viernes, 8 de septiembre de 2023

DOCTORES DE LA IGLESIA

 



Viernes, XXII semana
San León Magno Sermón sobre las bienaventuranzas 95,2-3

No puede dudarse de que los pobres consiguen con más facilidad que los ricos el don de la humildad, ya que los pobres, en su indigencia, se familiarizan fácilmente con la mansedumbre y, en cambio, los ricos se habitúan fácilmente a la soberbia. Sin embargo, no faltan tampoco ricos adornados de esta humildad y que de tal modo usan de sus riquezas que no se ensoberbecen con ellas, sino que se sirven más bien de ellas para obras de caridad, considerando que su mejor ganancia es emplear los bienes que poseen en aliviar la miseria de sus prójimos. El don de esta pobreza se da, pues, en toda clase de hombres y en todas las condiciones en las que el hombre puede vivir, pues pueden ser iguales por el deseo incluso aquellos que por la fortuna son desiguales, y poco importan las diferencias en los bienes terrenos si hay igualdad en las riquezas del espíritu. Bienaventurada es, pues aquella pobreza que no se siente cautivada por el amor de bienes terrenos ni pone su ambición en acrecentar la riquezas de este mundo, sino que desea más bien los bienes del cielo. Después del Señor, los apóstoles fueron los primeros que nos dieron ejemplo de esta magnánima pobreza, pues, al oír la voz del divino Maestro, dejando absolutamente todas las cosas, en un momento pasaron de pescadores de peces a pescadores de hombres y lograron, además, que muchos otros, imitando su fe, siguieran esta misma senda. En efecto, muchos de los primeros hijos de la Iglesia, al convertirse a la fe, no teniendo más que un solo corazón y una sola alma, dejaron sus bienes y posesiones y, abrazando la pobreza, se enriquecieron con bienes eternos y encontraban su alegría en seguir las enseñanzas de los apóstoles, no poseyendo nada en este mundo y teniéndolo todo en Cristo.

REFLEXIÓN

Así pues la pobreza bienaventurada y la humildad son hermanas gemelas, con mutua dependencia y amor. Mueven montañas, porque el discurso prepotente levanta un muro de resistencia, como el que sentimos hoy ante cualquier orden constituído. Pero la presencia indefensa y honesta gana partidarios de su causa, y muchos la endosan porque les seduce. Hay en el pobre bienaventurado un sexto sentido que reconoce a quien humilde no va tras riquezas y más bien busca la igualdad, sin presionar, sin manipular, sin propaganda y sin la insistencia machacona que gana lo contrario de la aceptación convencida. Cuando así fluye del modo propio de ser es un don y un gozo. Por eso es bienaventuranza

jueves, 7 de septiembre de 2023

PALABRA COMENTADA

 

JUEVES 22 DE TIEMPO ORDINARIO

Año Impar


Colosenses 1,9-14



REFLEXIÓN


consigáis un conocimiento perfecto de su voluntad, con toda sabiduría e inteligencia espiritual


No se trata de un esfuerzo sino de un don que se solicita.


El poder de su gloria os dará fuerza para soportar todo con paciencia y magnanimidad, con alegría, dando gracias al Padre


Una actitud que no se parece en nada a la queja constante ni al estoico soportar.


(Jara:gozo, alegría) Proviene de la gracia en el sentido de Dios, del dominio del Señor, y en el sentido de don inmerecido y desproporcionado, es decir, no merecido por esfuerzo y cálculo.


pueblo santo en la luz.


Luz es un elemento de la gloria, de la dimensión, dominio, reino del Señor.


Una señal del territorio de la vida de Dios, donde este elemento se muestra radiante, enceguecedor, brillante, transformador, porque cuesta reconocer las personas que allí habitan.

Así se describe en los relatos de transfiguración, de aparición del resucitado, de revelaciones apocalípticas.


Con ciertos efectos especiales cinematográficos se puede sugerir la grandeza de esta luz, pero a una distancia muy grande, porque no es factible recrear la transformación que opera y el gozo que transmite.


Esta experiencia no está confinada a la subjetividad individual, sino también puede ser compartida en la intersubjetividad del acompañamiento y el servicio.


Pero por ser un estado de conciencia requiere ser apropiado por la persona individual o en grupo comunitario, como un don, que como tal depende de la libertad del Señor.


Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su Hijo


Estamos en la luz, que irá transformándonos hasta hacerse completa en Dios. Seremos refulgentes y brillaremos.


Salmo responsorial: 97



REFLEXIÓN

revela a las naciones su justicia


Porque revelar es dar de su luz, iluminar, sacar de la oscuridad.


HIMNO CRISTIANO ANTIGUO


OH LUZ GOZOSA


Oh luz gozosa de la santa gloria del Padre celeste inmortal,

santo y feliz Jesucristo.


Al llegar el ocaso del sol,

contemplando la luz de la tarde,


cantamos al Padre y al Hijo y al Espíritu de Dios.


Tú eres digno de ser alabado

siempre por santas voces.


Hijo de Dios, que nos diste la vida, el mundo entero te glorificará.


Lucas 5,1-11



REFLEXIÓN


la gente se agolpaba (epikeimai:presionaba ansiosamente, estrujaba) alrededor de Jesús para oír la palabra de Dios


La palabra de Dios mueve. Eso es bueno, pero no suficiente.


La gente se agolpa por un hambre distinta a la de pan. La gente también busca la verdad.


Por eso los sofistas y los populistas son demagogos que engañan una y otra vez a los hambrientos y se aprovechan de


ellos para encumbrarse en el poder político y sacar provecho material. Pero éstos también son pobres hambrientos de la verdad.


Un liderazgo que convoca a un sentido diferente al que se despierta con la imposición violenta, o la sugestión de las promesas.


Un liderazgo basado en una palabra que confrontaba, interpelaba, no engañaba, no adulaba.


Y la cual, sin embargo, se anhela escuchar como gota de agua en el árido desierto.


los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes


Gente común en sus propias faenas, inmersos en sus propios intereses y preocupaciones.


Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente.


En su enseñanza Jesús no procedía como esos políticos engañosos sino que ante todo y sobre todo daba la verdad y por eso era insobornable.


Debió tener una voz clara y fuerte.


Se ubicaba allí donde la gente vivía, laboraba, pasaba la vida.


No los alienaba, ni desarraigaba, ni aculturaba.


por tu palabra, echaré las redes


De allí la esperanza inagotable del creyente en Jesús de Nazareth. Siempre echando redes, porque no se debe descansar hasta cosechar la verdad que hace libres.


puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande que reventaba la red


La palabra de Jesús se respalda con un portento, una señal del Espíritu de su misión, que no debe ser distorsionado como si fuera atracción de feria, como espectáculo, ni como culto a la personalidad.


el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la redada de peces que habían cogido


Simón Pedro, se arrojó a los pies de Jesús, diciendo: "Apártate de mí, Señor, que soy un pecador”


Un pecador, un idólatra, uno que rehúsa la verdad plena, pero un autocrítico capaz de abrirse a una

realidad diferente y transformadora


"No temas; desde ahora serás pescador de hombres."


La señal en el relato se le presenta a los que van a seguirlo. Deben vencer el temor que causa un portento, por magia, por el espectáculo y pasar a otro sentido: pescar hombres.


La vocación apostólica tiene mucho que ver con la inclinación a formar conciencias, que son el núcleo de las personas y su dignidad.


Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron


En pos de ella, de la verdad que nos muestra Jesús, se dan los signos de liberación que dan fe de la seriedad de nuestra esperanza.


En los signos que nos transmite hemos de buscar qué sentido revelan sus palabras.

https://twitter.com/motivaciondehoy/status/1699747450888527939?s=20

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Colosenses 1,9-14

Un poder que empodera para la paciencia frente a las adversidades, con alegría, y acción de gracias, no es un poder de este mundo, ni lo puede dar este mundo. Antes al contrario, lo requiere, como agua en sequía de cambio climático. No se puede arrebatar ese poder, sino disponerse a su gratuidad para recibirlo y compartirlo.

Salmo responsorial: 97

La alabanza es con y por el júbilo que nos invade ante el señorío y poder del Señor, que no se compra ni compara con nada de este mundo.

Lucas 5,1-11

Había peces, probablemente en otros bancos, con los que no se habían topado, y Jesús los puede divisar desde la orilla. Pero el drama se abre ante el fracaso de pescadores experimentados ante alguien que no lo es y de quien se dejan persuadir para intentarlo nuevamente. Pero la enormidad de la pesca desborda no solo la nave, sino la pobre expectativa, y hace presentir la presencia de algo más allá de su humana experiencia: de ahi el temor. Al quedar derruidos ante Jesús sus pre-conocimientos, se hacen tierra fértil para otra misión en semejanza y diferencia de la que tenían : pescar hombres.