viernes, 25 de agosto de 2023

PALABRA COMENTADA

 

VIERNES 20 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar

Rut 1,1.3-6.14b-16.22



REFLEXIÓN

"No insistas en que te deje y me vuelva. Donde tú vayas, iré yo; donde tú vivas, viviré yo; tu pueblo es el mío, tu Dios es mi Dios."

Una decisión por un Dios, el Dios de Israel, que se vincula a una relación humana de compañía y solidaridad. Como una amistad.

Sin que sea obligante Rut hace suya la suerte de Noemí porque la ha conocido y la prefiere, a irse por su cuenta y vivir independiente. Es una decisión libre pero con motivaciones de amistad.

Así entra el Señor en su vida, por una experiencia de amistad humana, que en sus gestos y con sus valores, alcanza a darlo a conocer y querer

La amistad entre nosotros hombres y mujeres, aun no creyentes, puede llevar a una experiencia de Trascendencia, de absoluto, de un Dios Padre, persona, amoroso, salvador.

La amistad de todo tipo en la medida de su autenticidad, fundada en motivos altruístas, es el tanto cuanto para hacer vida el Principio y Fundamento de los ejercicios espirituales ignacianos.

Salmo responsorial: 145



REFLEXIÓN

que hace justicia a los oprimidos, / que da pan a los hambrientos.

El Señor abre los ojos al ciego, / el Señor endereza a los que ya se doblan, / el Señor ama a los justos. / El Señor guarda a los peregrinos

Sustenta al huérfano y a la viuda

Vivimos una hora de activismo: protesta por diferentes razones y supuestas necesidades, que reclaman derechos supuestamente vulnerados, y para lo que no se tiene ya paciencia.

Las protestas en su mayoría pacíficas en cierta forma, recurren a otra forma de imposición: cerrar calles, obstaculizar la movilidad en las ciudades o carreteras de un país.

Ese activismo no tolera que no se le escuche.

Medido en tiempo este clamor es el de los pacientes impacientes, los pacientes que se cansaron de la paciencia, y están irritados porque las soluciones se dan para otros, que ya tienen sus necesidades básicas satisfechas.

El clamor de los pobres es el clamor que escucha el Señor, como en el Éxodo. No nos extrañemos de los cambios que impulsa su Espíritu en las circunstancias actuales de la historia.

Aunque el clamor nos incomode.

Mateo 22,34-40



REFLEXIÓN

""Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser." Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo."

Se trata de un primer mandamiento y uno segundo, pero semejantes, es decir, de igual rango.

En qué? En amar: agapao. Amor de preferencia, que implica a la persona. No es amor sólo de afecto como Fileo.

Así amar a Dios por sí mismo, amar al prójimo por sí mismos, porque son dignos de amor, y no excusas ni propaganda para amarlos.

Ambos ágapes se relacionan estrechamente como vasos comunicantes. Si crece uno, crece el otro. Si merma uno, merma el otro.

Somos una familia y amarnos unos a otros, en ágape, entraña que hay amor para todos y cada uno.

Este es el núcleo duro de la ley, los profetas y Jesús de Nazareth.

De la palabra revelada y encarnada de Dios.

Su mandato, su voluntad, su beneplácito, su gloria.

Si respecto a cualquier prójimo se procediera con un bien obrar intencional, deberíamos aplicar el discernimiento espiritual de segunda semana, de los ejercicios espirituales ignacianos, para personas que van haciendo la lucha por ser mejores.

Quizás más que pecar se pretende hacer bien las cosas. Pero, viene el enemigo y se mezcla.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1695021809354055931?s=20

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Rut 1,1.3-6.14b-16.22

La viuda como símbolo de vulnerabilidad, de pobreza en el sentido del despojo de su guardián, su defensor, su valedor. En el creciente sentido de la mujer como autónoma capaz de gestionar sus propios ingresos quizás el sentido tradicional de la viuda pierda color y significatividad. Pero se aplique a mujeres o varones indica todo estado de indefensión y vulnerabilidad en el que se cae cuando por alguna razón una persona queda a merced de las circunstancias porque no cuenta con la posibilidad de una vida autosuficiente.

Salmo responsorial: 145

De ahí la amplitud de la significación para nuestro mundo del huérfano, la viuda y el extranjero, como emblemas de precariedad en la subsistencia material y espiritual. Sentido que cobija a enfermos, ancianos, cautivos, víctimas en general de algún genero de violencia.

Mateo 22,34-40

Dos que son uno, en cuanto a mandamientos de la Ley de Dios. Pilares de la Ley y los profetas. Una establece y el otro aviva el cumplimiento pertinente. Es lo que hemos de acatar y cumplir para vivir para siempre.

BEATO CARLO

 

Del Comentario de san Gregorio de Agrigento, obispo, sobre el Eclesiastés
(Libro 8, 6: PG 98, 1071-1074)


MI CORAZÓN SE ALEGRA EN EL SEÑOR

Anda, come tu pan con alegría y bebe tu vino con alegre corazón, que Dios está ya contento con tus obras.

Si queremos explicar estas palabras en su sentido obvio e inmediato, diremos con razón que nos parece justa la exhortación del Eclesiastés, de que, llevando un género de vida sencillo y adhiriéndonos a las enseñanzas de una fe recta para con Dios, comamos nuestro pan con alegría y bebamos nuestro vino con alegre corazón,
evitando toda maldad en nuestras palabras y toda sinuosidad en nuestra conducta, procurando, por el contrario, hacer objeto de nuestros pensamientos todo aquello que es recto, y procurando, en cuanto nos sea posible, socorrer a los necesitados con misericordia y liberalidad; es decir, entregándonos a aquellos afanes y obras en que Dios se complace.

Pero la interpretación mística nos eleva a consideraciones más altas y nos hace pensar en aquel pan celestial y místico, que baja del cielo y da la vida al mundo; y nos enseña asimismo a beber con alegre corazón el vino espiritual, aquel que manó del costado del que es la vid verdadera, en el tiempo de su pasión salvadora. Acerca de los cuales dice el Evangelio de nuestra salvación: Jesús tomó pan, dio gracias, y dijo a sus santos discípulos y apóstoles: «Tomad y comed, esto es mi cuerpo, que será entregado por vosotros para el perdón de los pecados.» Del mismo modo, tomó el cáliz, y dijo: «Bebed todos de él, éste es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados.» En efecto, los que comen de este pan y beben de este vino se llenan verdaderamente de alegría y de gozo y pueden exclamar: Has puesto alegría en nuestro corazón.

Además, la Sabiduría divina en persona, Cristo, nuestro salvador, se refiere también, creo yo, a este pan y este vino, cuando dice en el libro de los Proverbios: Venid a comer de mi pan y a beber el vino que he mezclado, indicando la participación sacramental del que es la Palabra. Los que son dignos de esta participación tienen en toda sazón sus ropas, es decir, las obras de la luz, blancas como la luz, tal como dice el Señor en el Evangelio: Alumbre vuestra luz a los hombres para que, viendo vuestras buenas obras, den gloria a vuestro Padre celestial. Y tampoco faltará nunca sobre su cabeza el ungüento rebosante, es decir, el Espíritu de la verdad, que los protegerá y los preservará de todo pecado.