[14] 14ª La quatuordécima: el que
los da, si vee al que los rescibe, que anda consolado y con mucho herbor, debe
prevenir que no haga promessa ni voto alguno inconsiderado y precipitado; y
quanto más le conosciere de ligera condición, tanto más le debe prevenir y
admonir; porque dado que justamente puede mover uno a otro a tomar religión, en
la qual se entiende hacer voto de obediencia, pobreza y castidad; y dado que la
buena obra que se hace con voto es más meritoria que la que se hace sin él;
mucho debe de mirar la propia condición y subiecto, y quínta ayuda o estorbo
podrá hallar en cumplir la cosa que quisiese prometer.
REFLEXIÓN
[14] La euforia, como en su momento el desánimo, son estados de humor que se turnan aleatoriamente en el sentir del ejercitante, y también en la vida corriente, aunque pocos se dan cuenta. Además de quien dirige y acompaña, es una gran cosa instruir a quien se ejercita para que transfiera el conocimiento de esos vaivenes bipolares, a su existencia en los ejercicios, y más allá. Muchas decisiones erróneas, aparentemente correctas han sido tomadas bajo el efecto de estos estados de ánimo volátiles. Igualmente es responsabilidad de quien dirige tener algún conocimiento de la personalidad del ejercitante, para detectar personas inclinadas a la ligereza en asumir compromisos serios para la vida.
[15] 15ª La décima quinta: el que da
los exercicios no debe mover al que los rescibe más a pobreza ni a promessa,
que a sus contrarios, ni a un estado o modo de vivir, que a otro. Porque, dado
que fuera de los exercicios lícita y meritoriamente podamos mover a todas
personas, que probabiliter tengan subiecto, para elegir continencia,
virginidad, religión y toda manera de perfección evangélica; tamen, en los
tales exercicios spirituales, más conveniente y mucho mejor es, buscando la
divina voluntad, que el mismo Criador y Señor se communique a la su ánima
devota, habrazándola en su amor y alabanza y disponiéndola por la vía que mejor
podrá servirle adelante. De manera que el que los da no se decante ni se
incline a la una parte ni a la otra; mas estando en medio, como un peso, dexe
inmediate obrar al Criador con la criatura, y a la criatura con su Criador y
Señor.
REFLEXIÓN
[15] Un prodigio de sensatez y respeto tanto por
la libertad humana, como por la fe en la presencia activa del Señor, que ha de
mostrarse y su voluntad, al que lo busca, sobre la definición de su vida, sin
contaminación alguna. Lo que puede ser un consejo dirigido sin malicia ni
perjuicio en otro momento y lugar, en el régimen de ejercicios espirituales
resulta una intromisión indebida por la vulnerabilidad del sujeto, y su
docilidad a lo que pueda pasar por voluntad de Dios. Todo lo contrario de un
lavado de cerebro o manipulación.
[16] 16ª La décima sexta: para lo
qual, es a saber, para que el Criador y Señor obre más ciertamente en la su
criatura, si por ventura la tal ánima está affectada y inclinada a una cosa
desordenadamente, muy conveniente es moverse, poniendo todas sus fuerzas, para
venir al contrario de lo que está mal affectada; así como si está affectada
para buscar y haber un officio o beneficio, no por el honor y gloria de Dios
nuestro Señor, ni por la salud espiritual de las ánimas, mas por sus propios
provechos y intereses temporales, debe affectarse al contrario, instando en
oraciones y otros exercicios espirituales, y pidiendo a Dios nuestro Señor el
contrario, es a saber, que ni quiere el tal officio o beneficio ni otra cosa
alguna, si su divina majestad, ordenando sus deseos, no le mudare su affección
primera; de manera que la causa de desear o tener una cosa o otra sea sólo
servicio, honra y gloria de la su divina majestad.
REFLEXIÓN
[16] Venir al contrario de aquello o a quienes
que se encuentro apegad@ desordenadamente, es decir, en exceso, anormalmente, fuera
del autocontrol, enajenad@, alienad@. Una situación que suponga un desafío para
la libre disposición de sí mismo. El orden se reglamenta o alinea con el reino
o reinado o voluntad de Dios. Es a quien reconocemos y servimos como prioridad
absoluta. El test para la sinceridad de la vuelta al orden, consiste en pedir
lo contrario con todas las fuerzas de la buena voluntad que se disponga. Aun
reconociendo como difícil y cuasi imposible tal posición.
¿Qué hacer si somos conscientes de un desorden o
apego para el que nuestra libertad se encuentra al momento débil o impotente?
Además de confiarlo al/la Director@ acompañante, como ejercicio de
transparencia y prueba de sinceridad, se da el mantenerse en la brecha, en la
lucha, en la petición para que siempre sea el desafío que me impida hacer las
paces completamente con mi desviación o trastorno. Quizás sea una materia de
terapia sicológica y no viene mal consultar.
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