jueves, 20 de abril de 2023

BEATO CARLO



De los Tratados de san Gaudencio de Brescia, obispo
(Tratado 2: CSEL 68, 30-32)
 
EL DON DE LA NUEVA ALIANZA QUE NOS DEJÓ EN HERENCIA

 

El sacrificio celestial instituido por Cristo es verdaderamente el don de su nueva alianza que nos dejó en herencia, como prenda de su presencia entre nosotros, la misma noche en que iba a ser entregado para ser crucificado. Éste es el viático de nuestro camino, con el cual nos alimentamos y nutrimos durante el peregrinar de nuestra vida presente, hasta que salgamos de este mundo y lleguemos al Señor; por esto decía el mismo Señor: Si no coméis mi carne y no bebéis mi sangre, no tendréis vida en vosotros.

 Quiso, en efecto, que sus beneficios permanecieran en nosotros, quiso que las almas redimidas con su sangre preciosa fueran continuamente santificadas por el sacramento de su pasión; por esto mandó a sus fieles discípulos, a los que instituyó también como primeros sacerdotes de su Iglesia, que celebraran incesantemente estos misterios de vida eterna, que todos los sacerdotes deben continuar celebrando en las Iglesias de todo el mundo, hasta que Cristo vuelva desde el cielo, de modo que, tanto los mismos sacerdotes como los fieles todos, teniendo cada día ante nuestros ojos y en nuestras manos el memorial de la pasión de Cristo, recibiéndolo en nuestros labios y en nuestro pecho, conservemos el recuerdo indeleble de nuestra redención.

 Además, puesto que el pan, compuesto de muchos granos de trigo reducidos a harina, necesita, para llegar a serlo, de la acción del agua y del fuego, nuestra mente descubre en él una figura del cuerpo de Cristo, el cual, como sabemos, es un solo cuerpo compuesto por la muchedumbre de todo el género humano y unido por el fuego del Espíritu Santo.

 Jesús, en efecto, nació por obra del Espíritu Santo y, porque así convenía para cumplir la voluntad salvífica de Dios, penetró en las aguas bautismales para consagrarlas, y volvió del Jordán lleno del Espíritu Santo, que había descendido sobre él en forma de paloma, como atestigua el evangelista san Lucas: Jesús regresó de las orillas del Jordán, lleno del Espíritu Santo.

 Asimismo, también el vino que es su sangre, resultante de la unión de muchos granos de uva de la viña por él plantada, fue exprimido en el lagar de la cruz, y fermenta, por su propia virtud, en el espacioso recipiente de los que lo beben con espíritu de fe.

 Todos nosotros, los que hemos escapado de la tiranía de Egipto y del diabólico Faraón, debemos recibir, con toda la avidez de que es capaz nuestro religioso corazón, este sacrificio de la Pascua salvadora, para que nuestro Señor Jesucristo, al que creemos presente en sus sacramentos, santifique nuestro interior; él, cuya inestimable eficacia perdura a través de los siglos.

miércoles, 19 de abril de 2023

PALABRA COMENTADA

 Miércoles 2 de Pascua

Hechos 5,17-26



REFLEXIÓN

llenos de envidia

Esto existe. Es una ingenuidad no contar con ello. Pero es un problema clarificar y calificar algo o alguien en concreto, como una actuación envidiosa o llena de celo.

La envidia es por la popularidad y aceptación  de la gente, agradecida por el bien recibido del mensaje y la sanación.

Mostraban en Jesús resucitado un camino de felicidad posible.

En JesuCristo hay una felicidad definitiva porque la vida transformada en gloria que muestra, puede ser compartida, si morimos al pecado siguiendo sus pasos.

Con esa meta por delante vivimos ahora muriendo y resurgiendo, encontrando pistas de la vida nueva, cuya luz da visos en nuestra historia.

La envidia que señala el texto se origina en la fama del nuevo grupo. Aunque la casta dirigente no tuviera en crisis frente a su pueblo, un grupo querido por la gente porque les hace bien, es un poder emergente, que amenaza su estatuto.

Jesús enseñó a su grupo a no temer la competencia, porque lo que importa es el bien común.

el ángel del Señor les abrió las puertas de la celda y los sacó fuera

Puestos en el camino del Señor, buscando y expresando su voluntad de salvación para comunicarla a otros, suceden cosas negativas, que se convierten en positivas por el acompañamiento que nos hace el Espíritu.

El ángel puede ser toda circunstancia fortuita que favorece el camino de la vida definitiva, emprendido en la historia.

También otro ángel buscará –el de apariencia de luz- impedir, retrasar, sabotear ese caminar hasta que logre desviarlo.

Toca entonces orar y vigilar para no dejarse sorprender ni engañar.

Pero la misión los protege y les abre puertas cuando otras se cierran.

La misión es un modo de vida, una cultura, una ética propia.

“Id, y puestos de pie en el templo contad(laleo:decir,hablar) al pueblo todo lo referente(remata:palabras, mensaje) a esta vida nueva.”

No se les manda a inventar, embaucar, tejer fantasías. Se les manda a dar la cara en lugar público, donde pueden ser confrontados o desmentidos.

Se les da la misión de hablar sobre la vida que llevan, su vida normal, su cambio de vida. A dar testimonio.

se los trajo, sin emplear la fuerza, por miedo a que el pueblo los apedrease

Los de Jesús, el crucificado, andan en medio de la gente dando testimonio.

Y la gente los apoya, si considera su intervención favorable a sus intereses.

Pero también la gente o algunos entre ellos, puede ser manipulados por los poderosos para retirar respaldo a la misión, y dar a entender que tal testimonio no es aceptable.

Porque también la causa de la salvación del pueblo de Dios, puede ser traicionada por elementos del propio pueblo.

El pueblo tiene un sentido para la injusticia a flor de piel. Su respaldo es un indicio del caminar acertado. Pero el pueblo también requiere vigilancia para no dejarse comprar por el ángel de Luz.

Salmo responsorial: 33



REFLEXIÓN

que los humildes lo escuchen y se alegren.

Un pueblo que espera del Señor como única solución verdadera, mira en la dirección correcta.

Los que nos están amparados en el poder ni actúan en su nombre, sino con una ética diferente.

Yo consulté al Señor, y me respondió, / me libró de todas mis ansias

Un efecto de la sintonía con el Señor y su designio es la liberación de ansiedades y temores, la paz que conlleva la paciencia en la espera.

El ángel del Señor acampa / en torno a sus fieles y los protege

La inmunidad que nos concede el Señor en el nombre de su Hijo no nos ahorra el susto y el disgusto, sino más bien nos mantiene en pie, con suficiente energía para dar la pelea y mantener la paz.

Juan 3,16-21



REFLEXIÓN

Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único

Tanto amó, con amor de ágape, Dios al Mundo, dispuesto a la transformación hacia la vida definitiva, que se entregó en su Hijo único.

Porque la entrega del Hijo vino acompañada de la entrega del Padre, ya que juntos estaban en este designio.

Si Él ama y salva, quiénes somos para condenar.

El mundo también es amable, porque en él conviven los que creen con los que no creen.

para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna

Tener vida eterna, como no alcanza uno a imaginar, y no es de imaginar, parece de poco impacto en la vida corriente.

Pero si escrutamos en nuestros anhelos constantes, el impulso por un algo o alguien diferente, por una alternativa plena y satisfactoria sin medida ni límite, podría ser-de seguro es- esa semilla que crece en nosotros y va hasta la vida eterna.

Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.

Por lo pronto, trabajar por los que creen o podrán creer hasta el final.

El juicio definitivo está en manos de él.

Jesús es un nombre para salvar, aun hasta la última de las ovejas, que se deje salvar.

Nada se puede si la voluntad del candidato no acepta. En su negativa es respetable y su juicio está en manos del Padre.

Cuando podría esperarse una condenación al mundo por su rebeldía y contumacia frente a los valores del reino, el Padre entrega a su hijo para salvar al empedernido, al endurecido mundo.

Un esfuerzo que debe llegar hasta el final.

El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios

Es que creer consiste en una apuesta arriesgada y valiente a favor de Alguien con quien nos comprometemos hasta el tuétano.

Por sí misma tal situación produce una definición existencial que se puede tomar por un juicio, en el que nos ubicamos en una opción fundamental, que orienta toda la vida hasta su consumación.

Se dirá que esta es teología de Juan en su exclusivismo. Pero más bien es congruencia con el designio.

El juicio se da en la fe, en el creer, que equivale al compromiso personal de fondo.

que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas

Hay en la mentalidad contemporánea un gran aprecio por el valor de la transparencia y la verdad-escándalo para que todo se sepa y los misterios y secretos se descubran.

Ese valor puede incluir un antivalor, un género de hipocresía refinada, otro modo de falta de compromiso, que se contenta y regocija en que otros caigan para que los propios intereses prosperen.

Porque en todo bien se puede colar el anti-reino.

La obras de la tiniebla son el juicio que se activa cuando se rechaza la luz.

Para no seguir en la tiniebla es necesario reconocer la maldad de nuestras obras.

el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios

Aunque la luz se pretendiera para fines insidiosos, quienes viven en la verdad de Dios la arrostran, porque viven en la verdad diáfana de la salvación, que no es producto de carne y sangre.

La luz no es un escándalo mediático o público. Pueden ser parte de una estrategia maquiavélica de desprestigio.

La luz de las obras se acredita por sí misma, de dentro hacia afuera, como la gestación silenciosa de la semilla en una planta.

Como el amor auténtico, que madura y se va probando, desde las actitudes hasta los pronunciamientos y hechos comunes.

La visión de nuestra miseria nos decepciona de nosotros mismos, y creemos morir.

Hay que pasar por ello para recuperar una autoestima que viene del Señor, e implica su reconocimiento y valoración, de acuerdo a los valores del Reino.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1648646164542111752?s=20

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Hechos 5,17-26

El encarcelamiento de los apóstoles es una muestra de la persecución sufrida en los comienzos de la comunidad cristiana. Sobresale la protección de Dios y la insistencia de seguir la predicación abiertamente, una vez fueron maravillosamente liberados. Se cuenta con la fortaleza de seguir en la misión por el Espíritu Santo que los asiste

Salmo responsorial: 33

Gustar del Señor en medio del conflicto es un don que permite mantener la capacidad de servicio a la proclamación del mensaje. No se niega la dificultad, pero se afirma la fortaleza en medio de la prueba.

Juan 3,16-21

El Hijo ha sido entregado para la salvación, implica que la entrega fue radical por su muerte y glorificación. Pero también que no ha terminado porque su mensaje debe seguirse comunicando apostólicamente a todos y todas. La misión no ha terminado aunque se va dando el juicio en la medida de la respuesta de fe.