CONTEMPLACION-AMOR
[230] CONTEMPLACION PARA ALCANZAR AMOR.
Nota. primero conviene advertir en dos cosas:
La primera es que el amor se debe poner más en las obras que en las
palabras.
[231] La 2ª, el amor consiste en
comunicación de las dos partes, es a saber, en dar y comunicar el amante al
amado lo que tiene o de lo que tiene o puede, y así, por el contrario, el amado
al amante; de manera que, si el uno tiene sciencia, dar al que no la tiene, si
honores, si riquezas, y así el otro al otro.
Oración. Oración sólita.
REFLEXIÓN
[230]
[231] El amor increado de Dios es el paradigma
de todo amor. En Él que es amor, se verifica entre nosotr@s como entrega y
servicio. Su Hijo encarnado en Jesús históricamente nos lo ha mostrado y
significado, en sus obras de misericordia y sobre todo por su muerte en la
cruz. En la última semana contemplamos un resucitado, cuya misión es el
servicio a la buena noticia de la salvación mediante una comunidad de testigos,
unidos en el amor fraterno o ágape.
[232] 1º preámbulo. Primer preámbulo es composición, que es aquí ver
cómo estoy delante de Dios nuestro Señor, de los ángeles, de los sanctos
interpelantes por mí.
REFLEXIÓN
[232] Aparece el lugar de suma y densa presencia de Dios, la corte
celestial, su majestad desplegada, tal como la corte que probablemente
experimentó o conoció Ignacio en su vida cortesana. El acceso a Dios más allá
de todo intermediario.
[233] 2º preámbulo. El segundo, pedir lo que quiero: será aquí pedir
cognoscimiento interno de tanto bien recibido, para que yo enteramente
reconosciendo, pueda en todo amar y servir a su divina majestad.
REFLEXIÓN
[233] El conocimiento interno, apropiado enteramente por el
ejercitante, tal como se pidió en el inicio de la segunda semana, a propósito
del conocimiento de Jesús para seguirlo, ahora para conocer la totalidad del
bien recibido. Se invoca la gracia de la sabiduría. Para que mientras se
produce el reconocimiento se posibilite el amor y el servicio al Dios
solemnemente contemplado. Resuena y se retoma el Principio y Fundamento al
comenzar los ejercicios. Podría decirse que en esta forma se cierra y traba a
la perfección la peregrinación espiritual, que ha durado un mes promedio. En
todo amar y servir se desgaja, como consigna de la identidad del cuerpo
apostólico, que se conoce como mínima Compañía de Jesús.
[234] 1º puncto. El primer puncto es traer a la memoria los beneficios
rescibidos de creación, redempción y dones particulares, ponderando con mucho
afecto quánto ha hecho Dios nuestro Señor por mí y quánto me ha dado de lo que
tiene y consequenter el mismo Señor desea dárseme en quanto puede según su
ordenación divina. Y con esto reflectir, en mí mismo, considerando con mucha
razón y justicia lo que yo debo de mi parte offrescer y dar a la su divina
majestad, es a saber, todas mis cosas y a mí mismo con ellas, así como quien
offresce affectándose mucho:
Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi
entendimiento y toda mi voluntad, todo mi haber y mi poseer; Vos me lo distes,
a Vos, Señor, lo torno; todo es vuestro, disponed a toda vuestra voluntad;
dadme vuestro amor y gracia, que ésta me basta.
REFLEXIÓN
[234] Agradecimiento fundamentado en el bien recibido a través de la
intervención conocida o no, pero recibida como prenda de una entrega, que desea
ir a más. Y tras reflexionar, expresar la voluntad de respuesta, mediante una
oración que expresa la disponibilidad total en la intención, apoyándonos en la
confianza de su amor primero.
[235] El segundo mirar cómo Dios habita en las criaturas, en los
elementos dando ser, en las plantas vejetando, en los animales sensando, en los
hombres dando entender; y así en mí dándome ser, animando, sensando, y
haciéndome entender; asimismo haciendo templo de mí seyendo criado a la
similitud y imagen de su divina majestad; otro tanto reflitiendo en mí mismo,
por el modo que está dicho en el primer puncto o por otro que sintiere mejor.
De la misma manera se hará sobre cada puncto que se sigue.
REFLEXIÓN
[235] El foco se centra en su presencia que da vida en la diversidad
de lo real, como una pausada ascensión hasta el objeto de su imagen y
semejanza, hombre y mujer
[236] El tercero considerar cómo Dios trabaja y labora por mí en todas
cosas criadas sobre la haz de la tierra, id est, habet se ad modum laborantis.
Así como en los cielos, elementos, plantas, fructos, ganados, etc., dando ser,
conservando, vejetando y sensando, etc. Después reflectir en mí mismo.
REFLEXIÓN
[236] Se da paso a una imagen de Dios: del Dios trabajador,
operario, que va más allá del descanso sabático, porque su obra en Cristo no ha
terminado.
[237] El quarto: mirar cómo todos los bienes y dones descienden de
arriba, así como la mi medida potencia de la summa y infinita de arriba, y así
justicia, bondad, piedad, misericordia, etc., así como del sol descienden los
rayos, de la fuente las aguas, etc. Después acabar reflictiendo en mí mismo
según está dicho. Acabar con un coloquio y un Pater noster.
REFLEXIÓN
[237] Se invita como síntesis a celebrar la Trascendencia de Dios en
sus dones, todo lo contrario de una realidad amenazante, celosa de nuestro
crecimiento. De su parte nos ha dado todo, y lo seguirá haciendo hasta el
final. Un horizonte a la medida del comienzo de nuestra peregrinación en la
vida y el mundo, colaborando con el Reino en el que Jesús camina delante.