lunes, 28 de marzo de 2022

BEATO CARLO

 De las Homilías de Orígenes, presbítero, sobre el Levítico
(Homilía 9, 5. 10: PG 12, 515. 523)


CRISTO, SUMO SACERDOTE, ES PROPICIACIÓN POR NUESTROS PECADOS

Una vez al año, el sumo sacerdote, dejando afuera al pueblo, entraba en el lugar donde se hallaban el propiciatorio, los querubines, el arca de la alianza y el altar de los aromas; lugar donde sólo al sumo sacerdote le estaba permitido entrar.

Pero fijémonos en nuestro verdadero sumo sacerdote, el Señor Jesucristo. Él, habiendo tomado la naturaleza humana, estaba con el pueblo todo el año, aquel año, a saber, del cual dice él mismo: Me envió a evangelizar a los pobres y a proclamar el año de gracia del Señor. Y, una vez durante este año, el día de la expiación, entró en el santuario, es decir, cuando, cumplida su misión, penetró en los cielos, entró a la presencia del Padre, para hacerle propicio al género humano y para interceder en favor de todos los que creen en él.

El apóstol Juan, conocedor de esta propiciación que nos reconcilia con el Padre, dice: Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Si alguno peca, abogado tenemos ante el Padre, a Jesucristo, el justo. Él es propiciación por nuestros pecados.

También Pablo alude a esta propiciación, cuando afirma de Cristo: A quien Dios ha propuesto como instrumento de propiciación, por su propia sangre y mediante la fe. Por lo tanto, el día de nuestra propiciación continúa hasta el fin del mundo.

Dice la palabra de Dios: Pondrá el incienso sobre las brasas delante del Señor, para que el humo del incienso cubra el propiciatorio que está sobre el documento de la alianza, y así él no muera. Después tomará sangre del novillo y rociará con el dedo el lado oriental de la placa o propiciatorio.

Este texto nos recuerda el modo como en el antiguo Testamento se celebraba el rito de la propiciación ante Dios; pero tú que has venido a Cristo, verdadero sumo sacerdote, que con su sangre te hizo a Dios propicio y te reconcilió con el Padre, trasciende con tu mirada la sangre de las antiguas víctimas y considera más bien la sangre de aquel que es la Palabra, escuchando lo que él mismo te dice: Ésta es mi sangre, que será derramada por vosotros para el perdón de los pecados.

El hecho de rociar el lado oriental tiene también su significado. De oriente nos viene la propiciación, pues de allí procede el varón cuyo nombre es Oriente, el que ha sido constituido mediador entre Dios y los hombres. Ello te invita a que mires siempre hacia oriente, de donde sale para ti el sol de justicia, de donde te nace continuamente la luz, para que no camines nunca en tinieblas, ni te sorprenda en tinieblas aquel día último; para que no se apodere de ti la noche y oscuridad de la ignorancia, sino que vivas siempre en la luz de la sabiduría, en el pleno día de la fe, bajo la luz de la caridad y de la paz

domingo, 27 de marzo de 2022

PALABRA COMENTADA

 

Domingo 4 de Cuaresma C

Josué 5, 9a. 10-12



REFLEXIÓN

celebraron la Pascua al atardecer del día catorce del mes, en la estepa de Jericó

Esta es la re-edición que opera el Señor: su intervención nueva por ser nuevas circunstancias, pero antigua, por referirse a su primera: la de Egipto.

Esta es la matriz de todo el proceso, porque El no se va nunca sino que se revela de esperanza en esperanza, de fe en fe, para avivar nuestro amor.

Cuando comenzaron a comer del fruto de la tierra, cesó el maná. Los israelitas ya no tuvieron maná, sino que aquel año comieron de la cosecha de la tierra de Canaán

El Señor es un Padre providente pero no es paternalista.

Mientras nos hacemos fuertes y maduramos suficientemente, nos apoya más con el prodigio y el milagro.

Una vez podemos hacernos cargo, nos dona la oportunidad que es la tierra, para trabajar con nuesta habilidad y competencia, y así cosechar su fruto.

Esta tierra puede ser la tecnología actual y otras sofisticaciones productivas que son y serán.

Sin embargo el olvido del Designio que se despliega en todo este proceso, es una de las tentaciones y errores de los pueblos y sus líderes.
Por eso perdemos frecuentemente el rumbo y caemos en confusión. Consecuentemente nuestra ética se enferma.

Salmo responsorial: 33



REFLEXIÓN

mi alma se gloría en el Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren

Los que se vacunan contra el virus del olvido del Designio del Señor, son los concientes cuyo prestigio es el Señor, los desprendidos del apego a la criatura que escuchan, y en esa pobreza experimentan gozo.

Contempladlo, y quedaréis radiantes

El efecto de la contemplación de la historia de salvación persistentemente es la irradiación en el espíritu de la fuente de energía que es el Señor y su Palabra.

Nos carga como lo hacen las pilas eléctricas, haciéndonos capaces de soltar esa carga en las oportunidades y coyunturas en las que se requiere la energía del Espíritu para renovar la creación, los corazones y toda organización salida de la libertad humana.

2Corintios 5, 17-21



REFLEXIÓN

Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado

No se trata de una sustitución absoluta sino histórica, ni inmediata y radical, sino procesual y progresiva.

Lo nuevo como un nuevo ente va invadiendo nuestro ser de muerte, instilando vida para siempre en silencio, con pausa, incorporando todas las energías del ser, como una planta de tratamiento de aguas contaminadas.

Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo, sin pedirle cuentas de sus pecados

En la reconciliación que oferta Jesús de Nazareth en su carne, se entrega también el Padre reconciliador, perdonador, quien ha cesado de ser juez en el tiempo de redención.

y a nosotros nos ha confiado la palabra de la reconciliación.

Tal poderío y potencialidad ha quedado en el entramado de nuestra fraternidad, para que unos a otros nos sirvamos en la reconciliación, sin juicios condenatorios.

Todo esto viene de Dios, que por medio de Cristo nos reconcilió consigo y nos encargó el ministerio de la reconciliación

El ministerio de la eternificación de todas las cosas. Somos los medios en el medio que es Jesucristo, para prolongar esta vida eterna en la historia, como fermento en la masa

Lucas 15, 1-3. 11-32



REFLEXIÓN

"Padre, dame la parte que me toca de la fortuna

No sabemos si tal gesto de autonomía e independencia por parte del hijo era común en tiempos en los que la familia era de estilo patriarcal, y la herencia se recibía cuando moría el padre de familia.

Pero se muestra aquí un espacio para una conducta ávida de correr mundo y aventurarse en otros tierras. Otras experiencias tal como pudiera verse en generaciones de jóvenes de sociedades actuales, que salen a recorrer mundo por ejercitar la libertad unos, por necesidad de encontrar un empleo otros.

y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente

Tampoco se trata de consagrar una ecuación, como si joven y derrochador fueran una misma cosa.

Porque vivimos un tiempo en el que los jóvenes son tomados como uno de estos extremos: o personas improductivas y demandantes, que no asumen responsabilidad o epítomes de la creatividad, el ingenio y la innovación que deben asumir el mando del mundo.

El padre les repartió los bienes

Como parábola revelatoria se muestra un Padre tolerante y dispuesto a respetar la libertad de su hijo, otorgándole su herencia.

Quizás nos ayude a revisar nuestra imagen de Padre de nuestro Señor, quien no es simplemente un mandamás patriarcal, sino también un acompañante de nuestros sueños de libertad.

Fue entonces y tanto le insistió a un habitante de aquel país que lo mandó a sus campos a guardar cerdos

Otro rasgo de independencia que nos muestra la parábola para consolidar un retrato de persona dispuesta a llevar adelante su sueño de superación.

Una superación que asume actividades desagradables, como la de cuidar cerdos, animal impuro en un contexto judío.

Me pondré en camino adonde está mi padre

Y cuando ya no puede más soportar sus condiciones desmejoradas, salta en su memoria el recuerdo de un Padre capaz de entenderlo.

Es un recuerdo tejido en el seno de la madre, que posibilita la conversión y volver a confiar.

Es el recuerdo primordial que Jesús de Nazareth sensibiliza en su predicación y acción.

Su Padre no es ni un juez que condena, ni repudia la libertad de sus hijos, ni los abandona cuando esa libertad llega a fracasar en el desarrollo de los sueños.

Él se indignó y se negaba a entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo

Un padre capaz de persuadir el ala contraria. Al hijo que vive y usufructa la hacienda patriarcal. Y que cree se lo merece todo por ser mayor.

Pero el Padre que Jesús nos transmite tampoco es juez castigador para este sujeto. Sino alguien que intenta persuadir lo importante que es rescatar y acoger al hijo menor, humillado por el fracaso de sus sueños.

deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado

No sabemos si el hijo mayor hizo caso y en eso queda el desafío de la parábola. En retar nuestras presunciones y prejuicios, a ver si somos capaces de acoger también con misericordia a quienes se alejaron, aun con culpa, para seguir su cuestionable libertad.

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