnas de los gentiles para sus pobres.

Una forma de generar fraternidad por medio de la solidaridad, que establece puentes entre cristianos judíos y cristianos gentiles.

Es el anverso de los ricos empedernidos por su riqueza, quizá hasta mal habida. Hay quienes piensan que es difícil amasar fortunas sin hacer trampa, corrupción y crimen.

Los ricos pueden redimirse por medio de la fraternidad solidaria, para la construcción de un mundo más equitativo, compasivo y humano.

Salmo responsorial: 48



REFLEXIÓN

son un rebaño para el abismo, / la muerte es su pastor

La revolución social puede llegar a ser el pastor que da muerte a las capas sociales enriquecidas y endurecidas.

Su prevalencia y continua aparición en diferentes sociedades indica la búsqueda de equidad del tejido social en todas partes.

No siempre ha sido bien administrada la revolución, pues es traicionada con nuevas y endurecidas capas sociales empoderadas, que se alimentan del odio. Entonces son un mero reemplazo de explotadores.

El evangelio de la Palabra inspira revolución de conversión hacia la fraternidad solidaria, con una inédita potencialidad de reconciliación.

cuando muera, no se llevará nada, / su fasto no bajará con él

La muerte como radical nivelador espera al final de cada uno como su examen definitivo.

Marcos 9,41-50



REFLEXIÓN

"El que os dé a beber un vaso de agua, porque seguís al Mesías, os aseguro que no se quedará sin recompensa

donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.

Dos extremos:recompensa y castigo permanente, según se sirva o no a los creyentes en el Mesías.

Porque lo uno entraña fe y lo otro no.

Hoy no aceptamos lo segundo como un lugar de castigo, porque no empata con la imagen de la misericordia de Dios Padre.

Pero si no cercenamos la palabra y nos quedamos con lo más conveniente.

Creemos que estamos en un nivel en el que no se requiere saber de un castigo y menos con esa imagen mitològica del fuego que no cesa.

Pero más allá de la literalidad, no hemos de abrirnos a la comprensión de la desdicha que se nos asoma en la infelicidad que vivenciamos muchas veces?

Qué tal cuando no se vive en fe, y ese sentido se ausenta de nuestra existencia.?

La fe que contempla el gesto solidario como la extensión de la misión del discípulo, restaurando el tejido social falto de equidad.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1496808053068472321?s=20&t=BNDCfdREt90PylVV9FYBxA

 

BEATO CARLO


 

De las Instrucciones de san Columbano, abad
(Instrucción 1, Sobre la fe, 3-5: Opera, Dublín 1957, pp. 62-66)
 
LA INSONDABLE PROFUNDIDAD DE DIOS

 

Dios está en todas partes, es inmenso y está cerca de todos, según atestigua de sí mismo: Yo soy -dice- un Dios cercano, no lejano. El Dios que buscamos no está lejos de nosotros, ya que está dentro de nosotros, si somos dignos de esta presencia. Habita en nosotros como el alma en el cuerpo, a condición de que seamos miembros sanos de él, de que estemos muertos al pecado. Entonces habita verdaderamente en nosotros aquel que ha dicho: Habitaré en medio de ellos y andaré entre ellos. Si somos dignos de que él esté en nosotros, entonces somos realmente vivificados por él, como miembros vivos suyos: Pues en él -como dice el Apóstol- vivimos, nos movemos y existimos.

 

¿Quién, me pregunto, será capaz de penetrar en el conocimiento del Altísimo, si tenemos en cuenta lo inefable e incomprensible de su ser? ¿Quién podrá investigar las profundidades de Dios? ¿Quién podrá gloriarse de conocer al Dios infinito que todo lo llena y todo lo rodea, que todo lo penetra y todo lo supera, que todo lo abarca y todo lo trasciende? A Dios ningún hombre vio ni puede ver. Nadie, pues, tenga la presunción de preguntarse sobre lo indescifrable de Dios, qué fue, cómo fue, quién fue. Éstas son cosas inefables, inescrutables, impenetrables; limítate a creer con sencillez, pero con firmeza, que Dios es y será tal cual fue, porque es inmutable.