martes, 9 de agosto de 2022

BEATO CARL9O



 De las Disertaciones de san Andrés de Creta, obispo
(Disertación 9, Sobre el Domingo de ramos: PG 97, 1002)

 

MIRA A TU REY QUE VIENE A TI JUSTO Y VICTORIOSO

 

Digamos, digamos también nosotros a Cristo: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor, el rey de Israel! Tendamos ante él, a guisa de palmas, nuestra alabanza por la victoria suprema de la cruz. Aclamémoslo, pero no con ramos de olivos, sino tributándonos mutuamente el honor de nuestra ayuda material. Alfombrémosle el camino, pero no con mantos, sino con los deseos de nuestro corazón, a fin de que, caminando sobre nosotros, penetre todo él en nuestro interior y haga que toda nuestra persona sea para él, y él, a su vez, para nosotros. Digamos a Sión aquella aclamación del profeta: Confía, hija de Sión, no temas: Mira a tu Rey que viene a ti; modesto y cabalgando en un asno, en un pollino de borrica.

 

El que viene es el mismo que está en todo lugar, llenándolo todo con su presencia, y viene para realizar en ti la salvación de todos. El que viene es aquel que no ha venido a invitar a los justos a que se arrepientan, sino a los pecadores, para sacarlos del error de sus pecados. No temas. Teniendo a Dios en medio, no vacilarás.

 

Recibe con las manos en alto al que con sus manos ha diseñado tus murallas. Recibe al que ha plantado en sus palmas tus cimientos. Recibe al que, para asumirnos a nosotros en su persona, se ha hecho en todo semejante a nosotros, menos en el pecado. Alégrate, Sión, la ciudad madre, no temas: Festeja tu fiesta. Glorifica por su misericordia al que en ti viene a nosotros. Y tú también, hija de Jerusalén, desborda de alegría, canta y brinca de gozo. ¡Levántate, brilla (así aclamamos con el son de aquella sagrada trompeta que es Isaías), que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti!

 

¿De qué luz se trata? De aquella que viniendo a este mundo ilumina a todo hombre. Aquella luz, quiero decir, eterna, aquella luz intemporal y manifestada en el tiempo, aquella luz invisible por naturaleza y hecha visible en la carne, aquella luz que envolvió a los pastores y que guió a los magos en su camino. Aquella luz que estaba en el mundo desde el principio, por la cual empezó a existir el mundo, y que el mundo no la reconoció. Aquella luz que vino a los suyos y los suyos no la recibieron. ¿Y a qué gloria del Señor se refiere? Ciertamente a la cruz, en la que fue glorificado Cristo, resplandor de la gloria del Padre, tal como afirma él mismo, en la inminencia de su pasión: Ya ha entrado el Hijo del hombre en su gloria, y Dios ha recibido su glorificación por él, y Dios a su vez lo revestirá de su misma gloria, y esto será sin dilación. Con estas palabras identifica su gloria con su elevación en la cruz. La cruz de Cristo es, en efecto, su gloria y su exaltación, ya que dice: Yo, cuando sea levantado en alto, atraeré a mí á todos los hombres.

EJERCICIOS ESPIRITUALES

 


[14] 14ª La quatuordécima: el que los da, si vee al que los rescibe, que anda consolado y con mucho herbor, debe prevenir que no haga promessa ni voto alguno inconsiderado y precipitado; y quanto más le conosciere de ligera condición, tanto más le debe prevenir y admonir; porque dado que justamente puede mover uno a otro a tomar religión, en la qual se entiende hacer voto de obediencia, pobreza y castidad; y dado que la buena obra que se hace con voto es más meritoria que la que se hace sin él; mucho debe de mirar la propia condición y subiecto, y quínta ayuda o estorbo podrá hallar en cumplir la cosa que quisiese prometer.

REFLEXIÓN

[14] La euforia, como en su momento el desánimo, son estados de humor que se turnan aleatoriamente en el sentir del ejercitante, y también en la vida corriente, aunque pocos se dan cuenta. Además de quien dirige y acompaña, es una gran cosa instruir a quien se ejercita para que transfiera el conocimiento de esos vaivenes bipolares, a su existencia en los ejercicios, y más allá. Muchas decisiones erróneas, aparentemente correctas han sido tomadas bajo el efecto de estos estados de ánimo volátiles. Igualmente es responsabilidad de quien dirige tener algún conocimiento de la personalidad del ejercitante, para detectar personas inclinadas a la ligereza en asumir compromisos serios para la vida.

[15] 15ª La décima quinta: el que da los exercicios no debe mover al que los rescibe más a pobreza ni a promessa, que a sus contrarios, ni a un estado o modo de vivir, que a otro. Porque, dado que fuera de los exercicios lícita y meritoriamente podamos mover a todas personas, que probabiliter tengan subiecto, para elegir continencia, virginidad, religión y toda manera de perfección evangélica; tamen, en los tales exercicios spirituales, más conveniente y mucho mejor es, buscando la divina voluntad, que el mismo Criador y Señor se communique a la su ánima devota, habrazándola en su amor y alabanza y disponiéndola por la vía que mejor podrá servirle adelante. De manera que el que los da no se decante ni se incline a la una parte ni a la otra; mas estando en medio, como un peso, dexe inmediate obrar al Criador con la criatura, y a la criatura con su Criador y Señor.

REFLEXIÓN

[15] Un prodigio de sensatez y respeto tanto por la libertad humana, como por la fe en la presencia activa del Señor, que ha de mostrarse y su voluntad, al que lo busca, sobre la definición de su vida, sin contaminación alguna. Lo que puede ser un consejo dirigido sin malicia ni perjuicio en otro momento y lugar, en el régimen de ejercicios espirituales resulta una intromisión indebida por la vulnerabilidad del sujeto, y su docilidad a lo que pueda pasar por voluntad de Dios. Todo lo contrario de un lavado de cerebro o manipulación.

[16] 16ª La décima sexta: para lo qual, es a saber, para que el Criador y Señor obre más ciertamente en la su criatura, si por ventura la tal ánima está affectada y inclinada a una cosa desordenadamente, muy conveniente es moverse, poniendo todas sus fuerzas, para venir al contrario de lo que está mal affectada; así como si está affectada para buscar y haber un officio o beneficio, no por el honor y gloria de Dios nuestro Señor, ni por la salud espiritual de las ánimas, mas por sus propios provechos y intereses temporales, debe affectarse al contrario, instando en oraciones y otros exercicios espirituales, y pidiendo a Dios nuestro Señor el contrario, es a saber, que ni quiere el tal officio o beneficio ni otra cosa alguna, si su divina majestad, ordenando sus deseos, no le mudare su affección primera; de manera que la causa de desear o tener una cosa o otra sea sólo servicio, honra y gloria de la su divina majestad.

REFLEXIÓN

[16] Venir al contrario de aquello o a quienes que se encuentro apegad@ desordenadamente, es decir, en exceso, anormalmente, fuera del autocontrol, enajenad@, alienad@. Una situación que suponga un desafío para la libre disposición de sí mismo. El orden se reglamenta o alinea con el reino o reinado o voluntad de Dios. Es a quien reconocemos y servimos como prioridad absoluta. El test para la sinceridad de la vuelta al orden, consiste en pedir lo contrario con todas las fuerzas de la buena voluntad que se disponga. Aun reconociendo como difícil y cuasi imposible tal posición.

¿Qué hacer si somos conscientes de un desorden o apego para el que nuestra libertad se encuentra al momento débil o impotente? Además de confiarlo al/la Director@ acompañante, como ejercicio de transparencia y prueba de sinceridad, se da el mantenerse en la brecha, en la lucha, en la petición para que siempre sea el desafío que me impida hacer las paces completamente con mi desviación o trastorno. Quizás sea una materia de terapia sicológica y no viene mal consultar.

Pero por difícil que parezca hay que confiar en que la libertad, con las ayudas propuestas, puede crecer y conquistar más la libertad y el autocontrol.