MARTES 14 DE TIEMPO ORDINARIO
Año Impar
Génesis 32,22-32
REFLEXIÓN
"Ya no te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado con dioses y con hombres y has podido."
"He visto a Dios cara a cara y he quedado vivo."
La obediencia sumisa, sin lucha y resistencia, no lo subraya la Palabra del Señor.
Debe costar para señalar un crecimiento, una superación, un vencimiento, una muerte.
Incluso, el camino de la obediencia puede pasar por la desviación y la equivocación, al descifrar la voluntad de Dios.
Se trata de actuar el discernimiento de Espíritus como actitud fundamental de la existencia, como aquello que nos inspira el Espíritu del Señor para probarlo todo y quedarse con lo bueno.
Solemos satisfacernos con clichés que acotan la comprensión de la realidad, para conformarnos con lo conocido, pero que evitan el proceso de su re-edición o re-invención.
Los clichés de obediencia a la voluntad de Dios pueden ser en asuntos muy buenos y santos, pero es su aplicación concreta e histórica la que revela su naturaleza específica.
No todo el que dice Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos.
Podemos parafrasear diciendo: no todo el que clama el cliché de moda, entrará en el reino de los cielos.
Salmo responsorial: 16
REFLEXIÓN
Señor, escucha mi apelación
Para ser escuchado debo entrar en una lucha, y así obedecer más íntegramente.
Sin embargo no se puede descartar la obediencia que implica la rendición y el obsequio al misterio de la libertad del Señor.
Se lucha hasta donde se debe y puede para finalmente adorar su voluntad.
no encontrarás malicia en mí
Más que una realidad es un desafío: ser tan transparente que la malicia por complicidad con mis motivaciones egoístas, no prevalezca.
Mateo 9,32-38
REFLEXIÓN
La gente decía admirada: "Nunca se ha visto en Israel cosa igual." En cambio, los fariseos decían: "Éste echa los demonios con el poder del jefe de los demonios."
Los fariseos, los judíos, los adversarios, el bando opositor. Incapaces de ver y admitir que también otros pueden hacer el bien, y lo correcto.
Al ver a las gentes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, "como ovejas que no tienen pastor".
La interpretación sociológica pone a Jesús de Nazareth al frente de un movimiento de descamisados y descastados. Puede ser.
Las imágenes que elaboran las diferentes ciencias pueden ayudar a tener un idea más aquilatada de lo que pudo ser el escenario original.
Lo que no se puede dejar de señalar es el énfasis del evangelio sobre la dedicación personal de Jesús a las personas necesitadas de salvación humana y trascendente.
Un énfasis en la persona como centro del reino, que haríamos bien en transferir a otros dominios.
El celo apostólico inagotable viene del Señor, es su inspiración. Y más auténtico mientras más persecución e incomprensión suscite.
rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies
Es parte de la responsabilidad del apóstol: pedir al Señor por más apóstoles, cuando se capta la inmensidad de la necesidad de Buena Nueva.
En el ethos de disentimiento, del espíritu del siglo que vivimos, echamos de menos el liderazgo que proclame, no obstante, una buena noticia.
Hay algunos que fabrican buenas noticias que al rato se convierten en malas, porque camuflan la Verdad, para usufructuar tenebrosos beneficios.
El padre de la mentira está lleno de hijos.
https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1678717173378736128?s=20
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Génesis 32,22-32
La lucha humana con la divinidad es mientras viva la existencia que le toca. Llevará en su agenda esta lucha permanente y persistentemente. Aparece y reaparece bajo muchos nombres, y está concentrada en puntos relevantes de su anatomía para recordarle su debilidad en esta lucha, en la que no está solo, porque descubre que la divinidad lo bendice y alienta a seguir hasta el final.
Salmo responsorial: 16
Sólo en Jesús encontramos una oración que colme plenamente el sentido del salmo, cuando pide que se le escrute en lo más profundo y no se encontrará malicia. Todos los demás, sabemos, mientras más nos vamos conociendo, cuánta malicia nos corroe.
Mateo 9,32-38
Jesús enseñaba, anunciaba y curaba, recorriendo ciudades y sinagogas. El vacío de liderazgo pertinente lo hace notar por el abandono en el que se encuentra la gente, como ovejas sin pastor. Es tan grande esta necesidad que se necesitan pastores. Aquí se concentra la lucha de Israel con la divinidad, para que prevalezca la auténtica. Una misión intimidante y seductora auspiciada por el Padre de Jesús.